Jeon Jungkook Reacciones ©®

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"¡Sorpresa!"

— De verdad no te preocupes —insistí por la llamada.

— Pero es tu cumpleaños y se lo especial que es para ti.

No pude evitar pensar en que era cierto, me encantaría que Jungkook y yo estuviéramos juntos en mi cumpleaños y lo celebraramos a nuestro lodo, pero también comprendo que su agenda es muy ocupada por el lanzamiento de su primer disco en solitario.

— Y podremos festejarlo cuando haya tiempo —lo animé—. Al menos puedes cantarme por aquí la canción que me compusiste.

— ¡Si amor! Dame un segundo.

Mi novio hizo ruidos con su garganta calentando y no pude evitar reír por lo gracioso que se oía.

— Eres todo lo que mi corazón un día soñó, la luz que ilumina mis días, el olor de una flor.

Deje caer mi cabeza en la almohada que cubrí con la sudadera que dejo olvidada el otro día en mi departamento y cerré los ojos imaginando que me abrazaba y me cantaba al oído como suele hacerlo cuando nos quedamos dormidos o despertamos juntos.

— ¿Te arrullé?

— Casi lo hiciste —admití.

— Entonces no podrás ver la última sorpresa y la más importante que te preparé.

En ese instante alguien llamó a la puerta, revise la hora en mi celular.

¿Quién toca a las once de la noche en un día entre semana?

— Dame un minuto, alguien está tocando.

Baje el teléfono y me asome por la mirilla, no pude ver con claridad ya que una enorme caja tapó mi visibilidad, no me quedo de otra más que abrir y cuando la caja se hizo a un lado vi su hermosa sonrisa de conejo.

— ¿Qué haces aquí?

El tuvo que soltar la caja cuando me lance a sus brazos sin poder creer que Jungkook estuviera ahí.

— ¡Sorpresa bebé!

Inevitablemente le di muchos besos cortos y al final uno largo en los labios que mucha falta me hacía.

— ¿Cómo pudiste subir eso por el elevador?

— Soy JK, para mi nada es imposible.

Rodé los ojos, definitivamente amo todo de él, incluso su enorme ego que nunca abandona.

Se adentro al departamento y por el brillo en su mirada intuí que quería que abriera ya el regalo.

Sin pensarlo más desate el moño y levante la caja dejándola caer a la alfombra, muchos pétalos de rosas cubrían la sorpresa, así que tuve removerlos rodeada del exquisito aroma que regalaban y saqué un enorme peluche de pingüino con una caja de la consola más reciente de xbox entre sus manos/aletas.

— ¡No! —me quedé helada—. Jungkook, te dije que me dieras algo sencillo.

— Esto es sencillo —debatió—pensé en comprárte ese carro que tanto te encanta u objetos para tu estudio musical, pero sentí que esto te haría más feliz.

— ¿Un carro? —pregunté incredula—. Aveces me das miedo.

Puse con cuidado los regalos en el sofá y volteé a abrazarlo nuevamente.

— No necesito nada material, con que estés aquí conmigo ya es como un sueño del que no quiero despertar.

Le di un suave, lento y cariñoso beso que salio desde el fondo de mi corazón.

— Gracias por todo conejito, te amo.

— Y yo te amo a ti preciosa —se acercó a mi oído para susurrarme—. Aunque aún falta un regalo más.

— F.M.