Narra Liam
Dicen que la única solución para olvidar un recuerdo es fingir que no te acuerdas, que nunca ha ocurrido.
Llevo días aplicando esta ley porque me niego aceptar que vi a hermana masturbándose frente a mí.
Cada vez que abro o cierro los ojos me aparece la misma imagen:
Mika chupándose los dedos después de introducirlos en su coño, probando su propio sabor.
Húmedo y caliente fue lo que le dijo a Zayn y joder…
Cada vez que recuerdo esas palabras y el tono de voz que empleó para decirlo se me pone dura en cuestión de segundos.Odio que mi cuerpo reaccione de tal manera ante ella.
Ya no es la misma Mika de siempre. Ahora la veo con otros ojos; menos inocente y dulce y más sucia y pervertida. El alcohol y la calentura la transforman en otra persona.
De la noche a la mañana he pasado de detestarla a desearla.
¿En qué momento he permitido que cambiaran tanto las cosas?
─Mierda, Liam. ¿Qué te ocurre hoy?─me pregunta de repente Zayn con el ceño fruncido.
Entre las manos tiene sujetada mi polla pero ésta parece no querer colaborar. Hoy, al contrario de otros días, se me hace realmente difícil concentrarme en nuestro encuentro esporádico.
No puedo dejar de pensar en Mika.
Me hago el fuerte, el pasota, pero sé de sobra que ahora es ella quién tiene el poder y que si no hago lo que quiere puede destruir lo que tanto tiempo me costó construir.
─Lo siento. Creo que lo mejor es dejarlo aquí─respondo apartándolo con un pequeño empujón.
Zayn se incorpora sin decir nada, se limita a observarme en silencio.
O mejor dicho, a analizarme.
Al parecer se le da bastante bien ver a través de mí y eso es algo que detesto con todas mis fuerzas. Nunca puedo mentirle ya que siempre me acaba pillando, descubriendo la verdad.
─¿Qué te ocurre?
Finjo no escuchar su pregunta.
Me subo los pantalones a la par que vuelvo a ponerme la camiseta. La misma que utilicé aquella noche.
─Ya entiendo de qué va todo esto─me señala moviendo el dedo─. Es ella, ¿verdad?.
─Es mi hermana─respondo sabiendo perfectamente a quién se refiere─. No digas tonterías.
─¿Y a quién le importa eso? Mientras no lo sepa nadie─se encoge de hombros.
Le dedico una mirada de desprecio.
─Haz el favor de cerrar la puta boca.
─¿O qué?
Da un paso hacia mí y se cruza de brazos alzando una ceja.
Dejo escapar un sonoro suspiro.
Maldita la noche en la que me pareció buena idea hacerle una mamada a mi mejor amigo en mi propia casa.
─Joder, Zayn. No me compliques más las cosas, ¿quieres?.
─Solo intento echarte una mano.
─No necesito ni quiero tu ayuda. Joder.─Exhalo pesadamente─. No tienes ni puta idea de lo complicado que es ahora vivir bajo el mismo techo que Mika.
Éste, al ver la expresión de mi rostro, alza las manos en son de paz.
─De acuerdo, cómo quieras. Solo quiero que me digas una cosa.─Se toma mi silencio como una afirmación para continuar─. Admite que, al igual que yo, tú también te dejarías follar por ella.
Niego con la cabeza. Esto es increíble.
Acabo de explicarle la situación en la que me encuentro y cómo me siento, pero a él parece darle completamente igual. Es como si le hubiera hablado en algún idioma extraterrestre.
─Estás enfermo.
Camino disparado hacia la puerta dispuesto a marcharme pero Zayn es más rápido y se interpone entre la salida y yo.
─Apártate. Hoy no estoy para tus juegos.
─Vamos, Liam. No me mientas. He visto como se te ponía dura después de insultarla.─Sonríe─. ¿Quién es el enfermo aquí?
Sus palabras consiguen hacer que me ruborice.
Soy incapaz de formar una frase coherente, y como no quiero cagarla aún más, opto por guardar silencio.De nada servirá que monte un drama ya que me ha visto y tanto él como yo sabemos que tiene razón; si tuviera la oportunidad me dejaría follar por Mika. Las veces que ella quisiera.
Zayn se aleja, abre su mesita de noche y coge algo que desde mi posición no alcanzo a ver.
─Toma─cuando regresa me entrega una pequeña caja envuelta en papel de regalo negro y un lazo rojo─. Es para Mika.
─¿Qué es?
─Su regalo de navidad.
─Me refiero al contenido.
─Eso ya no es asunto tuyo.
Se lo devuelvo al instante.
─Entonces no pienso darle nada. Me niego a hacer de Celestina.
Zayn acorta la distancia entre nosotros palmeando mi mejilla. En un abrir y cerrar de ojos se vuelve un poco más violento y me agarra con fuerza de la mandíbula cuando intento echarme hacia atrás.
─Te aseguro que esta noche tú y yo nos vamos a divertir mucho. Tan solo debes darle su regalo a Mika. Ella se encargará del resto.
La curiosidad puede conmigo y después de escuchar ese par de frases no me queda más remedio que aceptar.
No me puedo creer que sea así de fácil.─Haces conmigo lo que quieres.
Suelta una carcajada.
─Por algo firmaste un contrato, cariño.
Deja un breve beso sobre mis labios y luego, con la cabeza, señala la puerta dejando a entender que debo marcharme ya.
─Os veo en la cena.