04

1K 62 9
                                    

L U A N A

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

L U A N A

— ¿Lista?

Asentí, dándole una última mirada a mi novio que parecía no haberse enterado de que ya había desembarcado en Francia y que estaba viviendo con él. Suspiré, rendida, no había caso. No importaba si me paraba frente a la televisión o si me ponía un disfraz ridículo, Guilherme tenía la mente en otra parte menos en este tiempo y espacio que compartíamos juntos.

Seguí a Neymar fuera de casa, colocando las manos dentro de los bolsillos de la campera para protegerme del frío. El brasileño caminó hacia un auto negro, le sacó el seguro y se subió a la parte del conductor. No tardé en sentarme a su lado, en el asiento del copiloto, manteniendo la vista en el frente y quedándome lo suficientemente quieta como para que él no notara mi presencia.

Había sido muy amable de su parte ofrecerme a dejarme de pasada en el centro de la ciudad. No tenía por qué, pero aún así se había tomado la molestia, cosa que valoraba muchísimo.

— ¿Y qué te trae por París? —Preguntó, intentando sacar tema de conversación para romper con el silencio incómodo que se estaba formando.

—Necesitaba un cambio de aire —Murmuré, sin apartar la vista del parabrisas—. Hacía tiempo que tenía planes de mudarme, pero nunca encontraba la ocasión, Francia siempre fue un sueño... después conocí a Gui, se dio la oportunidad de venir con él y acá estoy.

—Ya veo —Asintió—. ¿Y hace cuánto están juntos?

Fruncí el ceño y lo miré un poco sorprendida. Se suponía que era uno de sus mejores amigos, por no decir el mejor de todos. Guilherme siempre hablaba de él, enalteciéndolo como si le debiera hasta el aire que respiraba. ¿Acaso no le había contado sobre nosotros?, ¿en ninguna charla, de todas las que mantenían, no se le ocurrió mencionar mi nombre?

Neymar apartó la vista del camino por un breve instante y me miró, percatándose de mi silencio incómodo. Hacía dos meses que salíamos juntos y no le había dicho nada a las personas que convivían con él a diario. Yo tardé menos de un mes en poner a Manu al tanto de su existencia.

—Es un poco reservado —Murmuró rápidamente, volviendo a mirar hacia adelante—. Le cuesta abrirse con los demás, es así desde pequeño, no lo tomes personal.

— ¿Qué otra cosa no debería tomar personal? —Pregunté en voz baja, intentando disimular la voz entrecortada—. ¿El hecho de que ni siquiera le habló de mí a sus amigos, incluso cuando me invitó a vivir en la casa de uno de ellos? ¿O que parece ignorarme desde que llegué?

El jugador se mantuvo en silencio, y yo me reprendí mentalmente por haber tenido ese ataque de sinceridad. No era con él con quien tenía que enojarme ni era a él a quien tenía que reclamarle el cómo me estaba sintiendo.

—Lo siento —Dije, después de tomar una respiración profunda para espantar las ganas de llorar—. Tu no tienes nada que ver, ni siquiera me conoces y yo aquí hablándote de mis dramas —Sonreí con los labios apretados—. Gracias por traerme hasta acá, enserio.

Prohibido | NEYMAR JRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora