CAPÍTULO 22

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~⚜️~

Los ojos me ardían, y pensar en mi padre me disolvía el sueño, no podía conciliarlo. Me reincorporé en la cama, con una sensación de pesadez en el pecho que me impedía relajarme. Miré el viejo reloj que descansaba sobre el pequeño mueble junto a mi cama.

2:33 a.m.

La noche estaba avanzada, pero no había forma de que pudiera dormir en ese momento. Me levanté de la cama. Las luces aún seguían encendidas en la planta baja, indicando que Joe debía de estar trabajando. Decidí no molestarlo y me aventuré al único lugar de la casa que conocía bien: el salón de música.

Todo seguía en su sitio, y el piano en particular parecía haber acumulado polvo durante mucho tiempo. ¿Cuánto tiempo habría pasado desde la última vez que alguien lo tocó? Al parecer, Joe había dejado de lado su pasión por el piano, lo cual no podía juzgar, ya que yo también estaba pasando por un bloqueo creativo en mi propio instrumento.

Me senté en el banco del piano y levanté la tapa. Comencé a deslizar mis dedos por las teclas, sin tocar ninguna melodía en particular, solo probando el instrumento.

—Pensé que ya estarías dormida —la voz de Joe me sobresaltó. Estaba de pie detrás de mí y me había tomado por sorpresa.

—No puedo dormir —admití.Joe se aclaró la garganta y se sentó a mi lado. Sus dedos acariciaron suavemente las teclas del piano, como si estuviera a punto de tocar algo.

—¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que tocaste esto? —me aventuré a preguntar.

Joe pareció pensarlo por un momento antes de responder.—No lo sé —dijo. Luego, comenzó a tocar "Claro de Luna" de Debussy, uno de mis compositores favoritos. Sus dedos se movían con una delicadeza y pasión que no había visto en mucho tiempo. Era como si estuviera sintiendo cada nota en lo más profundo de su ser.

—Entré en la habitación equivocada. —confesé. Joe entrecerró los ojos y miró nuevamente el piano. Un incómodo silencio llenó la sala. —Lamento si fui imprudente al mencionarlo —me disculpé, sintiéndome mal por haber tocado un tema tan doloroso.

Joe negó con la cabeza y esbozó una leve sonrisa.—No te disculpes —pidió.

—¿Lori estaba embarazada? —pregunté, curiosa por saber más sobre su pasado.

—Nunca te dije que uno de los motivos de mi divorcio con Lori fue el deseo de tener hijos. Ella insistió en la idea de formar una familia, pero pasaron meses sin éxito. Hace apenas un año, Lori quedó embarazada, y por un momento, pensé que eso podría salvar nuestro matrimonio. Pero Lía murió al nacer.

—Lo siento —expresé con sincera compasión.

—En realidad, creo que fue lo mejor. Un bebé no habría arreglado nuestro matrimonio, que ya estaba roto. Ahora, sería solo una niña viviendo parte de la semana con su madre y el resto con su padre. No es una situación agradable.

—Puedo confirmarlo —dije, recordando lo difícil que había sido el último año para mí.

—Honestamente, ya no tengo fe en que la terapia pueda salvarnos —confesó Joe con vergüenza.

—Joe, ¿quieres salvar tu matrimonio o simplemente estás tratando de complacer a Lorelai porque te sientes en deuda con ella? —pregunté directamente.

Joe esbozó una leve sonrisa, como si mis palabras hubieran tocado una fibra sensible.

—Toda mi vida he estado más enfocado en complacer a los demás que en hacer lo que realmente amo. Siempre he sacrificado mis propios deseos por hacer felices a los demás. Y es difícil cambiar eso.

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⏰ Última actualización: Nov 18, 2023 ⏰

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