Tendrás que matarme

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Mi madre conocio a mi padre cuando era una joven de dieciocho joven inocente sin noción de nada. Se enamoró a primera vista luego de verlo en una fiesta a la que fue obligada a ir por sus amigas. Aunque él era diez años mayor que ella no le importó y entabló una relación con él. Sin embargo ella no tenía ni idea de la verdadera identidad de mi padre y al descubrirlo era demasiado tarde. Estaba embarazada de mí.

Ella no quería ese tipo de vida así que huyó. Supongo que no sabía que escapar totalmemte de ese tipo de mundo es casi imposible. Estuvimos yendo de un lugar a otro durante muchos años hasta que cumplí ocho y mi padre nos encontró y nos llevo con él.

Allí conocí a mi medio hermano Vegas, hijo de la esposa oculta de mi padre. Al principio fue demasiado difícil para mí entender que estaba pasando, solo podía ver a mi madre llorar mientra me pedía perdón. No supe a que se refería hasta que mi padre me dio mi primera arma y me dijo que era de cumplir con mi deber como su hijo y parte de la familia.

Así fue como fui entrenado y a mis trece años mate a mi primera víctima. Ahora mismo no recuerdo mucho su rostro, estaba demasiado golpeado como para distinguirlo, la verdad. Alguien había filtrado información confidencial de los negocios de mi padre a su principal rival y debía pagar el precio.

“La primera vez es difícil, pero se vuelva más fácil con el tiempo”

Esas fueron las palabras de mi hermano al verme temblar con el arma en la mano bajo la atenta mirada de nuestro padre.

Después de ese hombre viniero más, personas de las cuales nunca supe sus nombres. Vegas tenía razón con el tiempo apretar el gatillo se volvió normal. Durante un tiempo mis sentimientos se esfumaron y ver cadáveres no provocaba nada en mí. Iba por la vida sin ningún tipo de pensamiento, solo hacía mi deber como parte de la familia. Eso fue hasta que en mi cumpleaños diesiesite mi madre se encontraba en sus últimos minutos de vida.

Había caído enferma hacia unos años y no había nada más que hacer.

Sus últimas palabras fueron “Lo siento, realmente quería otra vida para tí. Me hubiera gustado darte una mejor vida, pero fallé. Quisiera que pudieras
encontrar un verdadero hogar”

Cuando sus ojos se cerraron, lloré por primera vez en años y el reloj que se había detenido en mi interior comenzó a moverse de nuevo.

Fui hasta donde estaba mi padre y tire mi arma en medio de su escritorio y pronuncié las palabras que habían estado atoradas en mi garganta por tanto tiempo.

—Me quiero ir.

Él río como si fuera un chiste. No obstante había tomado mi decisión. Tome una mochila de mi cuarto con algo de ropa y salí sin ningún plan en mente mas que irme tan lejos como fuera posible.

Obviamente no fue fácil. Mi padre y Vegas se pagaron en la entrada de la casa impidiendo mi salida.

—¿Realmente crees que te puedes huir?

—Sí —afirme sin dudas.

—Eres tan inocente como tu madre —aprete mi mano y puño.

—No hables de ella—dije furioso.

—¿Ella es la que te metio esta idea en la cabeza? Este es tu lugar, lo único que conoces. No puedes dejar tan fácil tus responsabilidades con esta familia.

—Yo nunca considere este lugar como un hogar, ni a ti como mi familia. Vivi hasta ahora como un muñeco bajo tus órdenes, sin embargo esta es mi renuncia.

—No eres nada sin mí.

—Eso lo veremos. Pienso irme con o sin tu permiso. Si quieres detenerme, tendrás que matarme.

—Padre, déjalo irse —Vegas se alejó de mi padre y se puso a mi lado. Al principio estaba sorprendido, no es que tuviéramos una mala relación al contrario era la única persona de este asqueroso lugar que consideraba familia aparte de mi madre, pero no creí que me apoyaría.

—¿Que rayos estás diciendo? Te has vuelto loco al igual que él —los gritos de mi padre resonaron por toda la casa.

—Déjalo ir, padre. Ya lo escuchaste antes, se irá hagas lo que hagas. ¿O es qué de verdad piensas matar a tu propio hijo?

El señor a el que llamaba padre saco su arma y me apuntó a la cabeza.

—¡Detente padre! —mi hermano grito.

—No te atrevas a dar un solo paso más, no olvides quien soy yo.

Vegas se detuvo y me miro con preocupación en sus ojos.

—¿Crees que esto es un juego Bible? —mi padre se acercó y colocó su arma en medio de mi cabeza.

No desvíe la mirada. Solo esboce un sonrisa.

—Adelante, dispara.

Por un momento creí que lo haría, sin embargo bajo su arma.

—Vete, antes que me arrepienta. No obstante si alguna vez pones un pie de nuevo en esta casa o si haces uso de algunos de los medios de la familia tendrás que regresar y no podrás irte de nuevo.

—Entendido —sin ningún tipo de despedida a parte de esas simples palabras deje atrás esa casa.

Mi hermano me contacto unos días después y me invitó a mudarme con él a otra ciudad ya que tenía que hacerse carga de unos negocios. Al principio dudé, pero me aseguró que no habría ningún problema.

Acepte porque de todos modos no tenía muchas más opciones.

—¿Por que me ayudas tanto? —le pregunté.

—Porque somos familia, tonto. Fue la primera vez que hablabas como alguien vivo como no podría apoyar a mi pequeño hermano.

—¿No tendrás con problemas con padre?

—Este negocio es mío, así que no tiene nada que ver con él. Además yo también necesito tomar algo de aire y alejarme de la presión que siempre me impone.

—Gracias— dije a punto de llorar como un niño pequeño.

—De nada, te ayudaré con lo que pueda, sin hacer uso de los medios de la familia mientras pueda hasta que  puedas volar por ti mismo. Eso es lo menos que puedo hacer como tu hermano y también para cumplir con mi promesa con tu madre.

—¿Mi madre?

—Sí, hablé con ella antes de que la vieras. Me suplico que te sacará de ahí. No sabía cómo hacerlo, estaba buscando alguna manera; pero tú te adelantaste y por poco haces que te maten. Bueno, digamos que bien está lo que bien acaba.

Cuando los mundos colisionan[BibleBuild]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora