02

1.2K 62 7
                                    

L U A N A

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

L U A N A

Sentía el rostro caliente y no sabía decir si era por vergüenza o por enojo. Mi vista pasó de Neymar, el dueño de la casa, a Guilherme, el mentiroso. Esperaba que alguno de los dos me aclarara las dudas, que hablaran y disiparan las incógnitas que daban vueltas en mi cabeza como si fuesen algún tipo de calesita rota en un parque de diversiones.

Excepto porque esto no era divertido, al contrario, estaba muy lejano a darme risa. Neymar se aclaró la garganta, dando un paso hacia atrás como si aumentar la distancia entre nosotros pudiese salvarlo de cualquier cosa. No sabía qué expresión tenía en ese momento, pero de seguro no era una muy amable, el ambiente se tensó tan pronto como el jugador me dio la bienvenida y las piezas del puzle comenzaron a encajar.

Joclécio y Gilmar desaparecieron de la sala en un abrir y cerrar de ojos, siendo seguidos por la rubia a la cual mi novio había identificado como Julia. El sofá gris quedó a mitad de camino, completamente olvidado, y nosotros tres nos mantuvimos donde estábamos.

Neymar carraspeó nuevamente y pidió permiso antes de retirarse, dejándonos a solas. Cerré los ojos un momento, intentando buscar las palabras correctas en mi cabeza para formular una pregunta coherente, pero no parecía encontrar nada apropiado. Cuándo Gui dijo que me invitaba a su casa ¿a esto se refería exactamente?

—Princesa...

— ¿Cuándo vamos para tu casa, amor? —Inquirí, haciéndome la tonta—. No entiendo para que vine aquí, me hubieras mandado la dirección de tu apartamento y así podría descansar...

—Esta es mi casa, Luana —Dijo firmemente, mirándome de una forma que antes no había hecho, como si mis palabras lo hubiesen molestado—. Es decir, es la casa de Juninho, pero yo vivo con él desde hace años.

—Nunca me dijiste eso.

—No lo creí necesario, de todas formas, ¿cuál es el problema? si igual vas a quedarte...

Suspiré, negando levemente sin poder creer que me diera esas respuestas escuetas. No llevaba ni media hora en Paris y ya quería regresar a Río. Había armado todo un plan en base a la información que Guilherme me había dado, pero ahora resultaba que era todo falso, armado, y que al parecer no lo conocía realmente.

—Si hubiera sabido que no tenías un lugar propio no hubiera venido —Dije, mirándolo con el cefo fruncido—. O quizás sí, pero hubiera esperado un poco hasta tener lo suficiente para poder pagarme un par de noches de hotel, no me quiero quedar en un lugar que no conozco y convivir con personas que no forman parte de mi círculo, me incomoda.

— ¿Por qué? Estoy yo y ellos son mis amigos —Guilherme dio un paso hacia mí—. ¿Qué es lo que te incomoda?

—Todo me incomoda, Guilherme, son tus amigos no los míos y no quiero que piensen que vengo a vivir de arriba... —Mi voz se entrecortó, así que me detuve un momento para respirar e intentar calmarme—. ¿Entiendes que dejé todo para mudarme acá? No sé cómo voy a conseguir un apartamento tan rápido... ni siquiera tengo trabajo, pensaba aprovechar un par de semanas contigo y después ir a repartir currículums, pero ahora eso cambió.

Prohibido | NEYMAR JRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora