CAPÍTULO 14

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Gotas de sudor rodaban por mi frente, mi cabello estaba empapado al igual que mi almohada.
Me estaba retorciendo, el dolor era incontrolable.

-Respira Venus -me dije a mi misma.

El dolor de mis cólicos menstruales eran insoportables, el dolor me provocaba vomito. Odiaba estas fechas, un día Erika me dijo que desaparecerían cuando mi vida sexual fuese activa, pero eso fue una completa mentira, o al menos eso no me funcionó a mi.

Metí mis manos debajo de mi short y aplané mi vientre bajo con la esperanza de que eso calmara el dolor, pero solo provocó que me diera un leve calambre.
Me recosté boca abajo y eso calmó un poco mi dolor, pero la molestia aún permanecía y al parecer no se iría en un largo rato.
Cerré mis ojos esperando que el sueño me ganara para así solo despertar cuando el dolor hubiese desaparecido, pero el estruendo proveniente de mi ventana me hizo levantarme.

-Lo siento -se disculpó el rubio. Era Caín, llevaba unas flores en la mano, ¿que hacía aquí?, ¿por qué no tocó la puerta?

-¿Qué haces aquí? -cuestioné, el dolor me impedía ponerme de pie así que me quedé sentada sobre mi cama.

-Estuve tocando, pero nadie abría, así que pensé en dejarte las flores en tu cama -agitó el bello ramo de rosas, pero por mas lindo que fuera, el dolor me impedía sonreírle siquiera aún poco.
Obviamente nadie iba a abrir si mi papá tuvo una junta con su editorial y mi mamá fue a desayunar con su nueva mejor amiga, Lorelai.

-No hay nadie en casa y... -el fuerte dolor volvió y entonces dejé de hablar, cerré mis ojos y tomé aire.

-¿Estas bien? -cuestionó preocupado. Caín dejó el ramo sobre mi escritorio y se acercó a mi.

-Creo que ya me viene la regla y los cólicos me están molestando -me quejé.

-¿Necesitas algo? ¿pastillas? ¿un té? -ofreció amablemente. Caín solo quería ayudar, pero en este instante todos me parecían molestos, odiaba al mundo entero.

-Solo necesito ir al baño.

Tragué grueso y me levanté de a poco de mi cama, nunca me habían dolido tanto como hoy, caminé hasta mi baño y cuando estaba por abrir la puerta Caín me llamó.

-Vee... -su silencio me asustó un poco, lucía asustado.

Su vista se guiaba a mi trasero, apenada me miré al espejo, estaba empapada en sangre, mis piernas estaban completamente manchadas, esto no era normal.

-Necesito ir al médico -pedí consternada.

Caín se quitó su sudadera y la amarró a mi cintura, me ayudó a salir de casa y subirme a su auto, mis piernas estaban débiles y mi piel estaba pálida.
Durante el camino sentí que mi cuerpo ardía estaba sangrando tanto, esto comenzaba a asustarme.

~~~~⚜️~~~~

-Venus Turner -leyó el joven médico mi nombre en el expediente. Charles, ese era el nombre escrito en su placa.

Charles revisaba con detenimiento el expediente, sus gestos me indicaban que no me daría las mejores noticias.

-Te revisará la ginecóloga, pero al parecer tuviste un aborto espontáneo -soltó con brusquedad.

-¿Aborto? -pregunté desconcertada. No terminaba de procesarlo, esto no podía ser verdad.

-El chequeo me arroja esto, pero aún así la ginecóloga te revisará para descartar cualquier otra cosa -el hombre se puso de pie y después revisó que estuviera recibiendo el suero.

No me mientas, cariño...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora