XXV

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—Prefiero escuchar el silencio que escucharte a ti, querido Jeon—.

Recibí de imprevisto un golpe en mi entrepierna, que recorrió todo mi cuerpo como una horrible temblorina del dolor, me quedó el hecho de quejarme en un susurro, al final de todo, estaba ahí, solo.

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(Paso del Tiempo...)
(...)

Con el paso del tiempo, todo se volvía más turbio entre los dos, pero esa esencial resplandeciente que nos quemaba, lo podía ver en el rostro del Princeso a pesar de estar en negación, esa lucha contra sus instintos era como estar al punto de agonizar, a pesar de todo, seguía en pie como una estatua, dura y sin moverse.
Pero, no cabe duda que la tentación es lo que atrapa a la seducción a su lado.

—Ahng...te odio, te odio tanto—. Gemía tan placenteramente buscando su propia satisfacción sexual. Montado sobre mi miembro, era tan glorioso sentir la lujuria del momento entre los dos.—Oh, mierda, que rico jodes mi útero, ahmg...—.

De las veces que convivíamos, resultaba en un sexo salvaje, estaba sorprendido por el nuevo cambio del Princeso, pero, quien soy yo para negarlo.

—Te desnudarse sobre mi verso cada vez que deseé indagar profundamente sobre mí—. Sostenía sus caderas, aún miraba alguna gota de enamorado entre su cuerpo.

—Eres un hijo de puta, te necesito solo por desestres, ¿Me das una nalgada?—. Exclamaba mientras se aferraba sus manos en mis hombro mientras brincaba una y otra vez con la cabeza hacia atrás, gozando.

—Sabes, no has conocido todo el potencial que esté campesino mugroso criador de cerdos que tanto dices—. Entre risas dije.

—¿Y que potencial tiene un ignorante gladiador contra mi?—. Reía burlona contra mi comentario.

Sujeté con firmeza sus caderas comenzando un vaivén en rebotarlo con fuerza sobre mi pene, aceleraba de manera ruda dicho acto frecuentemente, incluso podía ver cómo cambiaba su expresión a uno totalmente perdido en el placer que recibía su útero, apretaba más que antes.

Ahí fue el ancla para estar al menos cerca de su glorioso rostro, caricias y besos, me era la única opción de admirar cada detalle, debilidad y fortaleza que llegaba a soltar era importante para mí en ese momento, cada factor tenía un significado para despistarlo.

Me estoy enamorado hoy de ti, desesperadamente, no lo puedo evitar, la sangre de mi piel hierve con solo ver esos ojos que brillan como el diamante; me dominas con cada frase que sobresale de tu voz, lo sé, sueno masoquista en ese sentido. Esto dispuesto a romper ese corazón, y si no logro cambiarte de opinión, estaré dispuesto a dejarte libre como la belleza de paloma blanca que eres.

(...)

—Alteza, nunca podrá enfrentarse a su propio hermano si no domina la espada, debe hacerla suya, así como me utiliza cuando follamos en su habitación—.

—Imbécil, ni que tú pene fuera el único al que me puedo montar, ¿Me vas a humillar delante de mis sirvientes o me vas ayuda?—. Sentía su mirada amenazante,  presente como nunca. —¿Y según tú?, ¿Cómo es hacer mía a una espada... capitán?.

No dudé en acercarme a él, tomarlo de la cintura de lado izquierda con una de mis mano, y con la otra enderezar su postura

—Jamás, se te ocurra sobre pensar tus movimientos, o estas muerto, jamás le des la espalda a tu enemigo, o estás muerto, si te quedas sin salida, jamás muestres debilidad, o estás muerto, jamás tenga sentimientos en combate por qué si no—.

Me acerque un poco más hacia su rostro para susurrar en seco.

—Estás muerto. Busca estrategia favorables para debilitar al componente, si es necesario cansarlo pensando que tiene ventaja; pero no—.

Toque su barbilla con mi dedo pulgar, posterior, continué viendo como proseguía en mi contra, necesitaba sacarle su potencial de Omega Dominante en el campo de batalla, cosa que no es sencilla.

(...)

—Eres un idiota Princesito Kim, no sirves más que para lavar platos y traer miseria a tu propia vida, ¿Quieres ganar?, Esfuérzate más —. Me dolía ofenderlo, pero era un buen beneficio ver cómo soltaba su furor, coraje y valentía mientras luchabamos sin armaduras o artefacto de defensa.


—Que buena motivación me das Capitán, ¿Así te quiero cuando me jodas el útero?, admite que ya te llegó lo precoz—.

—Eso lo dijiste la última vez que me hiciste sexo oral, que ibas a mejor la calidad de las mamadas que recibiría—. Le seguía el jueguito rudo que el teníamos.

—¡Ya deja de motivarme con tus estúpidos argumentos de mierda!—.

En ese mismo instante sentí como me había dado una patada en mi entrepierna, haciéndome reaccionar de la manera más violenta.

—Ya estoy harto que me trates como mierda cuando ruegas que te folle hasta dejarte con orgasmos por todo lo día, no crees que te estás sobrepasando, no me subestimes maldito intento de Alfa.

En ese instante, comenzamos a pelear de manera más realista, sin importar si era uno o el otro menos o más fuerte, el entrenamiento debía ser real para una batalla a muerte real, donde solo queda la vida o la muerte en espera del ganador correspondiente.
¿Mi plan?, Sobre eso lo he pensado, quien no puede discutir eso cuando queda en juego el imperio, está en riesgo y el terror de que quede en malas manos, el terror atormenta a cada provincia de este imperio, familias, desesperadas por escapar para el bienestar de sus generaciones y de ellos mismos.
En mis años de ser parte de servir a es imperio, jamás me había sentido con el terror, frustración y desesperación de ver está horripilante batalla farsante, todo por una porquería de corona, todo por ser el superior de todo, logrando ensuciando tus manos de sangre, sangre de miles de personas inocentes con la promesa de que todo estaría bien, de que defendieron a su familia y nación.

Por primera vez, he llorado, no puedo negar que me preocupa Taehyung, ésto lo hace por la justicia de su pueblo; pero a qué costó, el gran costo de su vida, su sangre derramada por qué si en el suelo, de verlo con el cuerpo frío, sin poder ver esa sonrisa y ese don de buscar la justicia para este imperio de porquería, ¡Este patriarcado debe de acabar!.

—Procurén que mis cartas lleguen a todas las provincias aliadas en mi nombre, es hora que el Imperio Japonés me devuelva lo que alguna vez hice por ellos, también a la provincia de España, es hora de acabar con este régimen por cuenta propia.

—Su secreto estará a salvo Capitán, todo sea por el buen futuro de la nación—.

—Esta escrito, Kim Taehyung, será el primer Rey Omega de este imperio.

La Manuscrita Del Santuario RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora