Luego de salir de la biblioteca, la chica de cabellos rubios, ojos verdes y mejillas con un rosa inocente se dispone a ir envuelta en nervios a ver a Vanessa. Sabe que algo preocupa a su amiga, pero debe sacar esta posibilidad de la mente de Annie, de que la chica que le gusta se atreviera a hacer algo como eso. La conoce y cree hacerlo bien tras los ocho años de vigilancia que rozan lo ilegal. Las veces que la defendió de pequeña, y cada acto que vio le deja la idea de que es una delincuente juvenil, pero con un corazón en el pecho. Eso para ella es prueba suficiente, aún así necesita una justificación para el mundo.
La dirección que Vanessa le dio fue la de su casa. Inicialmente, pidió ir a la de Danna, pero esta se rehusó, sus padres le tienen prohibidas las visitas y en caso de arriesgarse, las investigaciones sobre: "¿Quién es Vanessa?", iniciarían por parte de su madre.
—Respira...Todo va a estar bien ¡Tú puedes, Danna! —Se da dos palmaditas en las mejillas. La mejor descripción para ella es la de una niña en un cuerpo grande. Es demasiado dulce, trata siempre de ser positiva y alegre.
Un sol, le dicen todos, la chica perfecta.
Llega hasta un descampado lleno de casas móviles que no podrían despegarse del lugar sin una buena reparación. Inicialmente, esta imagen le hubiese impactado, pero como buena acosadora que es ya sabía que su amada vive en este sitio, la había seguido varias veces al salir de la escuela y de su trabajo.
Hay una mujer joven que aparenta unos veintidós años de edad, sus cabellos rojos caen por sus hombros mientras se pone de puntas para tender la ropa. El levantar las manos para llegar a la tendedera deja ver sus voluminosos pechos en un mejor plano. Cuando Danna se acerca, la residente va hasta ella con una palangana en las manos que contiene aún la ropa recién lavada.
—¿Buenas tardes, quién eres? ¿Vienes a ver a Vane? —Danna sabe que esta joven baila en un club nocturno bajo el nombre de Susana—. Soy su hermana mayor, Julia —dice colocando el recipiente en el suelo y extendiéndole la mano con una sonrisa. Annie hubiese temblado al ver esta escena.
—Sí, soy su amiga de la escuela, Danna. Vane me dijo que viniera. —Toma su mano sin saber mucho qué hacer, tiene miedo de dar una mala impresión, al final de cuentas, debe caerle bien a la hermana de su "amada". Gracias a estos gestos logra darse un segundo para pensar en algo como excusa—. Por una tarea.
—No ha llegado, pero puedes pasar y esperarla dentro, usualmente a esta hora está en el descampado tomando con Cristian y Paul, pero dijo que llegaría pronto. Sígueme —agrega entrando a la casa con Danna, le deja en la sala tras señalarle un sofá pequeño de color verde para que se siente—. Dame un segundo para terminar de tender y vengo a hacerte compañía.
Susana, no, Julia sonríe con su habitual mirada coqueta, pero cálida y sale dejando la puerta abierta. Su aura da la sensación de que intenta seducirte aún si no quiere.
La sala es sencilla, se nota la falta de flujo de dinero, aún así está bien cuidada, denota el mejor sentido de la limpieza. Esta no es tampoco una imagen nueva para Danna, ya había visto este recinto desde las ventanas cuando ellas no estaban, nunca les hizo daño, pero se imaginó en cada lugar de esa habitación compartiendo con Vanessa, haciéndola feliz.
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Reflejo Rojo
Mystery / ThrillerBienvenido al mundo de Annie, donde la locura y magia están separados por una línea muy delgada. ¿Será la realidad lo que le aterra o todo está en su cabeza? Una chica de 17 años comienza a experimentar una serie de hechos que bien podrían ser de u...