Capítulo 7: Tome Kurata

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Ese nombre...

Shigeo Kageyama no podía quedarse dormido a pesar de que llevaba horas tumbado en su sofá sin hacer nada.

Tome Kurata, una amiga del instituto a la que no veía desde hace más de una década había llamado de la nada.

Y antes de poder preguntarle algo, esta colgó.

Y a él le daba vergüenza llamar de vuelta a su número más reciente.

Le llegaron demasiados recuerdos a la mente:

El tiempo en que se entretenía haciendo nada en el club de telepatía, lo malo que era con los estudios y deportes, el cómo nunca se llegó a declarar a su vieja amiga Tsubomi, el hecho que desde que acabó el instituto se distanció de su hermano...

El tiempo pasaba tan deprisa que era cruel. ¿Enserio ya estaba en sus 28?, ¿enserio con esa edad aún no había conseguido nada que él considerase importante en su vida?

Pasó de estar confundido y nervioso a tener múltiples crisis existenciales.

Shigeo Kageyama había aprendido a base de fracasos que sus poderes no le hacían especial: estos nunca le habían ayudado a conseguir novia, a ser más inteligente, más guapo o más atlético.

Además, no era lo suficientemente ambicioso, loco o malvado como para inventar algún tipo de plan extraño para intentar dominar el mundo con ayuda de sus habilidades.

Él, aún siendo un psíquico, era alguien bastante promedio.

Una persona promedio a la que lo más interesante que le había pasado en meses había sido conocer a dos críos raros.

Críos que habían sido bastante oportunos, pues debido a la falta de clientes y cosas que hacer junto con gastos que no recuperaba, el señor Kageyama hasta hace poco tenía intención de cerrar "Espíritus y demás".

Vale la pena recalcar el "tenía".

Ahora, por lo menos, podía romper un poco la monotonía que recién había empezado a notar que vivía.

Shigeo pensaba que a lo mejor, su vida dejaría de ser aburrida al 100%. Estaba dispuesto a seguir un rato más con su intento de negocio solo por eso, se divertía un poco.

Recordó que debía llamar a las madres de los niños para confirmar que tenían permiso, pero era tarde y no quería molestar. La mañana siguiente antes de salir a trabajar si se atrevió, por lo visto, no había problema.

Dedujo que las doñas debían de ser amigas, las voces de ambas eran sospechosamente parecidas.

Dedujo que las doñas debían de ser amigas, las voces de ambas eran sospechosamente parecidas

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—Había olvidado que tenías poderes —comentó la única mujer presente.

—¿El viejo tiene novia? —se sorprendió cierto chico rubio.

La oficina de Shigeo [Mob Psycho 100]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora