22. "Heridas internas"

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12 de marzo (4 días antes)

Mi estancia en el bastión fue muy corta como para ver los avances de Keisuke y Soul. Apenas pasé un día completo allí descansando, pero es algo normal. Solo tenía que recuperar energías y marcharme a la siguiente misión. Algo que tenía claro es que no siempre coincidiremos los tres.

Sin embargo, quería pensar que realizaríamos por lo menos unas pocas seguidas. Como ellos resultaron heridos, no será así.

Me siento mucho más seguro cuando estoy con ellos. Es una sensación muy extraña, pero me pica el hecho de pensar que quizá nací para luchar al lado de los dos. Que juntos somos imparables. Me gustaría pensar que es así.

Kiyoshi caminaba por un sendero en mitad del bosque. Perdido en sus pensamientos, había dejado de darle vueltas a la misión que le habían encargado.

No dejaba de pensar en el combate que tuvieron en el bosque frondoso, lugar donde se realiza la prueba de selección. Finalmente había logrado dejar sus miedos a un lado para seguir luchando, justo como hubiese querido Tatshumi.

La echaba tanto de menos..había olvidado que ella fue la razón que le impulsó y motivó en convertirse en un matademonios. Pero de eso hace ya tantos años.. apenas recuerda como era su rostro. Por ello, se sentía culpable. Quería recordar cómo era su hermanita, y lamentaba no tener ni una imagen de ella. Sus únicos recuerdos eran su memoria, que no funcionaba bien ahí.

Me convertiré en un pilar muy fuerte, Tatshumi. Ya lo verás, lo haré por ti. Acabaré con todos los demonios, y estarás orgullosa de mi. Haré lo correcto, pase lo que pase.

Con esas palabras de ánimo a si mismo, su confianza en el creció y comenzó a trotar bastante decidido. Estaba lleno de determinación.

*  *  *

Se encontró recorriendo parte de las Montañas Diyune. Estaba dirigiéndose a un pueblo escondido en esa zona, tan seca y fría casi todo el año, con el propósito de eliminar al demonio encargado de las tantas desapariciones que los habitantes han registrado.

Kiyoshi comprendía conforme pasaba el tiempo que los demonios eran criaturas aborrecedoras. Las odiaba hasta llegar al punto de la absurda repugnancia por ellos. Sentía náuseas cuando uno estaba cerca de él. Tenía muy claro que los mataría a todos, cueste lo que cueste.

-Nos volvemos a ver, Kiyoshi.

El chico se dio la vuelta, pues aquella frase y voz provenía de sus espaldas. Reconoció al instante a la persona que lo había llamado.

-Einar. -dijo, confundido- ¿Qué haces aquí? -Era una buena pregunta, pues estaban en mitad de una montaña.

-Nos han enviado juntos a la misma misión, parece ser. -comentó pensativa- Igual deberías de alegrarte. Es mejor que ir solo, ¿no? Y hace varios días que no sabemos nada de ti.

A decir verdad, casi se había olvidado de ella. Había estado tan distraído últimamente que no recordó que la dejó atrás en Zithr con Katherine y el pilar de la serpiente.

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