0𝟱. The way I loved you

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26 de Enero 2023.
Barcelona.

Estaba andando por la Ciutat Esportiva en lo que Gavi terminaba el entreno. Le había dicho que si podía ir a verlo a la final de este para después salir a dar la vuelta por ahí antes de irme a México. Eran las ocho y media, había llegado hace quince minutos. Entré en la cancha de basquetbol y me adentré más en ella.

"Get on without my guy
You went back to what you knew
So far removed..."

Estuve entrenando basquetbol a los catorce por dos años, justamente por la chica que me hizo descubrir mi sexualidad. En la esquina de la cancha había una cesta con balones y fui en busca de uno. No había nadie adentro del lugar, era como una habitación más en el establecimiento, es decir, no al aire libre.

Como en mis catorce años, empecé a dominar el balon con mis aprendizajes desarrollados. La bote sobre el área de tiro libre, seguido de lanzarla a la canasta, rebotando en el tablero y encestando; sonreí ante la acción.

"I just wanna rewind
I haven't seen you in a long time
You got me feelin' so lonely..."

Estuve unos diez minutos tal vez ahí, con la música en mis oídos y la pelota en mis manos. Había olvidado lo terapéutico que era esto.

La pelota rebotó del tablero hacia atrás de mí, bufe para ir a por ella cuando me sobresalte sobre manera cuando una figura la tomó en mi lugar, botándola un par de veces al tiempo que avanzaba un par de metros, lanzándola a la canasta y encestando sencillamente. Bajo mi examinante atención.

—Mira, resulte ser bueno para el básquet también. —habló con su apacible tono de voz y su mirada café sobre mi.

—No sabes el quilombo que me da verte hablar conmigo como si no me hubieras hecho mierda, Pedri.

Decidida me dirigí hacia la salida, que me era lejana. Pero su cuerpo se me topo frente. Me di la vuelta con frustración llevándome las manos a la cara, después girandome de vuelta a él, teniendo que alzar la mirada.

—¿Qué quieres? ¿Qué más quieres de mi? ¿Otra temporada de puros polvos para sentirme más mierda conmigo misma? Pedri, no puedo... No eres para mi.

—Tori... no voy a venir con el descaro de decirte lo siento, porque sé perfectamente que eso no va a arreglar una mierda. Pero quiero que sepas que estoy 200% arrepentido de la chorrada que te hice, y que ahora me las jugaria a todas por ti, y si, joder, si, probabletente no me quiereas ni ver, pero te juro que no puedo mas. Perdón por darme cuenta de lo mucho que vales cuánto te fuiste...

Él y su manía de acelerar mi ritmo cardiaco.

Cubrió mis mejillas con sus manos calientitas, acercándose centímetros más a mi cuerpo.

—Quiero intentarlo contigo, no por capricho si no por amor, se bien lo que quiero cuando te veo, la verdad es que te quiero. Y no eres una necesidad pero si que eres mi prioridad más grande ahora... Fuiste mi instante favorito, y no sabes cuanto me encantaria en que no quedemos en un solo instante.

Cerró sus ojos, rozando su nariz con la mía, transmitiendome novecientos sentimientos con ese simple roce. Puse mi mano derecha en su nuca, acariciando su cabello recién rasurado; y mi mano izquierda en su mandíbula.

Estaba bajo su poder, porque se lo permitía, y no se si me molestaba mucho en realidad. Tristemente.

Supe que quería besarlo, supe que quería besarme, porque me acarició con el pulgar el trago de mi oreja. Y si era lo que queríamos... ¿Iba a oponerme?

La música se seguía escuchando a través de mis airpods.

"No, uh, uh, don't wanna do this now
There's just inches in between us
I want you to give in, I want you to give in, oh..."

Atrape sus labios de forma suave, sutil. Tratando de guardarme el sabor de estos. Que no sabían a nada, pero a mí me sabían a anhelo y capricho, creando un canal para transpasarnos estos mismos. Ese momento era la descripción gráfica de algo inefable; ese beso tan especial que te hace tocar el cielo sin necesidad de ser fogoso, que te hace ver las estrellas, que te hace desear tener más aire para no detenerte. Me llegó su olor a perfume caro, y sentí su tensión aminorar sobre mi. sus manos se deslizaron por mi cuello.

Sus labios sobre los míos serían la mejor sensación que podría disfrutar en mi vida. Nunca sabías si iba te iba a deshacer los labios de un morreo, o si simplemente te los iba acariciar y cuidar entre los suyos.

Nuestros labios dejaron de entrelazarse entre ellos y se separaron, acción seguida de apoyar nuestras frentes en la contraria, deslice mis manos hacia sus mejillas.

¿Por qué me haces esto, Pedri?

Acariciando su mejilla derecha con mi pulgar, le di un beso corto, y le dediqué una última mirada glacial y apagada. Marchándome del lugar, con otros treinta cuestionarios a responder por la noche.

28 de Enero 2023.
Barcelona - CDM.

El Barcelona esta noche estrenaba su nueva equipación. Lamentable no podría estar ahí porque mi vuelo había salido a las ocho de la mañana, y había estado desde las seis en el aeropuerto, una putada. Gavi me había acompañado hasta facturar las maletas, que esta vez era una sola, pues solo me quedaría tres días allá. Me deseo mucha suerte y que me cuidara.

Llevaba cinco horas de vuelo, en la que había estado durmiendo, después de haber comido un snacks de esos baratos que daban.

"And I keep my side of the street clean
You wouldn't know what I mean..."

Talle mis ojos con mis muñecas. Me pondría a leer el libro que empecé a leer ayer por la noche; Balde me lo había comprado, dijo que había escuchado muy buenas críticas de él y que seguro me iba a gustar. Yo le agradecí muy emocionada, siempre sería un detallazo el que te regalen libros.

«Las personas son como las olas del mar. Algunas apenas las sientes y otras te golpean hasta revolcarte en la arena y sacarte la mayor de tus sonrisas»

El vuelo estaba a hora y media de su fin. Dos vuelos en menos de un mes me van a matar, y eso que en tres días tengo que volver. Nos preparamos para el aterrizaje. En el aeropuerto habría guardias de seguridad esperando por mi para hacer mi llegada segura. Cuando entré al aeropuerto como tal, no pude con el clamor del lugar. Los chicos de traje que me doblaban la estatura estaban junto a la puerta, y en un instante se pusieron a mi lado. Ya había recogido mis maletas en la cinta. Los fans -chicas en su mayoría- me ponían su celu a una distancia considerada para tomarse selfies, yo trataba de sonreír a todos. En realidad me era un acto super lindo que las personas mas importantes para mí, vengan a recibirme de esta forma tan cálida. También me tendían cosas, detalles, que al yo venir con una mano en mi maleta no podía agarrar mucho, pero los chicos de seguridad me ayudaron tratando de agarrar lo máximo posible igual.

Cuando finalmente pude salir del lugar, me dirigí al coche que me esperaba subiéndome en la parte trasera. Cuando llegué al hotel en el que nos osperariamos todos estaba desbordado de gente igual. Un chico de seguridad me ayudó a llegar hasta la recepción del edificio, tendiendome un mochila donde habíamos guardado todos los regalos.

En el camino hacia el elevador, me tope con Ari.

—¡Hermosaa! —me saludo alargando la última vocal y viniendo a mi para abrazarme— Oye, ¿por que no me avisaste que venías?

—Que onda, guapa. Es que no tenia señal.

Me acompaña hasta mi habitación. Me había dicho Ari que todos estaban en el bar de la terraza, y que ella justamente salía para ver a Juan. Avise a Pablo que ya había llegado. Vi cortamente los regalos y los deje sobre mi cama.

Terminé en el after de la fiesta en la habitación de Spreen probablemente ebria. Y al día siguiente con una resaca horrible y un premio en duda si me lo llevaría a casa.

INMARCESIBLE | Pedri G.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora