VERANO DEL 98

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Un día más dónde se dirigió a la piscina comunitaria que frecuentaba todos los días de aquél verano del 98, a ella le gustaba estar en forma y aprovechaba el calor para lucir su espectacular cuerpo de mujer atlética, aunque sé que sin pretender nada, los hombres que estaban en el lugar... y mujeres también no le quitaban la vista. Se despojó lentamente de su pantaloncito y su top rojo, dejando al descubierto unas piernas morenas y cálidas a la vista, unos pechos grandes y redondos y una cinturita tonificada.

Se dirigió al agua sin saber que alguien la observaba desde hace días y su obsesión cada vez iba en aumento. A él le fascinaba el baile de sus caderas cuando caminaba. Se sentó en el borde de la piscina metiendo así sus pies en la fría agua, esto provocó que sus pezones se erizaran haciendo que el joven de unos diecinueve años que la miraba tuviese que esconder su amiguito por su prominente erección, la siguió mirando con deseo. La chica por fin se decidió y se metió al agua, comenzó a nadar tranquilamente como que si su único objetivo fuera el de su propia relajación, de vez en cuando se paraba y metía la cabeza, se quedaba bajo el agua unos segundos como tratando de esconderse del mundo y no sentir nada más que el agua mojándola por completo, como protegiéndola.

El sentimiento "prohibido" del chico se avivaba, el deseo cuando la veía salir de esas aguas cristalinas se intensificaba. Una vez que ella sintió el cansancio en su corazón subió las escaleras y salió de nuevo a la luz; se sentó en la toalla y sacó de su bolsa el bronceador, se echó un poco en la mano y comenzó a tocarse las piernas, parecía disfrutar con ello, no dejaba de acariciarse, el chico se había colocado detrás de un árbol, mientras metía su mano en el bañador y se tocaba silenciosamente, no podía parar mientras veía como ella se quitaba el sujetador, entonces vio sus pechos, dorados y enormes, siguió masturbándose hasta que ella se los tocó y vio de nuevo como se le erizaban los pezones, con esta visión el joven sintió su semen cálido, y ansioso por poseerla, no pudo evitarlo y gimió, ella escuchó algo y se giró al igual que otras tantas personas, él disimuló como pudo, pero cuando vio que la chica le miraba directamente a los ojos su miembro despertó de nuevo; lo único que escuchó después de ver ese acto, "Pervertido". Pero para el asombro del hombre, la chica sonrió y siguió echándose la crema; él avergonzado se fue corriendo y decidió que no se quedaría sin probarla.

Cuando la joven salió del club, él la siguió, y averiguó dónde vivía, se convirtió poco a poco en una obsesión, la seguía a casa, sabía su rutina, qué comía qué amigos tenía y cuántos bikinis poseía, hasta que un día se decidió.

Ella acababa de llegar de su trabajo, y entró en casa y antes de que cerrase la puerta, el chico metió el pie y entró tras ella silenciosamente, cerró la puerta. La joven se dirigió al baño a ducharse, se desnudó, mientras él la miraba, su miembro deseaba su sexo, su cuerpo...Ella entró en la ducha, cerrando la cortina; entonces él se desnudó, hasta que en medio de la acción tropezó con una mesa y movió un jarrón cayendo este al suelo. El joven se quedó inmóvil y casi ni respirar, escuchó —¿Quién está ahí?— la voz de la chica no era de miedo, todo lo contrario, era decidida, cómo no encontró un retorno decidió salir, el chico como pudo tomó sus cosas para esconderse, pero en la rapidez olvido un zapato.

La chica a salir del baño solo envuelta en la toalla, camino casi en puntillas hasta que se topó con el zapato, al darse cuenta se inclinó y vio detalladamente. —Sé que eres tú, así que sal de dónde estés. No te tengo miedo— dijo con voz de mando. Tenía alrededor de veintiséis años. El joven se resistía a salir, pero las amenazas de la mujer de llamar a la policía eran insistentes. Hasta qué salió y le digo —No llames a nadie, por favor. Solo quería verte.

Lo primero que vio la mujer fue el pene erecto y duro del chico, —Tú eres el pervertido de la piscina— dijo con cierta lujuria. —Ven— le dijo y extendió su mano. Lo llevó hasta el baño y se quitó la toalla delante de él. Una vez dentro, ella sujetó su miembro con fuerza mientras le masturbaba, —¿Esto es lo que quieres hacer? — le susurró en el oído. Él no lo podía creer lo qué estaba pasando, su entrepierna palpitaba sentía toda la sangre caliente en su cuerpo.

En la ducha, el joven agachó la cabeza mientras el agua caía sobre él, y mordisqueo fuertemente los pezones de ella, que gemía de placer, notaba el orgasmo de él, paró, se puso de rodillas y comenzó a hacerle sexo oral, mientras con una de sus manos acariciaba sus nalgas. Le temblaban las piernas de gusto, de nuevo estuvo a punto de correrse, al parar de chupársela, él pareció despertar de un sueño húmedo, la tomó por las muñecas con fuerza y le ordenó que no se moviera, entonces, el chico cogió la ducha y la puso debajo de la vagina de ella, el agua en ese momento tenía la visión más erótica del mundo, ella notó el agua en su sexo, y comenzó a sentir un placer inhumano, como su líquido manaba sin pausa, y el frío recorría su ser... poco a poco se le iban debilitando las piernas; él se agacho y le dio un lametón, de arriba abajo, golpeo sus labios mientras sentía su fluido en su boca.

—¡Ummm! Qué delicia— Ella necesitaba más mientras él le comía su sexo desesperadamente sus dedos se introducían en su interior, sintió el calor y movió los dedos de dentro a afuera, cada vez más fuerte y más deprisa, notando su orgasmo tan cerca. Ella lo paró y se puso de nuevo de rodillas, poniendo su pene entre sus pechos, y moviéndose de arriba abajo, él miraba la escena extasiado, no podía creer que estuviese a punto de correrse con su musa, con su sueño prohibido, tenía su miembro entre sus enormes senos que no dejaban de moverse.

El joven después la levantó y sin poder aguantarse metió su miembro en el sexo de ella, así, bajo el agua fría de la ducha hicieron el amor, él no dejaba de acariciarle los senos, tratando que sus pezones se erizaran más para devorárselos, ella gemía, no podía casi mantenerse en pie, entonces en un segundo noto el semen de él dentro suyo y ella como queriendo morir de placer se corrió tras él, el agua siguió cayendo mientras los dos se besaban y deseaban que no fuese un sueño, un sueño cálido y húmedo.

MRJ

Nota: Practica sexo seguro. Recuerda que sin globo no hay fiesta. 💋

Censurado Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora