los días siguieron corriendo, el doctor Michael ni nadie en el San Heberek sospechaba de la nueva situación de Ruggero.Había pasado casi una semana desde el encuentro pasional que tuvo con él en su habitación, de solo recordarlo se le subía los colores aunque ya no hubo más encuentros de ese tipo entre ellos, ni de ese tipo ni de ningún otro.
Ruggero estaba muy cambiado su relación de cierta manera se había enfriado y debía reconocer que eso la tenía triste, no sabía qué le ocurría pero casi no salía de su cuarto y cuando ella iba evitaba El más mínimo contacto, no la faltaba más con sus besos o abrazos y apenas le daba algún suave beso cuando se saludaban, se sentía culpable en parte porque fue ella misma la que siempre insistió en que debían ser cuidadosos, que no debían demostrar lo que sentían, se suponía que en parte se debía a eso su actitud tan fría con ella, debía reconocer que estaba muy desilusionada de que haya tomado tan en cuenta sus advertencias.
Las veces que sus besos iban más allá de simples roces y las caricias se hacían presentes, a pesar de que estaban jugando con fuego ella sentía que hacía lo más correcto del mundo, demostrar lo que su corazón y su alma demandaban expresar su necesidad de ese hombre que le robó el aliento y se adueñó de sus pensamientos, invadiendo su corazón sin pedir permiso previamente. Y que ahora le saqué todos esos desaciegos de su ser, la tenía de por más intranquila.
Lo extrañaba tanto, además que la tenía preocupada no sabía qué pensar, también se podía deber su cambio de comportamiento a la suspensión de su medicamento, o al hecho de que ingiriera esas gotas, la verdad no lo sabía con certeza pero sí era muy claro que su mente estaba cambiando, y eso lo manifestaba de forma muy notoria El problema es que no eran esos los resultados que esperaba, la intención con todo eso es que mejorará, no que se volviera aislar de su alrededor además lo sentía frustrado, irritable, a veces ni la veía para hablarle y lo notaba más tímido de lo normal, no sabía si ese era el verdadero ruggerito, o solo un proceso de adaptación a sus nuevas condiciones, parecía que experimentara con su mente y cuerpo, y pensar en eso último no menguaba su preocupación al respecto.
Iba hacia su cuarto con el almuerzo, a escondidas a veces le llevaba más comida, ya que no se conformaba con la comida que le daban las cocineras del lugar, realmente estaba teniendo un apetito muy grande, además se la pasaba haciendo ejercicio en el cuarto y al estar prohibidas las practicaba ahí dentro, claro que no era mucho lo que conseguía hacer debido al espacio con el que contaba pero se las ingeniaba, eso ella lo reconocía.
Ingresó a su cuarto, encontrándolo haciendo lagartijas, cada vez era más activo ya no estaba en ese estado de mutismo y eso la alegraba, pero otras actitudes de él la descolocaban no terminaba de saber si ese era el verdadero ruggero, pero sí extrañaba el cariñoso muchacho del que se enamoró.
Karol : Ru, te traje de almorzar además de un postre que preparé en casa.- expresó con una linda sonrisa al ingresar generando que él detuviera lo que hacía y procediera a levantarse con una linda sonrisa, feliz de tenerla con él.
Ruggero : karito...- expresó alegre mientras se levantaba pero Karol notaba que cada vez la veía o la nombraba de forma algo extraña, no estaba segura que era pero lo sentía frustrado, retraído, algo le sucedía y ella necesitaba saber que era.- gracias...- pronunció levemente cohibido mientras se sentaba en la mesa, seguido por ella.
Comida en silencio y ella se dedicaba a verlo disfrutar su comida con gusto, imaginaba que la insípida comida del psiquiátrico lo tendría asqueado.
Ruggero : esto está delicioso Karol!!- dijo alegre para proceder a beber un poco de té.
Karol : me alegro que te guste...- dijo con su sonrisa habitual, para luego estirar su mano y alcanzar la propia y proceder a envolverla con cariño, sintió cómo se tensaba ante su contacto, para luego verla fijamente percibiendo que se encontraba perturbado, aumentando su preocupación, algo le sucedía no sabía que era pero la tenía intranquila, en ese estado le dijo reflejando en sus castaños ojitos sus sentimientos.- Ruggerito... Te he notado extraño y muy distante, qué sucede contigo?? Debes decírmelo si no suspendemos las gotas, te hacen mal?? Te genera malestar de algún tipo???
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Locura de amor! (Ruggarol)
Fiksi PenggemarDicen que el amor no tiene límites, que uno no elige de quien enamorarse, ¿Será así para ella? ¿Podrá expresar lo que siente libremente? ¿O deberá reprimirlo? ¿Será lo correcto enamorarse perdidamente de él? Aventurate en esta hermosa historia par...