𝟭𝟵. Lavander haze

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23 de Noviembre 2023.
Tenerife.

—Madre mía, el calor. —me queje en cuanto pisamos las tierras de mi chico.

—Exageras, amor.

Todavía me costaba acostumbrarme al clima de acá, a pesar de solo ser unos grados más que Barcelona.

—¡Tori! —me saludó mi suegra en cuanto me vio cruzar la puerta de su casa.

En menos de dos días era el cumpleaños de mi novio y junto a sus padres y Fer habíamos planeado venir a Tenerife a pasar un par de días. Pedri prefería pasar su cumpleaños en casa con sus padres a salir de fiesta por ahí y terminar vomitando. No le iba mucho ese rollo.

—¿Pero no su vuelo salía hasta hoy por la noche? —preguntó mi suegro Fernando saliendo de la cocina con un zumo en mano.

—Que era broma. Queríamos venir antes. —aclaró mi novio mientras se tiraba al sofá conmigo detrás.

Pero vi a Fer bajar por las escaleras con cara de no enterarse de nada, y nada más verme se le alegró el rostro. Él había venido desde hace ya un par de semanas antes que nosotros. Nos acercamos caminando de forma rara, como siempre que nos íbamos a saludar.

—¡Anda! —me saludo chocando nuestras manos haciéndolas tronar. Difícilmente nos salía.

—Joer, este par. —se quejó mi novio ya desparramado por el sofá de la sala.

Había hecho una amistad muy increíble con el hermano de mi novio. Nos llevamos genial. Siempre me acompañaba en los partidos y cuando amanecía en casa de mi novio y él ya se había ido al entreno me preparaba algo de desayunar antes de pirarme.

—¿Salimos hoy o que? —propuso Fer cuando sus padres desaparecieron escaleras arriba después de una larga charla, frotando sus manos.

—Naa, mejor me guardo para mañana. Salimos hoy o mañana, esa es la condición. —condiciono Pedri parándose del sofá estirándose. Entonces Fer se quejó tal como un bebe.

—Pero a que tú si me acompañas, cuñis. —me hablo ahora a mi.

Pase mi mirada hacia Pedri quien me miraba expectante. Había salido antes únicamente con Fer, si, pero en Barcelona, aca todo sería un poco diferente, pues no conozco tanto; y Pedri no le daba problema alguno que saliera por ahí, solo me pedía que fuera responsable al beber y con quien juntarme.

—Uhm, no lo sé Fer. —le respondí.

—Anda, pues piensatelo y me avisas. Yo me voy a las nueve. —dijo parándose metiendo su móvil en su bolsillo trasero.

—¿A dónde vas ahora? —le preguntó Pedri viendo como se dirigía a la salida.

—Por ahí.

—Que vago me eres. —habló el moreno al aire y se giró hacia mí— ¿Tú quieres ir? —me pregunto tendiendome una mano de pie la cual acepte gustosa quedando frente el.

—No sé, digo, si me dan ganas, pero es que no vas tú, y aquí es un poco diferente.

Él frunció los labios y continuó. —Es que realmente no me apetece salir hoy, amor. Pero si quieres te acompaño un ratito.

—No, no. Está bien. Me lo pienso más al rato, apenas son las dos de la tarde.

—Dale. —hablo y terminó la conversación del tema.

Subimos a su habitación donde ya estaban el par de maletas en una esquina. Y el resto de la tarde estuvimos haciendo el tonto en su habitacion despues de haber comido con sus padres.

INMARCESIBLE | Pedri G.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora