No me mientas, cariño...

CAPÍTULO 5

Me sonrojo solo de pensar en lo que sucedió ayer por la noche.

En Joe mirándome, y en cómo se tocó para saciarse, ¿ahora como lo miraría a los ojos?

-Ya casi termina mi turno -anunció Alice felizmente.

En un principio Alice me había agradado, era sonriente y parecía buena persona, ahora se que es una maldita perra. Estudia leyes en Harvard, y gracias a eso le encantaba presumirlo. Theo estudiaba con ella, y ahora sólo trabajaban en el café por que estaban de vacaciones. Jackson se encontraba al igual que yo, perdido en el limbo del año sabático.

-Gracias dios -agradeció Jackson.

-Eres tan insoportable -soltó Alice molesta.

-Yo hoy tengo la salida temprano -avisó Theo.

-Supongo que esto fue planeado -molestó Jackson.

Quería reírme de su broma, pero no podía, me molestaba saber que Theo saldría con Alice. Ni siquiera entendía por que, pero quería a Theo solo para mi, se que era egoísta, porque por otro lado también deseaba a mi nuevo maestro de piano, pero era inevitable sentirme así.

-Obviamente fue planeado -canturreó Alice a lo que Theo esbozó una ligera sonrisa forzada. Quería decirle que ayer me había divertido mucho con su novio solo para borrarle esa estúpida sonrisa de su perfecto y bien maquillado rostro.

-Les tocará cerrar -ordenó Theo.

-¿Llaves? -pregunté de mala gana.

-Están colgadas -señaló detrás de mi.

-Theo ya debemos irnos o la función se nos pasará -apresuró Alice con su irritante voz.

Alice arrastró a Theo junto con ella. No les quité la vista de encima hasta que salieron, me recargué en la barra y después volví mi vista al ordenador.

-Mierda -murmuró Jackson. Lo miré de inmediato y pude ver esa cara de "se lo qué haces".

-¿Que? -fingí demencia.

-Tú y Theo están cogiendo... espera tú eres la chica del parque -descifro Jackson sorprendido de su capacidad para descubrirlo.

-Cállate -mascullé a la vez que cubría su boca con mis manos.

-¿Tendrías sexo conmigo? -preguntó mientras seguía cubriéndole la boca.

-No me gustan los pelirrojos -me negué a su petición y me dispuse a alejar mis manos de su boca.

-Puedo teñirme el cabello -propuso.

-Olvídalo Jackson.

-¿Una mamada? -insistió.

-¡No! -me mantuve firme con mi decisión.

-¿Una jalada?, ¿nada?

-No pasará nada Jackson -afirmé.

-Está bien -se rindió apenado.

-Es que eres demasiado dulce, eres como alguien con quien tendría una relación estable, pero no me gustan las relaciones estables -expliqué apenada.

-¿Entonces debo ser un imbécil para gustarle a las chicas? -cuestionó desconcertado.

-Si, se que suena horrible.

-Suena a problemas paternales.

-De hecho me llevo bastante bien con mi padre, es el único hombre en el que confío.

-No tengo sexo desde que salí de la preparatoria y es tan frustrante -se quejó el pelirrojo.

-Te conseguiremos a alguien, lo prometo -propuse ayudarlo.