-Dormiste bien?-Preguntó aquella voz a mi lado.
-Que pasó anoche?-Le pregunté mientras buscaba mi ropa entre las sábanas.
-Vaya... si que tomaste bastante Dupin... nos emborrachamos. El chico ese, Mark era el único sobrio entre nosotros y llevó a su prima Liv a no se dónde.- Explicó Amelia con total tranquilidad mientras que yo atravesaba un colapso mental a la par que intentaba interpretar las cosas.
-Y nosotras?- Indagé.
-Bueno... nosotras pasamos una noche de puta madre.
Estabas tan ebria que casi olvidas tu nombre y el mío. Nos subimos a un taxi y vinimos a mi casa... bueno la casa de mis padres.--LA CASA DE TUS PADRES?- Exclamé alterada. Todo eso era una locura.
-ESTAMOS EN LA CASA DE TUS PADRES?- Desesperada grité mientras me vestía a la velocidad con la que me visto cuando me quedo dormida para ir a la universidad.-Por qué te preocupa tanto? ellos ni siquiera deben estar despiertos.- Me aseguró con una calma que me hacia perder los estribos aún más.
-Apenas son las ocho. Quieres desayunar?--No... yo, yo me tengo que ir.- Dije tratando de tener un tono que demuestre que tenía el control de la situación y que no estaba para nada confundida y con una resaca que hacía años que no tenía.
-Entiendo.- Sonrió, Bajé rápidamente las escaleras y luego de fijarme de que nadie estuviera viéndome me fui. Al caminar por la vereda, puede ver como Amelia me saludaba desde su ventana.
La confusión no generaban más que caos en mi cabeza.
No era la primera vez que tenía sexo con una mujer o la primera vez que me emborrachaba hasta la amnesia pero no recordaba ser así de impulsiva, no obstante, la noche anterior me había descolocado y no hace falta que aclare porque.-Por qué no me atendías?- Preguntó un enojado Luke por teléfono. Una vez llegué a casa y lo puse a cargar y tenia miles de llamadas perdidas de él.
-Te podría haber pasado cualquier cosa y yo ni enterado.--Pero no pasó nada... tomé un poco de más y me fui a la casa de una amiga.-
-Mmm, una amiga.- Repitió en un tono burlesco e inmaduro.
-No seas idiota. Solo fuí porque mi casa quedaba muy lejos.- Mentiras, imaginación o intuición. El desconocimiento de aquella noche me desesperaba.
-Como digas abeja. Solo ten cuidado... no tengo mucho tiempo y no puedo estar atento a todo.- Era de esperar que eso último lo dijo con un tono de arrogancia insoportable
-Bien bien. Adiós señorito empresario.-
Una vez terminé mi llamada con Luke, al ver las notificaciones ví que tenía 67 mensajes de Liv y eso solo podía significar una cosa. Ella sabía algo o demasiado.
Para resumir, todo ese... tornado de mensajes hicieron que vomitara todo lo consumido el día anterior en el inodoro.
Según Liv, una vez que Amelia llegó, entre que le contaba lo que había pasado esa noche con Venable y todo eso, y las risas no hicimos nada más que beber quien sabe que cosa.
"Te pusiste como loca y comenzaste a dar vueltas por todo el bar pidiéndole besos a desconocidos y ni te hacia falta preguntar para decir verdad" decía uno de los escritos en el teléfono haciendo que quiera reír y llorar a la vez.
"Te fuiste al baño con esa chica Amelia y luego no supe más de ti. Mark Insistió en que nos fuéramos por la hora y te imaginaras que no me negué" Aclaró y en ese mismo instante una corriente eléctrica me recorrió la columna.
Velozmente comencé a recordar partes poco lúcidas de lo que había pasado.
El asqueroso baño de ese boliche fue quizás el lugar más incómodo en el que tuve sexo.
Las imágenes borrosas de estar en la parte de atrás de un taxi junto a Amy me hicieron temblar porque los recuerdos más lucidos sin duda fueron los de su casa.Llegar a escondidas como dos colegialas que intentaban escapar de un castigo por beber y sacarnos la ropa la una a la otra de manera tan salvaje y desesperada me sonrojaba.
Movimientos grotescos y "fluorescentes" podría decir.
Varios de los orgasmos en medio de besos o tomadas bruscas del pelo y la transpiración abaracando cada fibra del cuerpo. "Fue brutalmente bárbaro", pensé y sonreí. No me arrepentía para nada, salvo de el papelón que debe haber sido mi vuelta del amor por aquel sucucho sin embargo, que pensaba Amelia? Ese día en la mañana parecía relajada y sin problemas.
Que significaba para mi? Nada en especial. Dos amigas con simples derechos y realmente desaba que ese pensamiento fuera mutuo pero no... no podría ser.------------------------------------------
Corto y poco explícito. No acostumbro a escribir erotismo la verdad jajajaj.
Espero les guste bellezas.✌💜
ESTÁS LEYENDO
Renacer de la decadencia
FanfictionPaula Dupont, una encantadora chica de 19 años se marcha su país nativo para estudiar profesorado de filosofía en una de las academias de maestrías más prestigiosas de los Estados Unidos, lugar donde su alma y su némesis se encontrarán.