La Manuscrita Del Santuario Real

XIV

–Terminé con esta porquería ya, ¿comprendió? –Exclamé alzando mi voz, mi ignorancia y egoísmo apretando mi propia mandíbula con mis dientes

–El Señor bendiga estos anillos que vais a entregaros uno al otro en señal de amor y de fidelidad. -Un poco confundido por la actitud del Omega, pidiendole al Rey que no se metiera, solo por este momento. Las sirvientas se acercaron a nosotros con bellos anillos dorados tallados en oro puro, donde se daba a lucir aquella piedra de diamante colocado por mi compañero futuro de vida.

–Para no hacerle el cuento demasiado largo para nuestro princeso, los nombraron por el ministro del Gran Santuario Real, Su Alteza al joven Kim Taehyung y al Capitán Jeon Jungkook como Esposos, tiene permitido besar a Su Alteza. –Un valde de agua fría cayo en mi pecho al escuchar lo último del sacerdote del cual no estaría listo para asumir, por otro lado, el Capitán me descubrió el rostro con sus suaves manos. –No sé te ocurra, ni por un segundo. No dejaré nada de tu existir en esta tierra.

–Esperaba que respondiera de esa manera –No pude responderle sintiendo un apretón en mi mejilla y mandibula haciéndome quedar frágil, solo sentí sus labios ante los míos, estaban humedos y suaves en el tacto. Mi orgullo es más grande que no correspondí su insulto hasta que me libero de su agarre. –Hijo de puta...

Durante la ceremonia estuve distante evitando hablar o relacionarme con cualquier persona, venía solo a gente importante charlar con otras personas disfrutando más de la fiesta, me incomodaba tener que lidiar con el público con sus tipicos chismes de sobre mi nuevo estatus y por que se dio tan repentina boda. –Mi amor ¿nos vamos?

Sentí que deseaba invocar al demonio, lo consiguió –Para ti Capitán, yo soy tu Alteza.

–Es un demonio disfrazado de ángel, me confundí al permitir verle mi preocupación; pero usted, es el pecado que yo quiero cometer. –Una leve sonrisa de lado se asoma en su rostro, tensando el ambiente

–Miré Capitán, le sugiero que no se meta en mi camino. No quiera ser parte de mi lista de enemigos, ¿acaso no se sobre sus grandes platicas con Lilith?. –Le regale una sonrisa sarcástica acercándome más a su presencia. –Gracias a tu miserable cabeza tuve que renunciar a mi dignidad, un mugre gladiador que desea ser Gran Visir.

Un par de carcajadas basto para liberar mi frustración, me hacía la noche al escuchar su insinuaciones en mi contra.

-Lo sé Alteza, tanto fue su dolor que se hincó ante su propio padre, le recuerdo que fue usted quién cometió adulterio antes que yo, ¿Quiere seguir?. –Por supuesto, Gran Visir. Le recuerdo una cosa, no me busque por que puede que me encuentre y será en un día menos inesperado, Yo soy su Alteza Kim Taehyung, así de fácil fue casarnos; así será fácil de llevarlo hasta su muerte, Capitán Jeon Jungkook.

–Alteza, sus palabras hacen que mi pene tenga una erección. ¿Acaso quiere hacerlo explotar?

Realicé una reverencia antes de dejarlo completamente solo en ese momento, por primera vez me había hecho reir un inepto en un deprimido palacio. Que curioso es ese insolente en el reino.