Me levanté de mi cama sin mucho ánimo, me di un baño con agua extremadamente caliente, tanto que el vapor me impedía ver en la regadera. Cuando salí me vestí con algo cómodo, una sudadera de mi antigua preparatoria y un pantalón de algodón holgado.Había pasado la mañana pensando sobre lo que sucedió el día de ayer, aún estaba siendo difícil de procesar, y sentía la extraña necesidad de externarlo, de hablarlo con alguien, me sentía demasiado sola.
Mi teléfono vibró, era un mensaje de Caín, al parecer no fui la única que siguió pensando en lo sucedido.Caín Langford
Buenos días, ¿como sigues? ¿todo bien? ¿necesitas algo?, por favor llámame si no te sientes bien o simplemente si quieres hablar con alguien.El mensaje de Caín me hacía pensar que por lo menos alguien más me acompañaba en este extraño suceso, pero se sentía tan ajeno, pues apenas y lo conocía, habíamos salido una sola vez, y no sentía aún esa confianza.
Después de tanto debatirme conmigo misma me planteé la idea de hablarlo con mi madre, ella estaba aquí y probablemente ella sabría que decir o cómo mantenerme tranquila después de esto.-Buenos días -saludé a mi madre. La mujer de corto cabello castaño se encontraba cortando cubos de melón para su desayuno.
-Hola Veve -saludó entusiasmada. Me senté en el banquillo de la barra y esperé a que acomodara todo en su plato para hablar con ella.
-¿Y papá? -pregunté tratando de hacer la conversación más liviana.
-No lo sé, supongo que debió quedarse en algún hotel, sabes que la editorial está como a seis horas de Hill Valley -respondió mi madre cuando se sentaba junto a mi.
-Claro. -asentí. Mi madre comenzó a disfrutar de su fruta y me dio un poco de pena tener que arruinarle el desayuno con mis imprudencias.
-¿Alguna vez tuviste un aborto espontáneo? -pregunté. Mi madre ni siquiera presto atención y siguió disfrutando de su comida mientras revisaba su iPad. -¿mamá? -insistí por su respuesta.
-Ayer Lorelai me habló sobre un viaje que hará a Londres, ¿Sabias que trabaja para la revista Vogue? -Mi madre nuevamente había ignorado mi pregunta, la conversación se había tornado en lo que ella hizo ayer con Lorelai mientras su hija se encontraba en el hospital después de un imparable sangrado acompañado de un fuerte dolor a causa de un aborto espontáneo.
-No lo sabía -respondí. Nunca hablé con Joe sobre ella, me refiero a, lo que ella hacía, a que se dedicaba, no sabía que trabajaba para una revista que por cierto mi mamá ama.
-Ella es fantástica, tiene mucha visión, y todo lo ha logrado a sus cortos veintiocho años, imagina eso, a los veinte ya estaba trabajando para revistas importantes, justo a la edad que tienes tú ahora -mencionó. Mi madre siempre hacía este tipo de comentarios hirientes, pero no lo hacía con mala intención, o al menos eso me gustaba pensar. Asentí desganada y le di un sorbo a la taza con café que mi madre había dejado sobre la barra.
-Si bueno, yo tengo veinte y aún no se lo que quiero, que desperdicio -expresé con ironía. Meredith se dió cuenta de lo mal que había sonado su expresión, pero aún así no se disculpó y mantuvo firme su opinión.
-Sobre eso -Meredith se aclaró la garganta y dejó de comer -¿ya sabes que quieres hacer? -preguntó, en su frente apareció esa arruga, le llamaba "la arruga de la angustia", se marcaba cada que me preguntaba acerca de mi futuro y de lo que quería hacer.
-Solicité una beca en la HVU -respondí cabizbaja.
-Venus, pero esa universidad es muy cara -expresó mi madre su desacuerdo.
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No me mientas, cariño...
RandomDespués de la separación de sus padres, Vee Turner se ha mudado a un nuevo vecindario. Habitado por familias conservadoras y en donde deberá mantener la cordura. Esos eran sus planes hasta que en una reunión conoce a uno de sus vecinos, Joe, un homb...