Cicatrices

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Por mucho tiempo me paré a pensar ¿que vería él en alguien como yo?

Yo solo era un niño o por lo menos así me sentía. Un niño pequeño que desconocía la manera en la que los demás vivían.

Éramos mundos muy diferente y eso se notaba.

Aún así, él se me acercó, me sacó a bailar y me dijo lo hermoso que yo era.

Estaba acostumbrado a los halagos, pero los de King sonaban diferentes. Ese fue el principio, me insistió en tener mi número, quería que nos viéramos de nuevo.

Y así fue.

Cada vez que él jugaba yo estaba ahí animandolo. Me invitaba a cada fiesta que iba, y yo aceptaba con tal de verlo de nuevo.

No me gustaba el ambiente en el que se movía, ni sus fiestas una más alocada que la otra, ni sus amigos, pero yo no decía nada. Creía que no tenía derecho.

Él era el rey y yo un simple siervo.

No recuerdo en que momento comencé a pensar así, pero esa se volvió mi percepción del mundo.

Mi vida giraba en torno a él.

Un día me dijo que quería ser mi novio y yo no pude sentirme más feliz. Me gustaba, era la primera persona por la que sentí interés y mi interés se había convertido en amor o eso era lo que nublada mente creía.

Mi primer amor quería ser mi novio, como podía negarme.

Me dijo que no lo comentara con nadie. King tenía dieciséis y yo solo catorce, sería raro. Yo no le di mucha importancia, solo eran dos años, pero otra vez acepte a todo lo que él decía sin muchas explicaciones.

Al comienzo todo era como un cuento hadas, todo color rosa. Me llevaba a citas, me decía cada dos minutos un halago nuevo y siempre tenía algún regalo para mí. A veces una flor u otras una pulsera. Los halagos que antes me incomodaban viniendo de él se convirtieron en una necesidad. Sobre todo cuando comenzaron a ser cada vez más escasos después de un par de semanas.

Como dije antes un cuento de hadas, hermoso, pero falso a final de cuentas.

Lo primero fue un “deberías arreglarte más, me preocupa tu apariencia cuando te vean conmigo”

Lo segundo un “te pareces mucho a un muñeco, lindo, pero sin vida”

Lo tercero “ya me estoy aburriendo de ti, así que haz algo interesante. Aunque no espero mucho, después de todo ser lindo es tu único talento”

Con eso debía ser suficiente para darme cuenta de que todo estaba mal, de que la persona que yo creía conocer era farsa.
Pero es como dicen: no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Es mi culpa que él ya no me quiera como antes. Esa era la frase que se repetía en mi cabeza cada mañana cuando me pasaba horas frente al espejo buscando la manera de verme como él quería.

Más lindo.

Lo que yo creí que era un dulce primer amor se convirtió en mi mayor tormento.
Criticarme se volvió el centró de su diversión. Siempre tenía un nuevo comentario hiriente, dejó de llamarme por mi nombre y me volví su “muñeco”.

No perdía oportunidad para llamarme así, no importaba si estabamos solos o rodeados de gente. Mi nombre quedó en el olvido y solo respondía a ese estúpido apodo.

Cuando vio que yo me cansaba de sus palabras, volvía a ser dulce y cariñoso. Me decía que todo era una broma y que no me lo tomara enserio.

“Sabes que eres lo más importante para mí "

Era escucharlo decir eso y un simple “te amo” y yo caía otra vez sin ninguna resistencia. Me perdí a mi mismo, si alguna vez tube algo de amor propio él lo destrozó sin piedad. Me hizo olvidarme de que yo tenía una vida antes de él. Ya no iba a los lugares que me gustaban porque solo podía salir con él a donde él quisiera. Ya no veía animes, ni cómic porque él lo consideraba muy infantil.

Me moldeó a su gusto y me dejó en claro que yo era de su propiedad.

La última fiesta a la que asistimos, King decidió emborracharse como si no hubiera un mañana. Yo solo me quedaba a su lado, sin decir nada a no ser que él me hablará. Yo no tenía amigos y las únicas personas que me hablaban lo hacían porque me veían al lado de King.
Incluso mis compañeros de escuela me ignoraban y yo ni siquiera me di cuenta cuando había comenzado a pasar eso.

Mucho tiempo después me enteré que la influencia de King era mucho mayor de la que me imaginaba y le había dicho a todos que no podían hablarme, ni mirarme sin su permiso.

Esa noche fue la primera vez que sucedió. Me cansé y algo hizo clic en mi interior. Me atreví a hablar, a negarle algo.

No quería ir a un lugar menos llenó con él, solo quería ir a casa.

Al él no le gustó mis palabras.

Un muñeco no habla, dijo. Luego lo sentí. Un golpe en mi mejilla, el sabor de la sangre.

Un hilo rojo salía de mi labio inferior. Estaba asustado, quería huir, pero King me sujeto tan fuerte como para dejarme marcas en mi muñeca.

“No me hagas enojar”

No me atreví a hacerlo. Al siguiente día, se disculpó con un ramo de flores y dijo que todo fue por el alcohol.

Su beso me dieron ganas de vomitar, su toque solo me hacía querer salir corriendo. Sin embargo mi voz se apagó.

Para ese entonces las vacaciones estaban a punto de llegar, el último día de escuela también fue el último día que lo vi.

Sus palabras se grabaron a fuego en mi piel.

“Estas vacío por dentro Build, no eres nada más que un simple muñeco, solo estás para que la gente te mire”

Nunca pude olvidar el miedo que sentí al escucharlas. Estaba aterrorizado de que él tuviera razón,  sin embargo fueron esas palabras las que me dieron el valor para irme y no volver. No podía caer más bajo, tenía que proteger lo poco que quedaba de mí.

Durante todas las vacaciones me encerre en mi cuarto. Cambie mi número de teléfono e ignore a todo el mundo.

Me costó mucho trabajo convencer a mis padres de que nada me había pasado. Para suerte o desgracia en esa época mis padres tenían asuntos más importantes que atender, como la posibilidad de que mamá perdiera su tienda de ropa por problemas de dinero y la enfermedad de mi abuela paterna.

Cuando el nuevo curso empezó me llegó la noticia de que King se había tenido que cambiar de ciudad urgente por asuntos familiares.

Por eso no me buscó, fue un soplo de aire fresco, un rayo de sol en mi tormento. Significó una pequeña esperanza de que pudiera olvidarlo todo.

Pero nada volvió ser igual. Las heridas eran muy profundas y lo peor no son las heridas sino la cicatrices que dejan, esas que nunca desaparecen.

Cuando los mundos colisionan[BibleBuild]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora