Te veo

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—Build debes apurarte ya casi te toca salir—los gritos de Tong ya me tenían aturdido.

¿En que momento se me ocurrió aceptar esto?

El Instituto hacía cada año un concurso de belleza algo muy superficial a mi parecer, pero era una de las actividades más importantes en todo el año. Tong me insistió mucho para participar y yo no pude negarme.

No saber decir que no me frustra. No poder dejar de sonreír me frustra.

Desde pequeño había escuchado las mismas frases una y otra vez.

Tú sonrisa es como el sol

Te ves más lindo cuando sonríes

Sonríe para mí

Nunca te olvides de sonreír

Las personas te amarán si les muestras tu hermosa sonrisa

Nunca había pensado que lo dijeran con mala intención, pero por ello ahora sonreír ya no era un acto para mostrar mi felicidad ahora se trataba de las personas más que de mí. Era una costumbre que hacía a los demás felices, podría decirse que era como un espectáculo para que los demás lo apreciaran. Sonreía para que los demás fueran felices incluso si yo no lo era.

—Es tu turno—Tong me empujo al escenario y no pude hacer otra cosa más que seguir mi papel.

Llevábamos ensayando desde temprano. Todos los participantes modelarían mientras vestían algo diseñado por su “padrino o madrina” no estaba seguro del término exacto y al final mostrarían algún talento.

En el show podían participar todos sin importar el género o la edad y quien ganará se hacía de bastante fama y un premio que cambiaba cada año. La última vez creo que fue una laptop o algo por estilo.

Camine lentamente lo mejor que pude intentando no cometer ningún error. El vestuario que había diseñado Tong aún no estaba listo por lo que tenía mi ropa habitual, lo que era más cómodo, pero la mirada de tanta gente sobre mí me ponía nervioso. Todos los que preparaban el evento, alumnos, maestros todos andaban pendiente de cada participante.

Sentí mi respiración mucho más rápida de lo habitual. Casi era el final del escenario y sentí que me quedaría sin aire.

No recordaba los pasos de baile que supuestamente haría.

Mierda.

Mierda.

Mierda.

Entonces lo vi. Al final del salon en su capucha negra y con sus ojos fijos en mí. El intruso del baño.

Habían pasado tres días desde que lo conocí. Me pase los días buscándolo para devolverle la toalla y el abrigo, pero nunca lo encontré. Pensé que tal vez le hubiera pasado algo. Como un accidente o algo así.

—Bible—solté su nombre en apenas un susurro y acaricie cada letra de su nombre.

Los pasos fueron volviendo a mi cabeza. Y deje que la música tomara el poder sobre mi cuerpo.

No le quite los ojos de encima y él a mí tampoco. Fue como si por unos minutos fuéramos los únicos en aquel lugar.

Todo terminó, los aplausos me envolvieron, pero los ignoré en cuanto vi que Bible tenía intenciones de irse. Baje apresurado del escenario y corrí en su búsqueda.

—Espera, Bible.

—¿Necesitas algo? —su voz era tranquila y algo grave. Esta vez no tenía el gorro del abrigo puesto y podía apreciar su cabello oscuro, el cual llevaba un poco largo y portaba unas gafas que le daban un aire muy intelectual y sexy.

Oh Dios ¿en que esto pensando?
Vuelve a tus cabales Build.

—Quería agradecerte por lo del abrigo y la toalla. Quería devolvertelos. Te he buscado todos estos días, pero no te encontré. ¿Te pasó algo? —pregunté curioso.

—Si he venido.

—Pero te busqué por todos lados.

—Tal vez no buscaste lo suficiente.

—Yo... —si lo busqué, incluso pregunte a Tong, pero dijo que no conocía a nadie con ese nombre.

Nos quedamos en silencio un rato.

—¿Te gusta? —su pregunta me descolocó.

—¿De qué hablas?

—Del concurso, parecías incómodo—¿lo había notado?

—¿Por que lo dices?

—Porque te veo Build.

—No es verdad, estoy bien —mientes y lo sabes. ¿Por que intentas convencerte de lo contrario?

Eres idiota Build.

—Has lo que quieras —quizo irse, pero lo detuve otra vez.

—Tengo que devolverte tu abrigo.

—Quédatelo, de seguro te queda mejor a ti— me quedé estático, quería detenerlo, quería hablar con él por alguna razón que aún no entendía, pero él parecía que solo quería irse.

Se volteó hacia la puerta, sin embargo antes de llegar se giro de nuevo hacia mí.

—Me gusta como bailas —dijo antes de por fin marcharse. Juro que sentí como mi corazón palpitó a gran velocidad con esas cuantro palabras.

Sentí la cara caliente y mis mejillas sonrojadas. Quise seguirlo, pero entonces todo se oscureció. Como cuando cae una tormenta sin previo aviso.

Pero yo estaba en mi eterna tormenta solo que habían días más despejados que otros.

Eres un muñeco, solo sirves para entretener a la gente.

Tú único propósito es lucir lindo.

Nunca dejes de sonreír, tu sonrisa es lo único bueno que tienes.

A nadie le interesas de verdad.

Estas vacío por dentro.



Cuando los mundos colisionan[BibleBuild]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora