Después de la muerte de su hermana mayor, Melissa debe asumir la posición de Princesa heredera y adaptarse a su nuevo rol en la Corona, lo cual no será del todo fácil.
Una visita a los jugadores de la selección española cambiaría la burbuja en la q...
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Desde muy temprano, Carla me lleno el buzón de mensajes diciendo que me había comprado una entrada para el partido y que nos viéramos afuera del estadio.
Dentro de 3 horas iniciaba el partido, decidí ir sólo para agradecerle y disculparme con Gavi.
Iba de camino al hotel, y según mis cálculos si alcanzaría a llegar al partido pero primero tenía que cambiarme.
La inauguración del hospital resultó excelente, di unas palabras y corté el listón, había varios funcionarios presentes y medios de comunicación.
Hasta mañana regreso a Madrid, por lo que tengo el resto de la tarde y noche libre. Le informe a Martha que Carla estaba en Sevilla y que saldría con ella y no hubo ningún problema.
Ya en mi habitación, elegí lo primero que encontré y que me pareció decente.
Un top beige y pantalones del mismo color con un blazer verde azulado y lentes versace que últimamente no pueden faltar.
—No crei que vendrías —mi amiga me abraza en cuanto llego a su lado. —¿Y Robert? —pregunta mirando alrededor.
—Debe andar por ahí pero me da mi espacio —respondo cubriendome del sol con mi bolso.
—Me alegro que hayas venido —sonríe. —¿Puedes creer que me enteré por Pedri que estabas en Sevilla? —pregunta fingiendo estar enojada mientras me jala a un lugar con sombra para poder conversar.
—Por lo que veo las cosas van bien entre tú y él —observo que trae puesta una camiseta con el nombre del futbolista.
Ella inmediatamente se sonroja.
—Si, creo que pronto me pedirá que sea su novia —lleva sus manos a sus mejillas y se da toquecitos.
—Me alegro por ti, en serio. Sólo no te ilusiones demasiado —hablo sincera. Me alegra ver a Carla ilusionada por alguien pero también la he visto con el corazón roto varias veces.
—Vale, lo prometo —me da su meñique y hacemos el pinky promise como cuando éramos niñas mientras ambas sonreímos.
—Le diré a Pedri que te de una camiseta —dice Carla cuando llegamos a nuestros lugares.
—¿Para qué?
—Para que hagamos match cuando me acompañes a los partidos
—Tampoco es como que seamos muy amigos, sólo he hablado con él dos veces —respondo entrecerrando los ojos.
—Tenemos que salir todos juntos mas seguido, aaaahhh —se pone de pie y da pequeños saltos. —¡Ahí esta Pedri! —señala al jugador quien esta pateando un balón.
