INMARCESIBLE | Pedri G.

𝟭0. It's Nice to Have a Friend

12 de Febrero 2023.
Barcelona.

Sus bíceps se defendían más de lo normal cuando corrían. Corriendo tras del balón, con los labios entreabiertos, parte de su cabello pegado a su frente, con gotas de sudor ya sobre su rostro.

En el minuto 16 Gav hace un pase hacia Frenk cerca de la portería rival, el rubio lo sabe aprovechar y hace un pase limpio hacia Rafinha quien lo pasa a Pedri al instante, el moreno se la pasa a Lewa quien se la regresa de taconazo y finalmente Pedri hace su magia metiendo el esférico al arco. Desde Gav fue una jugada increíble.

Pedri festeja junto a Lewa y al segundo se une Gavi y el resto del equipo. Celebran el gol debidamente y después de todo, sus ojos café topan con los míos y su sonrisa mojabragas se dibuja en esos labios tan lindos.

El partido continúa con normalidad y el Barcelona intentando encontrar el segundo, con el Villarreal en un intento de marcar el primero. El segundo tiempo empieza y en el minuto 89 el Villarreal marca el empate pero es finalmente anulado por offside. El final del partido llega y tres puntos más se suman a la tabla de posición para el Barcelona.

"La possibilité de t'aimer comme gravir une montagne
J'l'ai déjà envisagé, tu peux sortir le champagne..."

La figura de Gavi se me puso al frente, con una botella de agua en mano. Llevaba una sudadera color beige con un pantalón negro.

—Vamo' —hablo haciendo un movimiento con la cabeza—. Pero mueve el culo ya que luego nos deja el zoquete.

Me pare de malagana fingida.

—No me jodas que estuviste todo el partido con los cascos puestos. —soltó mirándome unos segundos cuando me puse el cabello detrás de la oreja dejando ver mi airpod.

—No. —le dije con el ceño fruncido y una mirada introspectiva.

Finalmente llegamos al aparcamiento privado del estadio y entre tantos coches distingui el mini verde de Pedri. Caminamos hasta el y lo vi en el asiento del piloto con las manos al volante moviendo sus dedos sobre el. La puerta de atrás fue abierta y Pablo se subió al coche sin objetar. Obligándome a subirme al asiento del copiloto. Tampoco es que tuviera mucho problema.

En el camino los chicos fueron charlando de temas triviales en los que me involucraron algunas veces.

"Son tus ojos marrones
Con esa veta verdosa
Es tu cara de niño
Y esa risa nerviosa..."

Estaba en todas las canciones.

Después de todo llegamos al edificio y nuevamente el castaño sin jestular alguna palabra se bajó del coche dejándome a solas con Pedri. ¿Se habían puesto de acuerdo a caso?

Sostuve la mirada sobre sus ojitos cafés. Me estaba empezando a asustar la locura a la que me lleva este chico. Las ganas de querer deshacerle los labios cada que lo veo, o la forma en la que puede manejar la velocidad de los latidos de mi corazón cada que aparece en mi campo visual, o la sensación que me explota en el estómago cuando hace el mínimo roce con mi anatomía, o las ganas de querer escribirle con mi lengua por cada rincón de su figura, o la forma en la que me atrapa su fragancia que conocía ya a la perfección. Todo eso me llegaba a asustar.

El frío de su mano se posó sobre mi muslo izquierdo y enredó un mechón de mi cabello entre sus delgados dedos.

Estaba completamente enamorada de Pedri, y ya no me importa si me volvía a fallar porque solo quería vivir el momento. Quería guardarme el sabor de sus labios, la sensación de su mano sobre la mía, las emociones que conlleva cuando me toca de la mínima forma, quería memorizarme las definiciones de su cuerpo, quería aprenderme sus fetiches, pasiones, y gustos, como también las cosas que le desagradan, quiera cumplir todas su fantasías, en la sexo, en el amor, en la vida; quería entregarle mi inocencia al amor, quería que fuera el, que fuera él quien me mojara con la lluvia de sus ganas, quería nadar entre sus fantasías, ahogarme de él, y ser naufragamos del amor y la pasión que producimos.