Capítulo 14

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Capítulo 14 | Fiebre


Isabella camino por los pasillos, agotada y pensativa. Después de su encuentro con Erwin en su baño, se dio cuenta que le faltaba un paciente bastante importante dentro de sus expedientes que se había negado a asistir a su consulta médica del día de hoy.

Su mano dudó en tocar la puerta por un segundo, como si algo le dijera que por hoy no debía verle. Que por su propia seguridad diera media vuelta y marchase lo más rápido posible para no tener que afrontar el hecho de que su capitán le parece atractivo, ¿Qué clase de nervios eran estos?

— Capitán Levi —habla en voz baja queriendo que no la escuchara— ¿Esta todo bien? Hoy no fue a su consulta —nadie responde— hey, no tiene que ser tan grosero conmigo.

Levi podía ser todo con ella pero le respondía al menos con un sarcasmo o insulto. Eso motiva a la morena a abrir la puerta de poco a poco descubriendo su cuerpo dormido en el escritorio.

Se acerca lentamente a él queriendo no hacer ruido para no despertarle y así poder llevarlo a su cama, su mano se atreve a peinar un cabello rebelde que cae por su frente —Levi —le llama en un susurro, casi admirándole

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Se acerca lentamente a él queriendo no hacer ruido para no despertarle y así poder llevarlo a su cama, su mano se atreve a peinar un cabello rebelde que cae por su frente —Levi —le llama en un susurro, casi admirándole. Sonríe como tonta al verlo de esa manera, sin el ceño fruncido y con una cara pacífica.

Y ahí estaba Bella, pensando desde niña que la magia no existía. Recordando los cuentos que solía leer junto a Elio, uno de ellos hablaba sobre una guerra entre el hombre y la mujer donde luchaban por no enamorarse, un cuento mágico y absurdo que Isabella amaba. Pero en este momento, mientras ve a Levi lo único que puede sentir es eso, magia.

La morena perdió desde muy pequeña su hogar, Elio que era mayor por 10 años se fue para siempre como si una corriente de aire se lo hubiera llevado en un abrir y cerrar de ojos. Isabella perdió todo lo que tenía aquel Marzo, cuando apenas tenía 12 años de edad.

Y por un momento los dedos de Levi parecen ser interesantes, como si juntar sus manos ayudara a la soledad de su corazón. La yema de sus dedos se acerca peligrosamente hasta que...

Espera...

Isabella parpadea tratando de reaccionar, saliendo de su ensoñación.

¿Los dedos de Levi estaban... calientes?

Y solo en ese momento, Bella vuelve a tocar su frente dándose cuenta que está hirviendo — ¿Levi? —le llama en un tono de voz normal, el otro no contesta— ¡Levi! —le grita nuevamente tomándole de los hombros y sacudiéndole. En realidad no estaba dormido, estaba en estado de shock.

De manera rápida pasa un brazo por su hombro y con su mano libre lo toma por debajo de sus rodillas para poder cargarle y llevarle a su consultorio.

— Hey Levi, por favor no me hagas esto —le habla mientras camina lo más rápido posible hacia el lugar, — Por favor, háblame. He hecho mucho por ti como para que ahora me dejes —patea la puerta con fuerza y lo deja en una de las comillas más cercanas a ella— ¿Por qué nunca pides ayuda?

Coloca uno de sus guantes con prisa, sintiendo la frustración cuando estos no bajan. Y cuando por fin logra colocárselos abre sus labios notando la sangre acumulada qué hay en ellos, no hace más de una hora que seguramente vomito alguna flor. — Le prometo que le comprare todas las camisas del mundo y las aprenderé a lavar como a usted le gusta — ante tal promesa, rompe su camisa liberando la piel pálida del capitán comenzando a palpar el pecho y estómago.

Finalmente se detiene a la altura del corazón, la respiración comienza a fallar lentamente, las lágrimas de desesperación comienzan a llegar y se atreve a recargar su frente en la sien del paciente. — Si eres tan fuerte como dices ser, deberás prometerme que vas a resistir. Tienes que reaccionar —le murmura en su oído.

Limpia las lágrimas que van saliendo de ella, y con decisión toma una mascarilla manual de oxígeno. Se sube en él, tratando de no aplastar su estómago inflamado colocándole la mascarilla rápidamente.

Una compresión, dos, tres, cuatro.

El pecho de Levi comienza a subir lentamente, tratando de luchar por el oxígeno.

Cinco, seis, siete, ocho.

El pulso comienza a tener estabilidad.

Nueve, diez, once.

Isabella está llorando de desesperación, él todavía no reacciona.

Doce, trece, catorce, quince...

Ella deja de contar cuando ha llegado a las cincuenta.

— ¡Eres el soldado más fuerte, debes despertar! —le ordena cerrando sus ojos, la frustración llega— ¡Sino todo esto habrá sido en vano! Por favor, solo un poco mas. Juro que encontrare una cura, tienes que vivir hasta ese momento.

Una mano sube a su muñeca y la aprieta reconfortante. "Estoy aquí"

Unos ojos cansados le observan desde abajo, Levi a reaccionado después de 2 horas

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Unos ojos cansados le observan desde abajo, Levi a reaccionado después de 2 horas.

Isabella sonríe entre lágrimas, la saliva le cae por el mentón y el sudor por la frente.

— Debo seguir haciendo esto hasta que tu pulso sea estable — Su mano izquierda es retirada de la máscara para ahora sostener su rostro un par de segundos, quizá el cansancio y el dolor hicieron que Levi no la apartara de golpe— si quito la máscara no podrás respirar por si solo —asiente, no muy seguro— duerme, yo estaré aquí.

Por primera vez, Levi acepta una orden que no es de Erwin.

La mano de Isabella no se ha apartado de su rostro, y por primera vez ella misma se da cuenta que lo sostiene como el mundo nunca ha sostenido a un hombre.







n/a: no sabía como redactar este capítulo, aún no estoy convencida porque carezco de lenguaje médico (jajaja), veré que puedo cambiar con el paso del día <3
¿Alguna duda hasta el momento? ¿Como les va pareciendo?

EXIST FOR LOVE | Levi Ackerman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora