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Narra Zayn

Mika está preciosa.

Lleva puesto un vestido de terciopelo rojo que se amolda perfectamente a su cuerpo. Posee unas curvas impresionantes, sin hablar de su escote.
La abertura de éste tiene forma de uve. La tela le queda por encima de las rodillas, dejando a la vista sus largas y esbeltas piernas.

Por otra parte Liam lleva una simple camisa blanca y unos tejanos negros. Algo sencillo pero que le hace verse jodidamente sexy.

Esta noche ambos están irresistibles.

Supongo que ese es el poder que tienen los hermanos Carter. Hagan lo que hagan siempre se van a ver bien.

─No sabes las ganas que me han entrado de arrancarte este vestido─susurro cerca de su oído cuando nos saludamos con dos besos.

─Una lástima que no podamos hacer nada.

Me rio ante su errónea suposición.

─Lo que haremos hoy será mucho mejor que cualquier otra fantasía que haya en tu mente.

─¿Por qué estás tan seguro de ello?

─Porque haremos que te corras sin llegar siquiera a rozarte.

Mis palabras consiguen hacer que sus mejillas se sonrojen dejándola aún más guapa de lo que ya está.

─Eres un pervertido─dice golpeando suavemente mi hombro mientras yo me carcajeo.

─No más que tú.

🚫

La señora Carter y Mika se ofrecen voluntarias para preparar la mesa y no puedo evitar quitarle el ojo de encima a esta última.

Me dedica una pequeña sonrisa cada vez que coincidimos en la cocina provocando que quiera comérmela a besos sin importarme lo que puedan llegar a decir o pensar los demás.

Cuando llega el momento de la cena decido tomar asiento junto a Liam y ambos quedamos frente a Mika, quién parece estar realmente nerviosa.

Decido mandarle un mensaje:

Te noto tensa.
¿Necesitas ayuda para eliminar esa pesada tensión?

Alzo la vista del dispositivo para ver la expresión de su rostro. Nuestras miradas se encuentran y pone los ojos en blanco dejando muy claro lo que piensa al respecto.

Cuidadito con lo que hacéis.

Le muestro el mensaje a Liam. Inmediatamente la miramos con una maliciosa sonrisa en los labios.

Todavía no sabe lo que le espera.

🚫

No tardamos mucho en comenzar a degustar la sabrosa sopa de marisco que ha preparado mi padre para la cena.

Siempre cocina unos platos deliciosos. Aunque no me extraña; siendo el dueño y uno de los mejores cocineros de Wild Fig, el mejor restaurante de todo Aspen, es normal que prepare tales manjares.

Tanto Grace como Joseph halagan a mi padre, quién no duda ni un segundo en tirarse rosas.

Cuando quiero darme cuenta todos, a excepción de Liam y yo, se ven envueltos en una absorta conversación dónde mi padre, cómo todos los años, vuelve a contarles la misma historia de siempre.

No me molesto en prestarle atención ya que me sé de memoria el discurso.

Primero te explica lo difícil que fue su infancia, lo mucho que le ha gustado siempre cocinar y lo en contra que estaban sus padres de ello porque pensaban que no tendría mucho futuro en ello.
Luego te cuenta que a los 18 se mudó a Aspen para estudiar y poder cumplir su sueño.

Añade que en la universidad conoció a mi madre y lo demás ya te lo puedes imaginar, ¿no?.

─Te juro que me estoy durmiendo─susurra Liam a mi lado.

Me encojo de hombros.

─Los médicos han dicho que, en un futuro, es muy probable que llegue a sufrir Alzheimer.

─Creo que ya se le ha adelantado. Alzheimer precoz.

No digo nada.

No me gusta hablar de este tema con nadie, ni siquiera con mi madre.

Continuó cenando haciendo oídos sordos hasta que se me ocurre la idea perfecta para quitarnos este aburrimiento de encima.

Palmeo la pierna de Liam.

─¿Empezamos?─con los ojos señalo disimuladamente a Mika.

─Pensaba que no me lo preguntarías nunca.

Sonriendo chocamos los puños.

Luego busco en mis bolsillos delanteros hasta dar con el pequeño mando rosa, a conjunto con el vibrador. El mantel de la mesa es lo suficientemente largo como para tapar mis manos por lo que no me molesto mucho en esconder el aparato.

─¿Le dijiste que lo encendiera, verdad?─le pregunto.

─Sí. Hasta me ofrecí a ponerselo pero me mandó a paseo.

Niego con la cabeza.

─Sabía que estabas enfermo.

Me tomo unos minutos para observar atentamente a Mika antes de dar el paso.

Decidido aprieto el primer botón.

Al instante a Mika se le cae la cucharada de sopa haciendo que se manche el escote y parte de su vestido. Liam y yo nos miramos sorprendidos.

Todos se vuelven hacia ella.

─¡Mika!─exclama su madre al ver el desastre que he ocasionado─. ¿Se puede saber qué te ocurre?

─Lo siento─se disculpa cogiendo un par de servilletas de papel para limpiarse─. Mi sopa sigue un poco caliente.

Me incorporo en mi asiento al mismo tiempo que le entrego el mando a Liam.

─Mentirosa─toso con fuerza para camuflar lo que acabo de decir.

Ella me escucha y al instante deja lo limpiarse para dedicarme una mirada asesina. Como si fuera completamente inocente, yo le dedico mi mejor sonrisa.

─Lo mejor será que vayas a lavarte con agua─le sugiere mi madre al percatarse de que las servilletas no hacen mucho─. Frota con fuerza la mancha y verás cómo se va.

─De acuerdo. Si me disculpáis, iré un momento a la cocina.

Cuando arrastra la silla hacia atrás y se pone de pie, palmeo de nuevo la pierna de Liam.

Él me entiende.

Mika camina con tranquilidad pero antes de que llegue a cruzar el umbral de la puerta se tambalea a un lado. Tiene que sujetarse a la pared para no caerse al suelo.

Su madre vuelve a protestar y yo no puedo evitar pensar que nos espera una noche de lo más divertida.

Enfermizo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora