Levi no puede apartar la mirada del objeto que tiene entre sus manos, las lágrimas comienzan acumularse pero se obliga a retenerlas cuando un par de niños lo están viendo, juzgándolo con la mirada.
Sus manos tiemblan un momento, doblegándose ante la escena, su corazón se acelera.
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— ¡Ella sigue respirando, por favor! —Arlet suplica a lado del cuerpo de Bella, Levi lo voltea a ver pero se obliga apartar a la mirada al verla de esa forma, ¿Qué hiciste Bella? se pregunta con dolor— ¡Podemos salvarla!
— ¡Capitán Levi! —Eren extiende su mano, las lágrimas salen de sus ojos a causa de la frustración. Mikasa está en Shock detrás del capitán al ver a la doctora en ese estado— ¡Salve a mi hermana, por favor!
Asiente torpemente mientras libera un poco el agarre del estuche, suelta un suspiro tratando de liberar su tristeza. Su mano con la de Eren están a punto de juntarse para darle la jeringa, del poder salvar a Isabella.
A su doctora Isabella.
— ¡Capitán Levi! —alguien interrumpe.
Los pensamientos son confusos, la cabeza le duele al tener las dos imágenes de las personas que más quiere en el mundo, un débil recuerdo llega a su mente que le provoca dolor de cabeza.
— ¿Una casita con jardín? ¿Ese es tu sueño?
— ¡Si, desde pequeñita!
Sus manos tiemblan, su corazón recibe punzadas ante la ausencia de Isabella, de la tierna y dulce doctora que cuido de él estos últimos años. Su estómago duele ante la posibilidad de que ella ya no esté, Levi Ackerman está desesperado. Un hueco se instala en su estómago, quiere llorar.
Por una parte está Erwin, su eterno amor.
El que le dio un motivo cuando sus hermanos murieron, el que le dio sentido a sus pesadillas, a sus noches solitarias, a su vida después de que no tenía una. Smith le dio una segunda oportunidad de vivir.
Y por otra, Isabella, su mejor amiga y compañera, su confidente, la que soportó sus lágrimas en la noche, la primera persona que lo escucho, que curo sus heridas porque no asumió que era el más fuerte, quien lo cargó a pesar de que pesa lo doble de ella para cuidarlo, la que perdió dos dedos para salvarse y que no le hicieron daño, la que hizo todo por él.
La que la vio como lo que es, un humano. Y le ofreció una vida normal... Levi jamás había pensando en una vida normal y ahora pareciera que es su único pensamiento.
— Se la iba a dar a ella... —Eren camina a él, chocando frente con frente— si usted no la ama, no me interesa —lo que dice es en voz baja para que solo ambos puedan escucharlo— pero no me arrebatará la oportunidad de salvarla.
¡También la quiere salvar! ¡Claro que quiere pero su corazón se inclina hacia lo que siempre ha conocido, el amor que siente por Erwin! Quiere correr, quiere esconderse para no tomar la decisión... su mirada baja nuevamente a las personas más importantes que tiene.
Y ahora, tiene que perder a una.
Eren toma el estuché provocando que su mano actúe sin pensarlo, lo golpea tumbándolo al suelo metros más lejos de ellos. ¡No quería! ¡Jamás golpearía de esa forma a alguien que Isabella ama!
No puede decir nada, sus emociones lo están silenciando y cegando. Mikasa Ackerman se abalanza hacia él con cuchilla en mano, es fuerte.
¿Por qué los tres niños que crió Isabella deberían estar presentes?, quieren salvarla con puño y espada, lo matarán y él aceptaría pero ahora... debe tomar la decisión.
— No dejes que tus emociones te dominen —¿Se lo dice a Mikasa o a él mismo?— Erwin salvará la humanidad, Isabella no...
— ¡No lo hará, Armin puede! —súplica Eren entre lágrimas, el rubio asiente desesperado— ¡Isabella merece vivir la vida que nunca ha vivido, merece seguir aquí más que el comandante, ella merece por fin vivir su vida! ¡Ella te cuido, ella estuvo ahí para ti, por favor capitán! ¿Cree que soy un niño que no veía nada? ¡Ella se suicidio por qué no quería seguir con ese peso, quiero que ella tenga la vida que siempre quiso, quiero que tenga sus perros, esté tranquila! ¡Se lo merece más que todos los presentes aquí!
¿Y cómo decirle que Isabella estaba cansada de todo al igual que Erwin? Ambos siendo un reflejo de lo mismo, cargando cosas, muertes dentro y fuera del muro, misiones casi imposibles de hacer.
¿Y que pasaba si ellos... realmente no querían vivir? Sus pensamientos se detienen cuando Hange toma a Mikasa por los brazos y logra quitársela de encima.
— Necesitamos a Erwin, la humanidad no podría sin él —apoya la científica con dolor— Isabella es mi mejor amiga, es la única que hacía experimentos conmigo e investigaciones, sabemos que sienten y más Levi.
Si, Erwin era la elección correcta.
— ¡Por favor! —grita Eren una vez más.
Erwin es la elección correcta, claro que lo es. Guiaría a la humanidad hacia la supervivencia, pero... ¿Qué es lo que quería Levi? Siempre entrego todo de sí a la legión, a Erwin, le dio sus sonrisas, lágrimas y sueños. Le dio sus lugares favoritos, su confianza y lo más importante, le dio amor. ¿Cómo abandonar eso...?
Pero con Isabella hubo secretos, esperanzas, besos, abrazos, pláticas en la madrugada.
Gasto tanto en otro amor que se preguntaba si podía amar a alguien más, Levi tenía miedo. Pero por primera vez en su vida, decidió ser egoísta. No quería ser más el soldado más fuerte de la humanidad, quería actuar con egoísmo e identificar que él también podía ser amado, quería actuar por primera vez como Levi Ackerman, no como el soldado de las murallas.
— Váyanse —pide sacando la aguja del estuche, y acercándose a ambos cuerpos— ¡Ahora!
Los tres chicos que fueron cuidados por Isabella, lloran, lloran rogando porque le den una oportunidad de vivir su vida como siempre ha querido pero aún así Ackerman parece no escuchar.
Toma el brazo.
Coloca la aguja.
E inserta el líquido.
Se agacha débilmente, besando la frente del cuerpo.
— Te amo, así que regresa y protégeme como siempre lo has hecho.
Levi por fin es claro, le murmura a eso a Isabella a la par que se aleja de la escena cuando ella se transforma en un titán no pensante.
Porque Levi ya no amaba a Erwin, amaba el recuerdo que tenía de él. Amaba que le diera un motivo de vivir y ahora lo encontró. Tenía miedo de no poder sentir esas emociones por que ya las había vivido, le resultaba imposible el hecho de sentirlo por alguien más.
Pero ahora... por fin en voz alta admite que la morena siempre le ha protegido, y quiere ser protegido. Realmente quiere sentir unos brazos recibiéndolo en una batalla, alguien que espera por él. Que se enamoro por ser Levi Ackerman.
Levi ama a Isabella.
Porque lo sostuvo como a ningún otro hombre.
Le besó diciéndole te amo.
Lo salvo más de una ocasión.
Y claro... él quería abrir esa tienda de té con una casita con jardín.
Suspira con una ligera sonrisa y corre hacia ella cuando vuelve a su cuerpo humano. Ocultando su desnudez con su propia capa y la abraza, Eren llora a lado de él mientras agradece.
Y Levi solo atina abrazar a Isabella tratando de brindarle calor.
