Al abrir los ojos estaba en lugar desconocido. Mi cabeza dolía y sentía un hilo de sangre deslizarse por mi rostro.
Intente moverme, pero me encontraba atado. Moví mis muñecas queriendo safarme, sin embargo lo único lograba era lastimarme. Aguante los gemidos de dolor y cuando crei que estaba a punto de lograrlo la puerta de la habitación se abrió.—Por fin despiertas — Malai me observaba divertida como un depredador quien disfruta de la desesperación de su presa.
—Estas llevando esto demasiado lejos —ella se agachó y agarro mi mentón con fuerza. Me dio una media sonrisa y susurro en mi oído.
—Será mejor que te acostumbres porque esta va a ser tu vida a partir de ahora. Eres mío.
Temble ante sus palabras y la locura que dejaba ver con cada una de sus expresiones.
—No seré tuyo, no soy de nadie. No lo entiendes no soy un objeto que puedas poseer —le grité.
Malai clavo sus uñas y pasó su lengua limpiado la sangre de mi cara. Me aleje inmediatamente asqueado.
—Te has vuelto aburrido Build. Me gustabas más antes cuando eras fácil de controlar, ahora tus ojos brillan de una manera diferente. ¿Me preguntó por qué será?
Ella me soltó y sacó un navaja del bolsillo de su pantalón. Recorrió el lado izquierdo de mi cara con la hoja sin hacer mucha presión.
—Así es más divertido, cuando me miras así te vea más bonito.
—Estás loca. No se supone que dijiste que me amabas, ¿es esta tu manera de demostrarlo?
Malai se alejó de mí. Fue hasta una pequeña mesa en la esquina de la habitación donde había una botella de vino y dos copas. También había un cuadro boca abajo y un teléfono móvil. Tomó la botella vertió el líquido en uno de las copas y dejó la navaja en la mesa.
—Ya te lo conte antes, mis padres nunca me amaron. Solo fui un error, una mancha en el cuadro de su perfecta familia —hizo una pausa para tomar un sorbo de vino — por más que intente ganarme su afecto nada funcionaba. Ellos simplemente no me veían y cuando llegó mi hermana solo empeoró. Fui sacada de mi habitación y tuve que dormir en un cuarto de depósito con la única compañia de una manta y una lámpara rota. Todo lo que creí que era mío pasó a manos de alguien más.
Se quedó en silencio por unos minutos. Solo le daba vueltas a la copa con tranquilidad hasta que cogió el cuadro. Le dio una mirada de asco y lo estrelló contra el piso. El cristal que protegía la fotografía familiar se hizo añicos.
Malai se acercó al cuadro en el piso y piso con furia la cara de los que debían ser sus padres.
— ¿Qué es el amor? Nunca recibí nada parecido, nunca tuve nada que me perteneciera —derramó lo que quedaba de vino sobre la foto — por eso supe que tenía que buscarlo por mi cuenta. Y ahí fue donde te conocí, un chico solitario, herido e indefenso que necesitaba amor. ¿No lo ves Build somos iguales? Nos necesitamos, estábamos destinados a encontrarnos.
—No soy como tú. ¿Qué tonterías dices?
—¡Cállate! —se abalanzó sin previo aviso, jalo mi cabello y estrelló mi cara contra el suelo — Yo soy lo único que necesitas, pronto lo entenderás. No quiero tratarte así, pero me obligas a hacerlo —volvió a jalar mi pelo y levantó mi cabeza.
—Detente — dije en apenas un susurro.
—Así es como tienes que mirarme siempre —soltó mi cabello y lo acarició suavemente con una mirada gentil. Era como si estuviera con una persona diferente cada vez—yo se que amas también, solo me tienes a mí, soy la unica que puede darte lo que quieres.
—Estas confundiendo el miedo con el amor Malai. No te amó y tú tampoco me amas. No sabes ni siquiera lo que eso significa. El amor no se trata de poseer a otros. No puedes obligar a que te amen y definitivamente no puedes conseguirlo a través del miedo.
Quería hacerla entrar en razón. Después de escucharla podía entender que se había vuelto un monstruo debido a los traumas de su pasado. Aunque nada justificaba lo que estaba haciendo, pensé que tal vez en alguna parte de ella podía ser salvada si lograba entender que nada de lo que estaba haciendo la ayudaría a conseguir el amor que tanto anhelaba.
Su rostro volvió a cambiar y como si otra persona se apoderara de su cuerpo Malai se alejó de mí y comenzó a caminar en círculos alterada.
—¡Tienes que amarme! Mirarme solo a mí, yo soy lo único que debe existir en tu vida —rogó desesperada —debo ser lo único para ti, así no tendrías más remedio que amarme, pero tu querías ver a otras personas. Entonces yo tenía que desarcerme de ellas.
Detuvo sus pasó.
—Si me tienes miedo, no podrías escapar entonces sería lo único para ti. Así debe ser. Tú debes ser mío, no importa lo tenga que hacer para conseguirlo.
Se comportaba como un disco rallado que repetía una y otra vez lo mismo.
Mío
Mío
Mío
Como quien habla de un juguete, Malai solo pensaba en como convertirse en la única persona que pudiera ser mi dueña.
—¡Eso es! Solo tengo que matarlo a él —Malai me miro alegre como si hubiera encontrado la respuesta a todos sus problemas —él es la razón por la que cambiaste, si no estuviera...
Dejó caer la frase y me aterro pensar en a quien se refería.
—Ese chico que siempre estaba pegado a tí. Es por él que no puedes amarme — no por favor rogue en mi mente—por que lo amas a él, entonces tiene que morir.
Mi cerebro hizo clic en un instante y todo temor fue remplazado por un sentimiento extraño y nuevo. Un deseo fulminante de acabar con la persona que estaba frente a mí.
Me solté de las sogas ya aflojadas antes sin pensar en el dolor y me lancé con un solo pensamiento en mente.
«Debo matarla»
Malai no tuvo tiempo de reaccionar. La empuje y ambos caímos al suelo. Mis manos rodearon su cuello y aprete con fuerza.
—No te lo permitiré. No dejaré que lo toques —no podía. No importaba lo que me sucediera, pero jamás dejaría que le haga daño a Bible.
La única luz en mi vida no debía ser manchada por nadie...
Su cara se ponía cada vez más roja y aunque ella hacia todo el esfuerzo por que la soltara mis manos se mantenían firme. Sin embargo por cada segundo que pasaba mi convicción temblaba y ella lo sabía.
—Tendras que matarme si quieres salvarlo, pero tú no eres así. No eres un asesino Build. ¿Crees que alguien te amará si te conviertes en eso?
El momento en que mi mente dudo fue aprovechado por ella y clavo uno de los pedazos de vidrios del suelo cerca de mi cuello. Las manos de Malai me empujaron y ella se liberó de mi agarre. Preocupado miré la herida que empezaba a sangrar.
Mientras ella se paró y hizo un esfuerzo por respirar. De repente comenzó a reír de la nada.
—Lo ves. ¡No puedes matarme! —exclamó feliz.
De pronto de la puerta se abrió de una patada y Bible apareció sujetando un arma.
—Él no, pero yo sí —sus ojos miraban con desprecio a Malai y su dedo estaba sobre el gatillo preparado para disparar ante cualquier movimiento.
Mi visión se nublaba y cuando estuve a punto de desvanecerme pude escuchar un disparo seguido de la voz de Bible llamándome.
Sentí como mi cuerpo tocaba el piso y un último pensamiento cruzó por mi mente.
«Él vino a rescatarme, ahora todo está bien»
ESTÁS LEYENDO
Cuando los mundos colisionan[BibleBuild]
RomanceDonde Bible ama ver las gotas de lluvia caer, pero Build las odia. Donde Bible no sonríe a menudo, pero se siente bien consigo mismo y donde Build siempre sonríe, pero está todo roto por dentro. -¿Qué pasa cuando dos mundos colisionan? - preguntó...