¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Para Isabella, tan bella como el nombre dicta:
Querida Bella, ¿La vida ha sido tan difícil cómo has imaginado?, ¿Me odiaste desde que Eren te dijo que tenía en mis manos la cura?, ¿Estás decepcionada de mí, querida Bella?
Me gustaría poder escuchar tus respuestas, por qué si estás leyendo esto significa que he partido y te he dejado nuevamente sola, lo lamento... casi toda tu vida lo has estado y me he marchado demostrándote que no fui la excepción pero donde quiere que esté, prometo que seguiré tus pasos junto a tu hermano, Elio.
Tendrás muchas dudas, aún recuerdo a la dulce y tierna Isabella que corría por mi consultorio emocionada por aprender algo nuevo, la caligrafía perfecta en tus notas, la emoción con la que llegabas todos los días cuando tu padre te pasaba a dejar conmigo, me gustaría regresar a esos tiempos por que Bella, seguramente estás leyendo esto después de algún tiempo, dime... ¿Te enamoraste?
¿Entendiste por fin lo que es amar a alguien con cada parte de tu cuerpo?, siempre he tenido la teoría en que somos almas buscando de almas que nos abracen hasta el más profundo del ser, de la existencia y así podemos saber... que no estamos solos.
Mi querida Bella. ¿Te enamoraste? ¿Entenderás lo que quiero dejarte con este carta?, si la respuesta es negativa, vuelve aquí cuando sea lo contrario y entenderás la cura del mismo Hanahaki.
Porque yo, Grisha Jeager fui víctima de él y sane hace años, incluso antes de que llegaras a mi vida.
Y antes de que me odies, hay una explicación del por que lo hice.
Yo amaba a una mujer, mucho tiempo atrás de conocer al amor de mi vida, Carla. Esa mujer de ojos azules y cabellos rubios, la amaba. La amaba como nunca pude amar a alguien en mi vida y si me lo preguntas, yo hubiera muerto el día que me la arrebataron, pero la vida tenía cosas distintas para mí y tuve que vivir con ello.
Le quitaron la vida frente a mi, me hundí en la tristeza y esperaba el día en encontrarme con ella, hasta que una mujer de cabellos cafés y ojos ámbar apareció delante mío, mi Hanahaki parecía marchitarse ante la presencia de Carla, volví a sentir, volví a querer y volví amar.
Y no me malinterpretes, no significaba que no amara a Dina. La ame y la amo, me brindo la felicidad que tuve en mi adultez, cuando la perdí el mundo pareció acabarse pero... el mundo continúo Bella, tuve la suerte de encontrar a Carla, una en un millón y es eso, volver aceptar el amor y darle la bienvenida como a un viejo amigo, aceptar que puedes amar a alguien más cuando se da la oportunidad, de volver a sentir, de volver a soñar.
Mi Isabella que perdió a Elio cuando apenas era una niña de 12 años no hubiera aceptado esta respuesta, esta cura qué hay pero me imagino que esta Bella que lee mi carta, la aceptará.
