0𝟭. Tell me why

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21 de Enero 2023.
Mar de Plata - Barcelona.

Llevaba apenas diez horas de vuelo y tenía doce más por delante. Era un vuelo de veintidós hora y media más o menos. Gavi me insistió por una semana en que regresará a Barcelona porque quería que estuviera en sus últimos partidos de la Copa del Rey. Sinceramente no me apetecía nada regresar a España, pero con los morritos que me hice el otro día por videollamada no pude resistirme a decirle que sí, aparte que él no tenía porque pagar las boludeces de otros.

Gavi era mi mejor amigo desde las catorce, nos conocíamos desde los siete por el colegio, pero solo intercambiamos escasas palabras cuando nuestras familias se juntaban ya que eramos vecinos en Villafranca, un municipio de Sevilla. A los diez empezamos a juntarnos un poco más, pero cuando nos llegó la adolescencia nos distanciamos por año y medio más o menos, hasta los 14 que volvimos a hablar hasta la actualidad.

A los siete años vine de Argentina a España por mi abuela materna, que tenía una enfermedad terminal tristemente, y solo fueron cuatro meses que pude estar con ella. Cuando lamentablemente falleció, mis padres decidieron quedarse en España un tiempo. Cuando yo cumplí diecisiete, ellos querían regresar ya a Argentina pero yo ya había formado una vida allá, por lo que esperaron a que solo cumpliera 18 para ellos regresar y me compraron un apartamento en el centro de la ciudad de Barcelona.

Para ese tiempo, Gavi ya había debutado en el Barca, y desde el inicio me daba pases para ir a verlo. Lo disfrutaba muchísimo. Imagínense la emoción que te da el ver a alguien que amas demasiado y que tiene un papel demasiado importante en tu vida; estar donde siempre te platicaba por las noches de pijamada que quería estar. Ahí, jugando con el Barcelona, en el Camp Nou y que la gente se expresara de él con tanta admiración. Mi cuerpo se desborda por el orgullo que sentía por él.

Gavi era un chico increible, que sin necesidad de ir a algo más allá de la amistad, los dos nos amábamos sobre manera; siempre que estábamos al precipicio, el otro estaba ya tendiendo su brazo para salvarte, y si llegaba tarde, si tiraba contigo y ya de después ambos encontraríamos una forma de salir de ahí. No está demás comentar que por un momento ambos llegamos a pensar que estábamos enamorados, pero solo era la idea de que no hablamos con mucha gente en un pueblo tan pequeño y solo nos teníamos a los dos. Pero normal, se nos pasó.

"They say romance is dead but it was all just in their heads boy."

Como siempre, iba escuchando música. Me considero una persona muy dependiente de la música, es decir, no podía hacer cualquier cosa si no estaba escuchando música: leer, hacer ejercicio, estudiar, cocinar, dormir, limpiar, comer. Siempre, siempre, algo de música venía increíble al corazón.

En las siguientes diez horas de vuelo estuve leyendo, vi Baby Driver, que no está demás comentar que es una de mis películas favoritas. Después me dormí con los audífonos hasta que anunciaron el aterrizaje.

Cuando finalmente fue la milagrosa hora de bajar del avión me estiré sobre mi asiento y espere que el avión se vaciara un poco. Cuando ya quedaban solo como tres pequeñas familias, me dispuse a recorrerme entre los sillones y pararme.

Solo llevaba una mochila sobre mi, aparte de las dos valijas, las cuales recogí en las cintas del aeropuerto.

Gavi me había cancelado a última hora de venir a recogerme ya que le había salido un imprevisto, obviamente lo comprendí y me mando la ubicación de su apartamento.

Cuando llegué al edificio, pase a recepción a pedir las llaves que me había dejado con la chica encargada, esta amablemente me indico el piso en el que se encontraba aunque obviamente Gavi ya me había dicho, pero no fue de más agradecer.

INMARCESIBLE | Pedri G.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora