El muñeco

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—Cuéntame algo sobre ti.

Ya estabamos en el cine, la única película que aún tenía entradas era una de superhéroes que me parecía bastante aburrida, pero no me importaba porque  nada iba arruinar mi oportunidad de saber más sobre Bible.

—¿Qué quieres saber?

Estábamos en la última fila y no había gente a nuestro alrededor. Por lo que podíamos hablar sin problemas. Bible tampoco parecía muy interesado en la película, solo comía palomitas y fingía poner atención a la pantalla.

—Pues no sé. Creo que no te conozco y tú sabes más de mí— Bible dejó la película a un lado y me miro.

—¿Si?

—Sabías que era amigo de Jeff y haces como si pudieras ver a través de mi—sonaba como un niño dando argumentos.

—Solo soy bueno con los detalles, pero vale te hablaré de mi—hizo una pausa—me transferí al Instituto el año pasado porque mi familia se mudó debido al trabajo de mi papá, pero ellos volvieron a mi antigua ciudad este año y yo decidí quedarme aquí así que ahora vivo solo.

—¿Tienes dieciocho y ya vives solo?

—Al principio estaba con mi hermano mayor, por eso accedieron, pero luego de unas semanas él se fue a vivir con su  novio así que, sí, estoy solo. Aunque mis padres no lo saben.

—¿Y por qué decidiste quedarte aquí?

—Me gusta el lugar, era mi oportunidad de ser independiente y también...

—¿También que?

—Hay otra cosa, pero eso no te lo voy a decir.

—No seas así—me cruce de brazos intentando parecer molesto lo que era ridículo porque él no tenía ninguna obligación de contarme, pero me había dejado con la intriga y eso era injusto.

—Pregunta otra cosa —no me lo iba a decir así que suspire en señal de derrota.

—¿Color preferido?

—Negro ¿y tú?

—Azul ¿eres más de gatos o de perros?

—De gatos, de hecho tengo dos—sonreí

—Yo tengo uno—hablamos un rato de nuestros gatos hasta que la película terminó.

Al salir nos sentamos un rato en el parque. Había bastante gente, pues había una especie de feria donde muchas personas se encontraban vendiendo diferente cosas quería ver, pero parecía imposible adentrarse entre tanta gente.

Estaba sentado en un banco esperando a Bible que había ido a comprar algo para beber. Mientras tanto revise mi celular por si había algun mensaje de mis amigos, pero sólo había uno en el grupo de WhatsApp de los tres por parte de Jeff.

Que te lo pases bien en el cine, nos llevas la próxima vez y no te preocupes por lo histérico de Tong"

En ese momento Tong se conectó y empezó a escribir.

“No soy histérico idiota"

“Que te lo pases bien Build"

Iba a responder, pero un llavero de erizo se interpuso en mi campo de visión. Bible lo sostenía mientras me miraba.

—¿Te gusta? —me lo dio —es para ti.

—Esta muy bonito, ¿por que un erizo?

—Porque me pareció tan adorable como tú—tenía que ser tan directo. ¿Dónde estaba su timidez?

Pero creo que no pretendía decirlo en voz alta porque su cara se sonrojo cuando lo mire. Ambos debíamos estar como tomates.

—Me encanta, gracias —él se sentó a mi lado y me dio una de las bebidas que llevaba.

—De nada—ambos desviamos la mirada y se formó un silencio incómodo—mi hermano tenía un erizo, a veces lo cuidaba cuando el se pasaba tiempo sin regresar a casa. Era muy adorable, me dolió cuando se lo llevó a casa de su novio, pero a veces voy a visitarlo.

—¿De verdad? Yo nunca he visto uno.

—Tal vez un día pueda enseñartelo—¿me iba a llevar a casa de su hermano a caso? —ya se hace tarde, te llevaré a casa.

—No te preocupes puedo ir solo.

—Mejor te acompaño, no quiero que te pase nada.

—¿Y tú? Tendrías que irte solo después de llevarme.

—No te preocupes por mi.

—Claro que me preocupo por tí.

A pesar de mi insistencia él terminó acompañandome. Por suerte mi casa no quedaba muy lejos de la suya según Bible y había una parada de autobús a una cuadra.

—Nos vemos mañana Bui—no quería que se fuera aún.

—Nos vemos Bible, llamame cuando llegues a tu casa para saber que llegaste bien.

—Lo haré —acarició de nuevo mi cabeza y dejó un beso en mi frente.

Entre recordando una a y otra vez la sensación de sus labios en mi piel. ¿Cómo podía sentirse tan especial un simple beso en la frente? Estaba tan distraído que no me di cuenta que mi mamá estaba hablandome.

—Hola hijo ¿en que planetas estás?

—Lo siento ¿que decías?

—Que te llegó un paquete, no tiene remitente así que no se quien te lo mandó. Lo deje en la mesa de la sala.

Me resultó extraño, no había pedido nada y mis amigos no me habían hablado de ningún paquete.

Tomé la caja y la abrí.

Mi tormenta volvió, escuché como el ruido de un trueno azotaba el cielo, no era necesario mirar para la ventana sabía que solo estaba en mi imaginación.
Pero se sentía tan real.

Sentí los pasos de mi madre detrás.

—Que bonito muñeco, es igual a ti, ¿quien te mando algo tan bonito?

No era bonito.

No podía ser.

Estaba muerta.

Muerta.

Muerta.

Muerta.

Ella tenía que estarlo.

Cuando los mundos colisionan[BibleBuild]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora