Isabella se encontraba dibujando para su gran libro de investigaciones. Un boceto a rayones que comenzaba a tomar forma de poco a poco, en aquel gran árbol donde las hojas eran testigos de los trazos mientras todos platicaban animados jugando con los charcos y platicando amenamente entre ellos.
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Boceto a mano de los ojos de Levi.
— Al parecer no te gusta mucho platicar —Smith sube con ella— pensé que sería buen lugar para tu primera expedición, no hay que temer nada. ¿Lo ves?
— Es muy lindo el lugar, gracias por tenerme en una gran consideración en sus decisiones —hace una reverencia débil con su cabeza— me gusta bastante, diría que es el mejor lugar que han visto mis ojos.
— Creí que te gustaría, me alegra saber que la decisión que tome fue la correcta. Pensé en el bosque o en el gran jardín, hay tantas flores que seguramente no las conocerías todas —se sienta a un lado de ella—, quizá debí llevarte ahí.
— Este lugar esta bien para mí, es bastante pacifico y me gusta la vista que descubrí hoy —le sonríe extendiéndole su dibujo— sabia que por algo las mujeres se fijan en él, es su rostro.
— Acabas de plasmar sus ojos en un papel, es un gran dibujo. ¿Es para tu libro? —asiente recibiendo el dibujo devuelta— ¿Te dijo sobre su Hanahaki, cierto?
— No lo culpo, es bastante atractivo —no puede evitar reír por su comentario sorprendiendo a la doctora— no era un chiste, ¿A caso se toma a burla lo que pienso? —exagera provocando que ría más— Lo acusare con Levi.
— En otra vida podría amarlo —contesta aún entre risas. Mira hacia el lago azul donde está Levi detrás de un gran árbol apartado de los demás, viendo hacia la nada y en soledad— en serio que podría.
— ¿Y por qué no ahora? ambos podrían estar juntos, podrían luchar uno al lado del otro. Tendría una guardia especial si lo quiere ver de ese modo.
— Porque no lo amo, no ahora. Lo aprecio y quiero pero ¿Amor?, no es lo que siento realmente por él... yo deseo mucho más cosas, tengo un deber. Si quisiera renunciar a él, lo hubiera hecho por la persona que realmente amaba.
— Solo puedo decirle que me parece egoísta, por ese deber termine aquí también —su voz se endurece, Smith se sorprende ya que la mujer siempre demostraba sumisión o cordialidad pero esta vez es molestia— y no me molesta, conocí personas grandiosas pero no permitiré que mate a Levi de esa forma si es que puede evitarlo.
Se levanta dando media vuelta dispuesta a marcharse a otro árbol más lejano.
— Traté de amarlo pero no pude, eso te lo puedo prometer y si pudiera salvarle... lo haría —jura, pero Isabella solo ha accionado su equipo hacia el suelo y camina marchándose de la multitud.
No lo entiende, simplemente ¡No lo entiende! las emociones son complejas para ella, ya que nunca ha podido sentir algo por alguien de manera romántica. Claro que amaba a sus padres, a Carla, a Grisha, a Eren pero ¿Amar a alguien de forma romántica? ¡Imperdonable! Nunca entendió el cosquilleo en el estómago que todos los pacientes le decían, nunca entendió el hormigueo en los labios por un beso y mucho menos entendió cuando conectaban sus miradas y pareciera que todo estaba bien. ¡El amor no tenía maldito sentido en la ciencia!
Piso una flor que tenía por delante con furia, Hanahaki simplemente no tenía sentido. ¿Por qué flores? ¿Por qué la gente moriría de amor? ¿Por qué ella no podía sentirlo?
— ¡Te odio! —le gritó a la flor, molesta. Era una margarita— ¡Si ustedes no existieran la gente no moriría y quizá pude haber tenido mi vida soñada!
Una pisada movió el lugar. Una respiración en su nuca hace que gire tan lentamente tratando de no dar la vuelta.
Un titán de gran sonrisa le observa.
Si son aterradores.
Sus manos accionan su equipo de golpe, sin pensarlo, evitando que su gran mano la aplaste. ¿Debería gritar? ¿Si grita atrae a más? ¿Que debe hacer?, sus pensamientos se detienen en una respuesta lógica... debe matarlo.
Era como aquel día cuando la muralla cayó, sencillo.
Sus manos tiemblan tomando sus cuchillas pero antes de que pueda hacerlo el titán está frente a ella. Quizá Hanji no estaba tan loca, era fascinante. ¿Ellos vomitarían flores también?
Su mano se alza pero esta es inmediatamente cortada evitando que Isabella muera.
— ¿Estas bien? —Levi llega a lado de ella— vámonos, es inútil tratar pelear. No es el momento.
La jala hacia él para poder cargarla y marcharse del lugar dejando atrás al titán.
— ¿Por qué le miras tanto? Ya no nos alcanzará.
— Se cayó un dibujo que estaba haciendo —nota triste— me gustó mucho.Creo que es el mejor que estaba haciendo.
— ¿De qué era? Un dibujo no vale la pena tu vida.
Se detienen en un árbol.
— De usted, de sus ojos.
— ¿De mi? —alza una ceja— ¿Por qué?
— ¡Ciencia! —grita contenta alzando sus brazos— la anatomía de sus ojos es digna de un dibujo, en 200 años alguien encontrará ese papel y será objeto de estudio.
Levi le mira sin expresión alguna.
— No podemos volver por él, lo siento. Es hora de irnos —indica caminando— vamos, espero te haya gustado tu excursión. Totalmente hecha para ti.
— ¿Por qué le caigo mal? Ni siquiera me llama por mi nombre.
— Isabel, no es un insulto. Tu nombre es la combinación de dos, Isabel y Bella, me gusta más dirigirme a ti como el mejor recuerdo que tengo y eso significa mucho más para mi... solo soy así, no me desagradas.
— Eso me calma un poco, Isabel suena lindo también y me hace sentir mejor que alguien no me diga Bella, como si es lo único que tuviera.
— Eres más extraña que Hange, es lo único que puedo ver.
Isabella ríe.
— Lo tomare como cualidad, el cerebro de Hange es fascinante.
n/a: es el capítulo más corto que he hecho para esta historia pero absolutamente necesario. <3
