¿UN CAMINO?

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Directora: señorita Elizabeth, puede sentarse ¿desea tomar algo? (la chica negó sin poder levantar su mirada) ... créame que lamento los hechos, pero, lastimosamente no la llame por este acto bochornoso pasado, me temo que son noticias de su padre. (A lo que la albina levantó ligeramente el rostro hacia la directora denotando su creciente preocupación). Los abogados de su padre me comunicaron que él ha tenido un paro cardiaco al salir del tribunal, no tengo bien los detalles de los hechos, pero se encuentra en el hospital central. (la albina sin pensarlo dos veces se levantó bruscamente)

Elizabeth: ¡NO!!... NO ... USTED DEBE ESTAR EQUIVOCADA (grito) ¡MI PADRE NO PUEDE HABERLE PASADO NADA (gritando más fuerte) (por lo cual sus acompañantes entraron a toda prisa para encontrarse con su amiga en una crisis de nervios)

Directora: Cálmese señorita Goddnes, venga conmigo iremos de una vez (miro a los chicos que se encontraban desconcertados por tal situación sin explicación alguna) será mejor que ustedes también vengan con nosotros.

Sin hacer ninguna pregunta, todos apresuraron los pasos subiéndose a los autos, acelerando hasta el tope su velocidad y angustia de paso, Elizabeth se encontraba más perdida en sus pensamientos, cada uno de los imaginarios panoramas eran como estacas para ella, su única familia no podía irse y dejarla sola, no tendría razón para seguir adelante si ese fuese el caso.

Al llegar, todos preguntaron por la ubicación del señor baltra y al lograr localizarlo, solo Elizabeth pudo pasar a verle, ciertamente sentía como todo se caía pedazo por pedazo de su vida frente a ella, su cuerpo estaba casi sin signos vitales conectado a unas máquinas que hacían el trabajo pesado de sus pulmones y que aun así no aliviaban su pesadez, pues, tenía el rostro contorsionado de dolor puro. Ella solo se acercó a él, para quedar de rodillas, llorando desconsoladamente, no podía dejar de pensar, que ese no era el encuentro victorioso que pensaban hacer en la noche, sumergido en sus miles sollozos escucho abrirse las puertas dejando pasar a sus amigas.

Elizabeth: Di-diana se me va... se me va mi papá... yo me voy tras él, no me importa nada más en este mundo (llorando)... dile... dile que no me deje... te lo ruego (Diana y Elaine solo se limitaron a abrazarle y acariciarle, King y el albino a pesar de ser de caracteres fuertes no pudieron evitar soltar una lagrima ante tal escena aun no siendo tan familiares de la situación, por lo que optaron por retirarse para no hacerles incomodar por sus lágrimas vertidas en el amargo de la situación)

A pesar que el doctor aclaro que no había nada que hacer, solo esperar hasta que el estuviera consiente, Elizabeth no se quiso despegar de su padre, ni por un solo momento, convirtiendo esa habitación en su cárcel de dolor, la pobre destruida, pasó aproximadamente dos semanas y media, en una tortura total, bañaba con pañitos de agua tibia el cuerpo de su padre, le leía cuentos, le contaba ciertas historias de antaño que compartían en sus memorias, ella casi no comía y tampoco dormía, y aunque era frecuentada por sus amigas, esta no salía casi de la habitación, llegándose a desmayar alrededor de cuatro veces dentro de ese lapso de tiempo. Dónde la última de esas veces, tuvo tal recaída, que el personal de enfermería aprovecho para intérnala haciendo un chequeo general, sus causas eran más que obvias, debido a lo que la joven estaba experimentando y el exceso de carga que no compensaba para nada su cuerpo, era normal que esta se encontrara tan débil, sin embargo, hicieron el chequeo rutinario, para confirmar anemia y demás.

Teniendo una increíble sorpresa por su situación, ciertamente la chica si padecía de anemia y exceso de estrés, pero, para crear un combo inadecuadamente desafortunado, su vida seguía cambiando hacia unos rumbos muy drásticos. La albina se levantaba torpemente de la camilla, analizando lo último que recordaba, y al ver hacia al frente, se encontró con una amable doctora, que la atendía delicadamente.

Siempre es Mejor Saber el NombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora