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— Nunca he comprendido la forma en que el amor consigue tener más poder que el sentido común.
Isabella se encuentra dibujando a la persona que la sacó del lugar, tal como Levi se lo pidió pero sin el objetivo de darle el dibujo. Esta sentada en el gran prado qué tiene la sede de la legión, a su lado está Hannes comiendo una manzana.
— El amor no tiene lógica Isabella, solo puede sentirse —responde el rubio sin verle, ambos están disfrutando del sol— La pasión sobrepasa la lógica, esa es tu respuesta.
— No entiendo —frunce el ceño viendo su dibujo, tratando de distraerse de la angustia que siente— ¿Cómo sabes cuando te gusta o sientes amor por alguien? ¿Por qué querer morir por amor?
— ¿Nunca lo has sentido Bella? —niega con la cabeza provocando que Hannes suelte una risa— estas bromeando conmigo.
— Es muy en serio Hannes —le gana la risa ante ello, niega con la cabeza tratando de ponerse seria pero no lo logra, la cara de su amigo le resulta bastante chistosa a causa que mueve sus cejas de arriba a abajo rápidamente— creo que estoy empezando a sentir cosas por alguien y no sé si es amor o solo atracción.
— Oh no, dime quien es —se acerca a ella emocionado, con una gran sonrisa y burlón. Isabella corresponde la burla, por supuesto que eran grandes amigos y en este momento se sentía como si ella le estuviera contando su mayor secreto— vamos, prometo que no le contaré nada a nadie.
— Es alguien cercano, es lo único que puedo decir.
— ¡Es Erwin Smith! —grita— ¡sabía que esa mirada que te daba no era normal, cuéntamelo todo!
— Hannes, está enfrente de nosotros no grites tan fuerte —regaña. Erwin platica animado con Dot y Levi, alejados en el gran prado pero aún así es mejor tomar precauciones— y no es él. Alucinas miradas extrañas, solo somos amigos.
— ¿Y qué tiene de malo que te guste alguien? —rodea los ojos— sería un gran tonto si no se fija en alguien como tú.
Isabella alza la mirada viendo a Levi. Sus pupilas están dilatadas provocando que el gris de sus ojos casi desaparezca por completo apenas dejando ver una línea delgada de ese color. Eso significaba solo una cosa, le gusta y atrae lo que ve, por supuesto que sabe a quien está viendo, a Erwin Smith. Su persona favorita en el mundo.
— Tengo bastante miedo de ya sabes. Hanahaki —explica agachando la mirada evitando ver nuevamente a su capitán— mucha gente ha muerto en mis manos... asfixiados por las flores, la sangre o su corazón simplemente falla acabando con sus vidas, no quiero eso para mí.
Mira sus manos con desgano, cicatrices viejas y raspones por los años de medicina. Tantas vidas que tocaron las palmas de su manos y las mismas que murieron sin más.
