Capítulo 32

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Capítulo 32 | Cansancio

La fascinación de Isabella por los sentimientos humanos crecía cada vez más con el paso de los años, la gente que amaba, sacrificaba y lloraba

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La fascinación de Isabella por los sentimientos humanos crecía cada vez más con el paso de los años, la gente que amaba, sacrificaba y lloraba. Una infinidad de emociones dichas y no dichas, la favorita de la doctora después del amor, era que la gente solía mentir sobre sus estados emocionales.

La gente odia a los mentirosos pero les gustan las mentiras, es algo extraño para Isabella. Las personas no podrían soportar escuchar una respuesta como: no, no estoy bien, estoy cansada, estoy dolida, quiero morir.

E Isabella desde el día en que su hermano menor ingresó a la legión confesando tal verdad, comenzó a cansarse demasiado rápido. La medicina se volvió tediosa, los experimentos, el levantarse por las mañanas.

» No estoy cansada, estoy bien, me siento bien« Repitiéndolo como si se tratase de una voz en su cabeza, pero en realidad era todo lo contrario.

Isabella estaba cansada ante lo que le impusieron llevar, ante todo lo que debía cargar sobre sus hombros.

Solamente, estaba cansada de perseguir algo que persiguió toda su vida. Sus piernas por fin pedían un descanso y su mente también, estaba agotada. El rostro más bello de las tres murallas se convirtió en uno cansado e infeliz.

Era una mujer que ansiaba la vida normal pero la vida la guió por todo el camino contrario, y ella ya estaba cansada.

Quería regresar a casa.

— Debo ser yo —Armin termina de explicar el plan, esa simple frase provoca que la mayor de todos los presentes por fin salga de su trance— ¿Están listos?

Isabella sonríe, el viento golpea a su dirección contraria como si estuviera tratando de evitar que la doctora de un paso enfrente, su trenza se mueve y su capa también — ¿A dónde crees que vas Armin Arlet? —sonríe de lado mientras camina hacia ellos, todos dan un paso atrás. Sasha niega con la cabeza al igual que Connie— ¿Estas robando mi trabajo? —el viento golpea cada vez más fuerte, la trenza que tiene por fin se deshace.

» Estoy cansada, por favor... déjenme ir «

— ¡Capitana! —Connie corre hacia ella para poder abrazarla— ¡No tiene que hacerlo, no se vaya! —Sasha se abalanza a ellos provocando que Isabella pierda un poco el equilibrio, seguido de ella, Jean corre con lágrimas en los ojos para abrazarla logrando que finalmente caiga en el suelo— ¡Por favor capitana! —ruegan los tres en coro.

— ¿Tanto así me van a extrañar? —la voz se le apaga, tratando de abrazar a los tres en un cálido abrazo de despedida— gracias por ser mi escuadrón, chicos.

El trío comienza a llorar desconsoladamente mientras que se levantan. Isabella ahora tiene a otros niños con los cual debe despedirse, los ojos cafés observan primero al rubio, tiene bastante potencial, realmente cuido bien de él en su momento, después mira a Mikasa... fuerte y sensible, se convertiría en una gran mujer. Después mira a Eren, creció bastante, ya no es un niño al cual cuidar y proteger.

¿Y exactamente por qué siente que no tuvo el tiempo suficiente con ellos?

Cuando da un paso hacia ellos, Eren responde dando uno atrás negando con la cabeza y lágrimas apuntó de salir de sus ojos, da otro paso y el contrario sigue retrocediendo lentamente sosteniéndole la mirada.

— Es momento, Eren —le habla, sigue negando con la cabeza mientras retrocede y ella avanza— el tiempo se agota.

El piso del techo se acaba, no puede huir.

— Mírate —llega a él tomándolo de los hombros— creciste mucho Eren, ya no te gustan los juegos... debimos jugar mucho más tiempo.

No lo hagas —le murmura, la voz quebrada es símbolo de su estado de ánimo— no me dejes, yo te necesito aquí.

— Necesitas saber... —le murmura para que solo él la pueda escuchar, lo atrae hacia ella en un abrazo reconfortante—, no puedo seguir Eren, estoy muy cansada. Volveré a casa, es el momento.

El menor corresponde el abrazo sosteniéndola de la cintura, aferrándose a ella. Niega constantemente con la cabeza — Yo también soy tu hermano —reniega con dolor en su voz, se aferra mas— me dejarás solo, no me hagas esto. Eres mi única familia, no podré hacer nada sin ti.

— Mi hermano menor —repite abrazándole más fuerte— sé que puedo, por eso lo hago. Ustedes deben llegar al final de todo, juntos. Armin, Mikasa y tú.

— No me dejes, yo también soy tu hermano. Te necesito conmigo, me dejarás solo.

— No digas eso, tienes a tus amigos y tus maestros. Levi cuidará muy bien de ti, estoy segura. Hange tendrá tantos experimentos para ti, solo cuídate de ella —finalmente, rompe el abrazo— vuelvo a casa de nuevo, ya es hora.

Da un paso hacia atrás, el viento golpea de una manera ensordecedora. Tan fuerte como si no quisiera que Isabella no se marcharse pero aún así acciona su equipo poniéndose en marcha como momentos antes explicó Armin.

— ¿Me perdonarás Levi? —murmura estando frente del titán colosal— ¿Lo harías?, es mi momento de abandonarte. Lo siento mucho —sonríe, triste. El equipo la mantiene en el aire, frente al titán — Hola, pequeño titán. —saluda animada hacia el colosal que le devuelve la mirada con pena.

La vida de Isabella se concentró en ese momento, en las risas, en los abrazos dados y en las lágrimas derramadas. En Elio, la forma en que los dos jugaban por las mañanas, tardes y noches, en Grisha y sus chistes sin sentido en el consultorio, incluso recordó a su propia madre. Seguro ella estaría triste ante la noticia pero no sorprendida, ¿Estaría orgullosa como todo el mundo de ella?, su padre, su viejo padre que sonríe con amabilidad al mundo. ¿A caso fue una buena hija?, Y ahí, mientras la piel se le quema cortando todos los músculos y nervios, recordó a Levi.

¿Qué pasaría con el? ¿Con las pláticas en la madrugada? ¿Algún día podía llegar a amarla como ella a él? ¿Algún día podría besar de nueva cuenta sus labios? Dios, Isabella nunca tuvo sexo en su vida y ahora deseaba que fuera Levi quien la tocase a su antojo, que le limpiara las lágrimas y sostuviera su mano.

¿Encontraría a alguien que lo consuele por las noches? Esperaría que si, que Erwin hiciera ese trabajo.

Seguramente él cuidaría de Eren en su ausencia. No hay nada de que preocuparse, al final las cosas se acomodan y ella por fin descansaría. Soñaba con árboles quebrados, pastizales extensos y todos estaban esperando por ella.

Isabella vivió con amor y murió por el mismo, era una sensación grata de decir que vivió en la adversidad, con cargas que no correspondían y aún así su hermoso rostro poseía una sonrisa hacia todos aunque era lo menos que quería.

Bella fue una gran persona, no hay duda de eso.














no es el final.

EXIST FOR LOVE | Levi Ackerman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora