Kimetsu no Yaiba SD

5. "La última noche"

3 de marzo (1925)

Había pasado ya casi un día y medio desde el encontronazo con aquel demonio que sorprendió al grupo por su inteligencia y comportamiento, totalmente distinto al resto de los demonios. Habían sucedido varias cosas en todo este tiempo.

Ya casi cumplían allí cinco días sobreviviendo en el bosque. Apenas les quedaba en aquel lugar poco más de dos días y medio. Desde lo que pasó, Soul había quedado inconsciente. Lo encontraron tirado en el suelo, parecía que perdio la consciencia al caer, y aún no despertó, cosa que preocupaba más al grupo.

El encontronazo con aquel demonio les dio que pensar al grupo. Entonces resulta que habían demonios inteligentes que no sólo pensaban en comer, era algo que Kiyoshi le daba muchas vueltas y no dejaba de preocuparle. Por la noche, todos estaban reunidos alrededor de la hoguera que calentaba e iluminaba el interior de la cueva. A excepción de Soul, que estaba a un lado apartado.

-Parece que no va a despertar -las palabras de Kiyoshi golpearon a Aria como un puñal, que está sólo lograba sentirse más culpable

-No digas eso, Kiyoshi -Keisuke trató de calmar las cosas- Estará bien. De lo poco que sé de Soul, no tiene pinta de ser alguien débil, despertará, seguro.

Aria abandonó la fogata y a sus compañeros para acercarse a Soul, tendido sobre una cama de hojas. Se sentó a su lado, preocupada, y lamentó el no poder haber impedido que aquel ser lo golpeara.

Tampoco sabían que hacer, no parecía que Soul tuviera alguna herida o siquiera algún tipo de contusión. Nada, absolutamente nada. La desesperación florecía más en cada uno que intentaba por todos los medios ayudarle. Pero el solo seguía tendido, con los ojos cerrados y a simple vista descansando.

-Deja de darle vueltas, Aria.

La chica se mordió el labio inferior, y giro su cabeza para ver a aquel que se acercó a ella, que era Keisuke. El se sentó junto a ellos, tratando de entender en su cabeza como se debía de sentir Aria. Miró a Soul, preguntándose realmente que estaría haciendo o pensando en su cabeza. Si acaso, ¿estaría consciente?

-Despertará. -prosiguió hablando- Mañana por la mañana le daremos agua y le daré algo de comer. No te preocupes más. Deberías descansar ahora, y olvidarte un poco de todo esto.

-Se que lo hará, Keisuke -era algo que quería dejar claro- Solo temo por que cuando lo haga sea ya demasiado tarde. Lamento no poder haber hecho nada.

-Deja de pensar así, Aria -bostezó, se encontraba algo cansado- Mañana hablaremos de esto. Ahora creo que no puedo mantenerme despierto. Duerme bien

Aria vaciló, pero finalmente accedió sin más miramientos. Tras las palabras de Keisuke, ambos fueron a dormir. Quiza era cierto que tenia que dejar de darle vueltas, pero seguia sin poder lograrlo. Así transcurría una noche más en el bosque.

4 de marzo (1925)

Una vez más, el amanecer. Un nuevo día que afrontar. Fueron despertando de poco en poco. Primero Keisuke, que empezó a hacer algo de comer en la hoguera. Eso hizo que Kiyoshi despertara. Ambos conversaron alrededor del fuego.

-Necesito que me hables sobre lo que pasó contigo, Kiyoshi.

Miró serio a Keisuke, tras oír eso. Se refería a lo del demonio que se encontraron hace ya un par de días. Solo le había contado lo que pasó a Ein, y le había compartido sus miedos solo a ella. Vaciló un poco, le costaba hablar de ello, pues aún no lo superaba.