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— ¡Esa es una locura! —Reíste con lo que Joy, tu mejor amiga te dijo.
De pronto viste que todos los alumnos corrían y te diste cuenta que no habías escuchado el timbre que marcaba el final del descanso entre clases.
— ¡Oh diablos! Te veo luego Joy —Gritaste mientras tomabas tus cosas y corrían al salón de artes.
No por nada era tu clase favorita, siempre te ha encantado pintar y sentir la brisa fresca que entra por las ventanas de ese salón. Y también agregándole el hecho de que tu amor platónico de primer año, es el maestro que la imparte.
Llegaste al salón y la puerta ya se encontraba cerrada, tocaste una vez y Jeon se paró a abrir la puerta mientras tus compañeros pintaban en sus lienzos.
— ¿De nuevo tarde señorita _____? — Preguntó y con el simple contacto de tu mirada contra la suya sentiste a tus mejillas sonrojarse.
— Lo siento, prometo que a la próxima...
— "Prometo que a la próxima llegaré a tiempo Profesor Jeon" —Te arremedo y soltaste una pequeña risa —. Esta vez tu castigo será que después de clases te quedes a ayudarme a pasar las cosas de este salón al de al lado.
— ¿La clase nos mudaremos de salón?
— Lamentablemente si —Hizo una mueca triste.
— No se preocupe, si se decora bien al igual que este, seguirá viendose a su estilo.
Al final te dejo pasar y no podías creer que además de estar observándolo ahora mismo mientras transcurría la clase a escondidas, tambien le verías al final de la clase.
No sabías lo que pasaría, pero estabas segura de que ningún otro hombre te haría sentir de la manera en la que sólo el sabía hacerlo.
