♔ Capítulo 31

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𝐆𝐀𝐕𝐈

Increíble, el capitán ni siquiera accedió a hablar conmigo.

El personal dijo que la Princesa debe dar esa orden, ya que ellos tienen estipulado dirigirse al muelle hasta las 00:00 horas no antes ni después.

Voy de regreso al camarote cuando la veo al final del pasillo, de espaldas cerca de la barandilla.

En un parpadeo cae.

Corro en su dirección, me detengo al estamparme contra la barandilla y alcanzo a ver la salpicadura del agua.

Melissa acababa de caer al mar desde el tercer piso del yate y todo lo que se podía ver era la oscuridad infinita del océano que nos rodeaba.

Reacciono y pido ayuda de inmediato.

La fiesta se paraliza, Pedri es el primero en preguntarme que sucede pero no puedo hablar.

Dos personas de servicio y dos mas con un uniforme diferente junto al guardaespaldas de mi chica abren paso y bajan en un bote al área que les indiqué hace unos momentos. Me ofrecí para ir con ellos a buscarla pero no me permitieron hacerlo.

El corazón me late muy rápido y siento una pesadez en todo mi cuerpo. La oscuridad que consumía el mar frente a nosotros me aterraba. Me aterraba no poder encontrarla.

La espera se me hace eterna sin poder hacer nada, estoy a punto de lanzarme al agua hasta que un rescatista hace una señal con su linterna.

Y es cuando la veo, cargan su delicado cuerpo hasta llegar al yate de nuevo.

Un equipo de personas aparece y por sus vestimentas e instrumentos intuyo que se trata de un médico y sus asistentes.

Los rescatistas colocan su cuerpo en el suelo y el médico actúa; primero revisa sus ojos para después darle respiración de boca a boca tratando de reanimarla.

Yo estoy de rodillas lo mas cerca que me permiten sin poder hacer nada por mi chica, maldita sea. Tengo las manos hechas puños y todo a mi alrededor pasa en cámara lenta, escucho los murmullos de la gente y Carla me pregunta cosas que no logro diferenciar.

Yo solo la veo a ella, ahí tirada sin señales de vida, luce tan frágil y pálida... que no puedo evitar que los pensamientos negativos se apoderen de mi mente.

No sé cuantos minutos pasan pero sigue sin despertar. Sin abrir esos hermosos ojos.

El médico toma el pulso de la muñeca y después del cuello.

—Tiene el pulso muy bajo —el médico levanta su cabeza en dirección de su asistente. —Tenemos que llegar a tierra de inmediato

El asistente se retira y me imagino que va a avisarle al capitán de la situación.

Midnight Rain |Gavi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora