29. "Hace casi diez años"

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La brisa bajo la luz de la luna es relajante y apaciguada. Sin embargo, la situación ante la que se encontraba es todo lo contrario.

Sanemi Shinazugawa continuaba esprintando en el interior del bosque que constituye la Arboleda de Zithr, sus compañeros Hanato y Tensho se estaban haciendo cargo de proteger a los chicos de bajo rango. Muy probablemente, los demonios intentaran escapar y eso ya lo había previsto.

Su corazón se agitaba a medida que se movía, cada vez más rápido, esquivando con facilidad la vegetación que se cruzaba en su camino. Su mirada se apagó brevemente, sintiendo como su cuerpo pesaba el doble.

¡PORFAVOOR..! ¡DIOOOS! ¡TE LO RUEGOO!

Su garganta se lleno de saliva, había dejado de tragar e incluso de respirar. Cuando se dio cuenta de eso se detuvo en seco. Inspiró y expiró varias veces, sentía un ardor en el pecho, el mismo que lo atormentaba cada noche y el mismo que le impedía dormir.

¡TE PONDRAS BIEN..! ¡NO TE MUERAAS!

Clavó con una poderosa estocada su nichirin en la tierra, provocando una fragmentación del suelo bajo sus pies. Trató de controlar su respiración concentrándose todo lo posible. Han pasado casi diez años desde lo que ocurrió y aún no podía quitarse de la cabeza aquello. No pudo pasar página.

PORQUE MI HERMANO ES.. LA PERSONA.. MAS...DEL MUNDO..

-Genya..

¡NO TE LLEVES A MI HERMANO..!

Una sensación amarga, como el té de Jazmin. Cada noche se veía a sí mismo dentro de aquel sitio, el antiguo hogar de los demonios. La fortaleza infinita.

Nunca dejó de tener pesadillas con aquel sitio, lo recordaba durante el día, todos los días, a todas horas. Ser un pilar constituye ser fuerte, porque es un papel demasiado importante en el cuerpo, hay que dar esa imagen de poder a todos los miembros, para que ellos también puedan fortalecerse algún día.

Sin embargo, Sanemi no es fuerte, al menos no se considera así. Perdió a su hermano, a muchos compañeros, al patrón, Gyomei..

El se hizo responsable del cuerpo todo el tiempo desde la muerte de Ubuyashiki, toda la batalla estuvo presente entregando su fuerza a todos y cada uno de los exterminadores de demonios.

-Si tan solo hubiéramos podido retener a Kibutsuji hasta el amanecer..

El plan de debilitar a Muzan con el veneno de Tamayo nunca funcionó. Un error en la formula o una cantidad insuficiente dejaron al veneno inútil, por lo menos no debilitó al rey de los demonios lo suficiente. El no fue el único que perdió a un hermano allí.

-Kamado Tanjiro..

Aquel nombre le enfuercía. Desde hace tantos años siempre le ha guardado rencor. No se respetaban el uno al otro pero reconocían la fuerza del contrario, hecho que es más que suficiente para convivir. ¿Cual es su propósito en esta vida? ¿Morir por la marca de cazador, consumido por su cuerpo desgastado? Ya casi alcanzaba la edad que tenía Himejima antes de morir.

-He sobrepasado los veinticinco años y aún sigo aquí..  -Apretó su puño, lo cierto era que tuvo que haber muerto hace tiempo.

Kimetsu no Yaiba SDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora