Ya dentro de un bar los íntimos amigos ya iban con su primera docena de cervezas, por lo que Meliodas apresuro a preguntar con mayor libertad.
Meliodas: ¿oye Ban, tú crees en eso de la brujería? O ¿en la hipnosis?
Ban: ¿que si creo capitán?... por supuesto... ahora que lo menciona Elizabeth sabe mucho de eso... escuché que fue criada por unos chamanes que le jalaban a todo ese pedo... deberías hacerte ver (ganándose la cara preocupada del blondo, lo que le causó mucha gracia al más alto, pues había caído en su broma, lo cual lo noto su amigo)
Meliodas: imbécil y yo disque tomándote enserio (mientras Ban aún se burlaba sin cesar)
Ban: ¡YA capitán!... (riéndose)... no sea pendejo... hay una explicación más razonable a eso... (Meliodas lo miraba intrigado por su comentario) ... se le dice etapa o procesión al enamoramiento o "sepultura de la masculinidad", ahí si como le quieras decir amigo.
Meliodas: no seas tarado Ban... no ha nacido la mujer que pueda oscilar este ideal de hombre... estoy seguro que Elizabeth está jugando conmigo... me hecha algo en el café o será la decoración de la oficina... o esas curvas que de por si hipnotizan... (lo interrumpe)
Ban: no lo creo capitán... si Elizabeth practicara algunas de esas artes, créame que no sería para tenerlo ahí, sino, todo lo contrario, para tenerlo a metros de ella...
Meliodas: ¿así? ¿Por qué lo dices? (enojado por su comentario) ¿tú qué sabes o que zorro?
Ban: solo lo que le escuche hablar con mi queridísima esposa... al parecer siente que tiene el mejor trabajo con el peor jefe... sus galanterías no funcionan con ella capi... debería rendirse y dejarla tranquila así se evita un pase al manicomio o al hospital.
Meliodas: no sé qué me pasa con esa mujer... desde la primera vez que me la encontré me pareció extrañamente llamativa, es sensacional, tanto física como su manera de ser... la he tratado de intimidar de varias formas, pero ella muy lejos de intimidarse al contrario cambia la baraja y me intimida a mí y lo peor es que me deja sin armas, aunque obviamente no se lo muestro.
Ban: hay querido amigo... las nuevas generaciones te recordaran... vete en paz (burlándose)
Meliodas: ya Ban hablo enserio... no estés de pendejo (frunciendo el ceño)
Ban: no capitán... no estés de pendejo tu... date cuenta que esto ya no es el jueguito típico de presa y depredador, jamás te había costado tanto este juego... esa mujer te tiene encoñado. Solo espero que cuando te des de cuenta no sea muy tarde socio para reconocerlo... pero de que estas cagado ya lo estas y ese es tu karma.
Meliodas: yo puedo con esto Ban solo necesito analizar de nuevo el juego... ella debe tener una debilidad o algo que me haga tomar ventaja (pensando seriamente)
Ban: sé que tiene una alergia (Meliodas lo mira) ... o ¿prefieres la metáfora de un grano en el culo? (riéndose una vez más de su amigo) ... no se puede ganar siempre compadre.
Los dos amigos siguieron su conversa y una que otra broma que por muy lejos de molestarle a Meliodas le parecían de cierta manera hirientes e incluso preocupantes, pues lo que le decía su mejor amigo tenía razón y le hacía desencajarse de su plan inicial o la seguridad de salir victorioso de la encrucijada de sus nuevas emociones. Así, la pasaron bebiendo toda la reserva del alcohol que había en el bar sin limitación alguna.
Por otro lado, Elizabeth ya había llegado a la casa con su niño y estaban acostados descansado de su entretenida jornada de la tarde, cuando tipo 4 am, le suena el celular a la adulta, sacándole de su complaciente sueño y aturdida contesta, sorprendida no solo por la hora sino por el remitente de su intromisión nocturna.
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Siempre es Mejor Saber el Nombre
FanfictionUna noche alocada, típica para algunos, nuevo para otros... Dos desconocidos creando el talonario del rompecabezas de su vida. #Contenido Adulto. # Todos los Derechos Reservados. # Del manga de los Siete Pecados Capitales.