10

1K 69 23
                                    

—Ese vestido te queda hermoso —Guilherme pasó sus brazos por mi cintura, atrayéndome hacia sí hasta que mi espalda quedó apoyada en su pecho—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Ese vestido te queda hermoso —Guilherme pasó sus brazos por mi cintura, atrayéndome hacia sí hasta que mi espalda quedó apoyada en su pecho—. Perdóname por no haberte avisado de la fiesta antes, como aquí ya todos sabían me olvidé por completo de que tú no estabas cuando Junior habló de la organización.

Nos miré a través del espejo, totalmente incrédula. Quizás lo que realmente quiso decir fue que se había olvidado por completo de mi existencia. Así, sin ninguna otra razón. Sin más palabras que agregarle a la oración. Simplemente en su mente no había espacio para alguien que no fuera él porque su ego era tan grande que opacaba al resto.

Todavía no habíamos estado a solas como para que yo pudiese plantearle lo del perfume. Me había evitado toda la mañana, dedicándose a jugar al póker con Bianca y Bruna, y en la tarde yo había salido a recorrer las calles parisinas con Carol, su hermana y Mari, así que no tuvimos oportunidad de quedarnos únicamente en nuestra compañía.

Quería decirle que estaba enojada, no, peor, que estaba decepcionada. Yo creía firmemente que el enojo en algún momento se te terminaba pasando, pero la decepción no. Una vez que caías en la realidad de que una persona hacía cosas que te herían y no pretendía cambiar sus formas para no lastimarte, ahí no había vuelta atrás. Ahí todo el esfuerzo que uno pudiera hacer se reducía a la nada misma, porque ¿de qué valía que yo pusiera todo de mí en la relación si no iba a recibir ni la mínima parte a cambio?

—Princesa, yo te amo —Dijo, llevando sus labios a mi rostro y dejando un beso en la zona debajo de mi oreja derecha—. No te haces una idea de lo feliz que me hace tenerte aquí conmigo, de que puedas acompañarme día a día y de que esta noche te pueda presentar ante el resto de mis amigos.

— ¿Esta noche? —Pregunté, frunciendo el ceño y volteándome para quedar cara a cara—. ¿En el cumpleaños de Neymar?

—Sí, ¿qué tiene de malo?

— ¿Todos sus amigos también son tuyos? —Inquirí, curiosa—. Es decir, ¿se conocen entre todos los invitados?

—Bueno, conozco a la gran mayoría —Una sonrisa apareció en su rostro, acompañada de una mirada petulante—. Ya sabes que tengo mis contactos y que soy muy fácil de querer.

A mí me estaba resultando muy difícil, pero me mantuve en silencio. No pretendía comenzar a discutir en ese momento, a tan poco tiempo de irnos para la fiesta. Quería pasar una buena noche, intentar divertirme en lo posible y, si no era mucho pedir, ahogar mis penas en una lata de cerveza.

Guilherme dejó un beso en mis labios y se alejó de mí para terminar de vestirse. Yo me di una última en el espejo, cerciorándome que mi maquillaje estuviese en buen estado. Bianca y Bruna se habían quedado toda la tarde con maquilladoras y vestuaristas que las ayudaron a prepararse para la noche. Cuando el resto de las mujeres llegamos a la casa se nos ofreció el servicio, pero yo lo rechacé. No había forma de que pudiese pagarles a esas personas y me negaba rotundamente a que el jugador lo hiciera.

Prohibido | NEYMAR JRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora