Annie sale de la cafetería hacia el hospital lo más rápido que puede sin mirar atrás, toma el autobús, ya que queda a dos paradas su punto de destino. Se arrima a una esquina para poder aguantarse en el trayecto.
Su teléfono comienza a sonar en el bolso, la chica solo mete la mano con la incomodidad de tanta gente apretada y contesta sin mirar la pantalla.
—Sí ¿Quién es? —responde.
—¿Presidenta? ¿Está bien? —Es la voz de Nathaniel, suena inquieto—. No contestó el mensaje, así que me preocupé ¿Es la presidenta?
—¿Se puede saber por qué finges que te interesa que esté bien? —Annie muerde su propio labio por la molestia y chasquea la lengua antes de agregar—: Sé que solo te interesa que el cuerpo esté bien para Devora, pero deja de molestarme.
—¿De qué hablas...? ¿Sabes de Dev y yo? —El tono del chico se siente algo diferente, como curioso—. ¿Entonces podrás explicarme?
—¿Explicarte qué? Maldito psicópata —Annie nota que las personas empiezan a mirarla por su conversación.
—¿Podemos encontrarnos y hablar? Siento que tienes una imagen rara de mí, no te entiendo ¿Por qué actúas siempre diferente? ¿Por qué me ignoras? ¿Es por irte a ver? —A pesar de la preocupación, se le nota molesto dejando ver una ligera ira interna.
—Porque tú... —Mira a las personas un segundo y cambia lo que iba a decir—. Hablamos en otro momento, de preferencia en un lugar público, estoy ocupada ahora.
La chica cuelga el teléfono luego de decir eso. El transcurso sigue normal hasta el hospital, se baja unas cuadras antes y las camina. Se queda pensativa sobre las palabras de Nathaniel, pero solo cierra los ojos como tratando de no pensar en eso, tiene un objetivo delante, y es lo principal: obtener toda la información posible del asesino que se coló en la casa con la meta de obtener sus ojos.
Pasa a comprar unas flores rojas primero y una tarjeta para desearle a Antonio que se recupere. Debe cumplir el papel de representación del aula.
El hospital tiene su usual olor, una mezcla entre alcohol y medicamentos con un aire frío a la par que agobiante, como ellos suelen ser.
—Buenas, Soy Annie Silva, vengo a ver a Antonio Cárdenas, en representación de su aula, soy la presidenta de la clase. —expone la joven parada frente al mostrador.
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Reflejo Rojo
Mystery / ThrillerBienvenido al mundo de Annie, donde la locura y magia están separados por una línea muy delgada. ¿Será la realidad lo que le aterra o todo está en su cabeza? Una chica de 17 años comienza a experimentar una serie de hechos que bien podrían ser de u...