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Narra Mika

Los padres de Zayn se sorprenden un poco al verme.

Al saludar a la señora Baker no puedo evitar ruborizarme hasta las pestañas.

La última vez que estuve en esta casa fue en Nochevieja para dar la bienvenida al nuevo año.

Los dos chicos que están a mi lado hicieron que me corriera sobre la silla del comedor, uno con el pie y otro controlando a su antojo el mando de un vibrador.

La situación ahora mismo es bastante incómoda.

Charlamos un rato sobre los exámenes finales y los posibles planes para el verano. El fin de curso está a la vuelta de la esquina y sigo sin asimilar que este sea nuestro último año antes de marcharnos a la universidad. 

─¿A dónde me lleváis?─pregunto cuando salimos al jardín trasero. 

Ninguno me responde.

Se limitan a caminar en silencio hasta que quedamos delante de las puertas del sótano. 

Sí, has leído bien.

Los Baker, en vez de tener un sótano dentro de casa, como las familias normales, lo tienen en el jardín trasero. Ya estaba cuando se mudaron por primera vez, así que mucho no pudieron hacer para cambiarlo. 

Zayn se agacha e introduce una llave en el candado que cierra las puertas. Cuando ya las ha abierto, me hace un gesto. 

─Las damas primero. 

─Jamás he entrado aquí. 

─Siempre hay una primera vez para todo, novata─interviene Liam. 

─Está oscuro. ¿Qué queréis, qué me mate bajando las escaleras?

Mi hermano bufa. 

─Joder. Tienes el don de hacer que lo posible se vea imposible. 

─Púdrete. 

Zayn sonríe. Entonces me ofrece su mano. 

─¿Confías en mí?

─No. 

─Pues deberías. Vamos. 

Me lo pienso un momento.

Mientras lo hago veo como Liam comienza a descender hasta adentrarse en la oscuridad. Ni se ha inmutado.

La curiosidad puede conmigo y finalmente termino cogiendo la mano de Zayn. 

Por suerte hay una barandilla y puedo agarrarme a ella mientras bajo los escalones hasta tocar el suelo de la habitación. 

─Mika, me tienes que prometer una cosa. 

─Depende de la cosa. 

─Hablo en serio. 

─Vale, pues desembucha. 

─Promete que no vas a gritar. Ni llorar. Y mucho menos salir corriendo. 

Esa última frase me provoca un escalofrío. Me estremezco en el sitio. De pronto la situación ha dejado de hacerme tanta gracia. 

─Me estás asustando. 

─Solo promételo, Mika. 

Lo ignoro. El miedo comienza a invadir cada centímetro de mi cuerpo. 

─¡Liam enciende la puta luz!

Noto como Zayn me agarra de los hombros, intentando hacer que recupere la calma.

─No grites, por favor. 

─Como no encendáis ahora mismo la luz pienso… 

Me quedo con el resto de palabras en la boca cuando una tenue luz alumbra toda la estancia.

Frente a mí, Zayn me observa serio. Entonces baja la mirada al suelo y arruga el entrecejo. 

─Lo hemos hecho por ti. 

Lo dice sin mirarme. Me es imposible encontrarle un sentido a sus palabras. No entiendo a que se refiere. 

─¿Qué habéis hecho?

Silencio. 

─¿¡Qué habéis hecho, Zayn!?

─Date la vuelta─oigo a Liam a mis espaldas.

Obedezco.

Al instante me arrepiento de haberlo hecho. Porque creo que el haberme girado tan rápido ha sido una mala idea.

No estaba preparada para ver esto.

Ahogo un grito cubriéndome la boca con la mano. Por un momento siento que el corazón se me para.

Debo de estar soñando, esto no puede ser real.

Es imposible. 

Es imposible que frente a mí se encuentre el cuerpo desnudo de Eiden.

Boca abajo, sus pies atados cuelgan de una cuerda sujeta al techo. También tiene los brazos atados y su pene flácido baila cada vez que su cuerpo inconsciente se tambalea.

Liam, con un guante negro en la mano, le da un pequeño empujón a una de las piernas de Eiden y éste se mueve de un lado a otro. 

Unas gotas de sangre aterrizan en el suelo de cemento. 

─¡Mierda! Hasta muerto tiene que tocarnos los huevos. 

Muerto.

La palabra se repite una y otra vez en mi cabeza.

La tengo en bucle cuando Liam coge un cubo y con un estropajo frota con fuerza hasta eliminar las manchas.

La tengo en bucle cuando me vuelvo hacia Zayn, quien todavía continúa sin atreverse a intervenir. 

Una sonrisa forzada aparece en sus labios. 

─¿Sorpresa?

Enfermizo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora