Abrí mis ojos lentamente, me aturdía la luz que entraba por el enorme ventanal.-Puta luz -me quejé y cubrí mi rostro con las sábanas.
Me quedé estática al ver el color de estas. -Mis sabanas no son grises -fue lo primero que pensé al verlas. Descubrí mi rostro y al ver la habitación recordé en donde estaba.
El lado de Joe estaba vacío, me encontraba sola en la enorme habitación. Me levanté de la cama y caminé hasta la puerta, la abrí con cautela y pude escuchar algo de ruido en la planta baja, por lo que supuse que era Joe.
Regresé a la habitación y cerré la puerta lo más silenciosamente posible. Me adentré en el baño para lavar mi cara, tomé una liga que se encontraba en uno de los cajones.
-Lo siento Lorelai -dije mientras ataba mi cabello. Supuse que era de su esposa. Sé que es algo cuestionable lo que hago, pero Joe ya me dijo que no la ama.
Salí del cuarto de baño, caminé hasta la puerta de la habitación pero entonces torpemente mi cuerpo chocó con un mueble provocando que una libreta negra cayera al suelo.
-¡Vee! -llamó Joe al escuchar el estruendo.
-¡Estoy bien! -grité para que pudiese escucharme. -Auch -me quejé mientras masajeaba mi cadera.
Me dispuse a levantar la libreta, juro que la iba a regresa a su lugar, pero mi curiosidad pudo aún más.
Comencé a hojear el cuaderno y al parecer era una especie de diario, Joe tenía un diario."Estar con Vee es como volver a estar con ella, tiene el mismo sentido del humor, hablan exactamente igual, incluso...
-¿Qué haces? -La voz de Joe me tomó por sorpresa y de inmediato cerré el cuaderno, ni siquiera lo escuché entrar.
-Ah... yo, esto se cayó -le entregué el cuaderno y lo tomó con desconfianza.
-¿Lo leíste? -preguntó mientras lo escondía en uno de los cajones del mueble con el que antes había chocado.
-No -negué y entonces me miró con una sonrisa cómplice -bueno quizá un poco -acepté.
-Es de mala educación ser una chismosa -dijo con seriedad.
-Si, yo, lo siento -me disculpé mientras jugueteaba con la camisa que Joe me había prestado para dormir.
-Estoy escribiendo un libro -confesó. Joe se acercó a mi y me tomó de la cintura.
-No es más fácil escribir en tu ordenador -dije burlesca a lo que Joe soltó una leve carcajada y asintió.
-Si lo hago, pero en la libreta escribo mis ideas.
-De maestro de música a escritor, interesante -dije mientras pasaba mis manos a su nuca.
-Tengo una carrera en Lengua y literatura -presumió con aires de importancia.
-Estas lleno de sorpresas Joe -dije fingiendo sorpresa.
-¿Te quedas a desayunar? -invitó.
-Tengo que regresar a mi casa antes de que Richard me castigue para toda la vida -dije antes de plantarle un corto beso en los labios. Me alejé de Joe y levanté mi vestido del suelo para después comenzar a ponérmelo.
-¿Te siguen castigando a los veinte? -cuestionó burlesco.
-Cuando no regreso a dormir, si -respondí. Me deshice de la camisa y tomé mi bolso del sofá que estaba detrás de mi.
Joe me llevó hasta la puerta trasera, a esta hora las vecinas salían a correr y nadie podía verme salir de la casa de Joe, será material para crear nuevos rumores en este pueblo. Caminé entre los arbustos hasta llegar a la puerta de mi patio trasero. Al entrar lo primero que vi fue a mi padre, estaba sentado sobre el sofá en el que hace algunos días Theo y yo habíamos tenido sexo. Richard tenía una taza de café en su mano derecha.
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No me mientas, cariño...
RandomDespués de la separación de sus padres, Vee Turner se ha mudado a un nuevo vecindario. Habitado por familias conservadoras y en donde deberá mantener la cordura. Esos eran sus planes hasta que en una reunión conoce a uno de sus vecinos, Joe, un homb...