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Al día siguiente me levanté emocionada. Me había asegurado de descansar muy bien esa noche.
En la tarde del día anterior dí vueltas por toda la ciudad buscando los libros que necesitaría y también para conocer un poco de Illinois.
Me dí una ducha rápida y me vestí con un jean negro, una camiseta blanca y un suéter blanco.
Decidí dejar mi cabello ondulado suelto y me puse mis amadas converse rojas.

En el autobús, viéndome como una ridícula, practicaba las formas de presentarme ante mis compañeros y profesores.
Como había mencionado antes, nunca fui una persona social y estar rodeada de gente desconocido era todo un desafío.
Cuando entré, salude a Alice con una sonrisa.

-Emocionada señorita Dupont?-

-Definitivamente y llámame Paula por favor.- Respondí yendo hacia en ascensor.

-Muy bien Paula, soy Alice entonces.-

Entré a mi piso correspondiente el cual se encontraba plagado de personas.
Uno de los tantos profesores de la carrera nos indicó a todos los estudiantes entrar a un gran auditorio para que cada uno tome su asiento.

-Bienvenidos todos y todas a la facultad de filosofía.
Como ya sabrán mi nombre es Tim Walker y soy el decano de esta carrera.
Siempre que tengan una duda, una novedad y/o inquietud, podrán confiar en mí para aclarar tales situaciones mencionadas. Entendido?-
Todos respondimos positivamemente
-Arriba de sus pupitres se encuentra el plan de estudio de primer año llamado ciclo introductorio junto con las materias que lo conforman y sus horarios.- Mencionó mientras dirigíamos nuestras miradas a la mínima pila de papeles.

Pasaron rápidamente los minutos en lo cuales el señor Walker explicó otros puntos y objetivos de la materia.
Podría definirse como un hombre serio y profesional pero gentil y comprensivo.
Me alegraba que el decano de mi carrera sea así, me daba más seguridad.

-Y eso es todo por ahora aprendices. Su horario comenzará dentro de media hora y lo últ...-
El señor Walker fue  interrumpido cuando el sonido de la puerta abriéndose inundó el salón mostrando una figura que jamás se borraría de mi mente.

Una mujer alta, terriblemente erguida y bella, entró a él auditorio paralizando cada uno de mis sentidos.
Tenía una larga y lacia melena pelirroja amarrada en una coleta alta.
Esa mujer destilaba pura belleza y elegancia pero también un terror que daba escalofríos.
Llevaba una falda de tubo larga lila y un saco del mismo color con una camiseta de seda blanca debajo.

-Buen día. Mi nombre el Whilemina Venable. Bienvenidos a la universidad nacional de Illinois.
Espero que tengan un buen comienzo de ciclo en esta carrera.-
Su voz era firme y fina y sobretodo, aterradora.

En ese momento comprendí la advertencia que Kevin me había dado. Esa definitivamente no era una mujer con la cual tener problemas.

-Exelente. Eh, Como la mayoría de ustedes sabrán la señorita Venable es la directora de toda esta institución. La cabeza de este establecimiento.- Aclaró el profesor Walker con un tono un poco más inseguro de lo normal.
Al mismo tiempo la señorita Venable recorría con su mortal mirada a todos los estudiantes hasta que su mirada de detuvo en mi solo por unos segundos fatídicos.
-Para finalizar, también les deseo un buen comienzo a todos y todas.-

Salimos todos lentamente del auditorio.
La presencia de esa mujer me había dejado algo desorientada, como si se hubiera apoderado de la parte racional de mi mente.
Poseía un evidente aire de superioridad y con razón, ella era la cima de todo este magnífico lugar.

Durante el tiempo que se nos había dado antes de comenzar las clases decidí leer los horarios y comenzar a organizar mis actividades y horas de estudio.
Según lo que el profesor había dicho, este año no iba a ser complicado o extremo a diferencia de los que siguen debido a que era una introducción a la carrera pero de todas maneras, intenté organizarme lo más que pueda para que sea aún más fácil.

Sonó el primer timbre y nos dirigimos a la primera clase de lo que sería nuestra carrera.
Éramos alrededor de 30 alumnos que comenzaríamos
Un largo camino.

La primera materia fue Lógica 1, la cual estudia la doctrina de el pensamiento y la opinión.
Fue una larga introducción de la materia, sus factores y propósitos. Logré prestar atención ya que la primera clase siempre es la más interesante no obstante, esa misteriosa mujer rondaba en alguna parte de mi cabeza.
Siempre me consideré una persona que le atrae lo desconocido y esto, sin duda, era un claro ejemplo de mi atracción.
Esa mujer poseía una belleza exorbitante pero su inexpresiva mirada fue lo que más llamó mi atención.

Dejé esos pensamientos de lado y me concentré en la clase con la cual me encontraba más que fascinada.
Tenia expectativas muy altas y con cada segundo que pasaba allí absorbiendoló todo, me autoconvencía de que esta era la carrera perfecta para mi. Tenía la seguridad de que no me arrepentiría.

Renacer de la decadenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora