Siempre es Mejor Saber el Nombre

EL Sueño Húmedo

Una mirada borrosa pero una agitación palpable, dos amantes desnudos bañados en su propio sudor, una albina regocijada en placer cabalgando sobre el miembro erecto del rubio más ardiente que pudo haber conocido, el, tomándole de la cintura para profundizar cada embestida intentando traspasar su útero y fundirse en ella por tercera vez en esa misma noche.

Meliodas: ¡DEMONIOS ELIZABETH! Me vuelves loco ... ngh... no pares... ummm... MUJER.

Elizabeth: así que ... ahhh... ya soy mujer... ahh... no niña (gimiendo)

Meliodas: siiiii... lo reconozco... ERES ... toda una MUJER... ngh... MI MUJER... SOLO MIIIAAA (aumentando la intensidad y rapidez de sus embestidas por la presión en el interior de ella)

Elizabeth: ¡SIIII ... ahhh... (hip)... SOLO TUYAAA DROGO!

Meliodas: VENTE CONMIGO ... (apretándole de la cintura, sintiendo como corrientes eléctricas se desplazan por su cuerpo hasta su pene que traspasa la barrera de la intimidad de la contraria)

Elizabeth: Drogoooo.... KYAAAAA!!!! (corriéndose por cuarta vez, apretando de manera exquisita el miembro del otro, quien se corrió por la misma presión, una vez más dentro de ella)

Meliodas: ahhh... (recuperando poco a poco el aire, mientras ella descansaba en su pecho sudado) ... debes recordar desde hoy ellie que serás desde ya, solo MI MUJER... hasta que me canse de ello.

Elizabeth: jajajaja (riéndose)... (HIP)... Estamos perdidos los dos... (hip)...

Meliodas: lo se... pero si te vuelves a poner frente a mi desde mañana... lo siento ellie... pero no dudare en reclamarte como mía. ¿entendido? (acariciando su larga cabellera platinada).

Elizabeth: SOLO TU... MALDITO NINFOMANO MELIODAS DEMONS ... DESPIERTA DE UNA BUENA VEZ. (impactándolo)

El rubio quien estaba teniendo uno de sus mejores sueños que se basaban en uno de sus recuerdos más placenteros, se despertaba a todo dar de su cama por la insistencia e interrupción que tuvo de su hermano menor, provocándole un gran susto, por ello.

Zeldris: hasta que por fin despiertas Meliodas... (frunciendo el ceño)

Meliodas: MALDITO SEAS ZELDRIS. (sobando su cabeza por tal malestar que tenía después de la noche anterior que había compartido con sus amigos y secretaria entre tragos) ... que acaso ¿quieres morir?

Zeldris: ¡no!... pero tu si... (ganándose la mirada confundida del mayor que lo quería matar) ... padre llamo... dijo que parte del balance estaba desproporcionado... te dio hasta la tarde para corregir ese error de "NUESTRO" equipo.

Meliodas: hoy nadie trabaja ... que NO JODA. (cubriéndose nuevamente con la sabana)

Zeldris: acaso ¿lo olvidaste?... papá está en Tokio arreglando un gran contrato, sino arreglamos ese error para cuando dice, lo perderá... ya sabes lo demás. (a lo que Meliodas acento, pues si alguien más temerario que Meliodas en los Demons había, ese, era precisamente su padre y no quería terminar teniendo otro mal día y menos por tal situación.)

Meliodas: está bien... ya me levanto... encárgate de encontrar al responsable de ese error... lo desayunare vivo por mi cruda... (mostrando su cara de enojado)

Zeldris: ya me encargué... lo tengo en espera, por si te quieres encargar del, me adelantare a la empresa para ir gestionando los antiguos balances... te espero allá... ah... llama a tu secretaria, nos será de mucha ayuda...

Meliodas: ya te alcanzo... supongo que no hay de otra... aunque debe estar en las mismas (sonriendo)...

Zeldris: no creo que tenga sueños húmedos escandalosos con Tigo... que delaten por tu nombre que eres su fuente. (a lo que Meliodas lo miro con un leve sonrojo y ojos ampliados por sorpresa)