Chapter Eleven

1K 112 8
                                    

"Te estoy arrastrando a una muerte dolorosa"

El cansancio de su alma la comía viva, los juegos seguían y tan solo deseaba morir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El cansancio de su alma la comía viva, los juegos seguían y tan solo deseaba morir. Era tan molesto sentirse una carga para él. Notaba su preocupación, su mirada pegada a la chica en cada paso que daba. Era una responsabilidad que él no debía cargar.
.
.

—¿Ya podemos ir a la cafetería? —Preguntó Chishiya, aún faltaban unas horas para el inicio de la siguiente ronda. Debían alimentarse bien, y más ahora, con la debilidad de Azumi.

Sus ojos se encontraban hinchados, al igual que su abdomen y rostro. Se sentía repugnante. Estaba segura que Shuntaro no se sentía bien con su compañía. Ya no como antes. Creía que él tan solo cumplía con algún tipo de obligación. Pero sólo Chishiya sabía que Azumi era algo más que eso. Era su razón de sobrevivir, algún tipo de motor reconfortante para sí mismo.

—Esperame ahí, creo que vomitare de nuevo.

El hombre decidió darle la privacidad que tanto pedía. Tenía en claro lo humillada que se sentía Azumi por sus cuidados excesivos, y creyó que quizá por hoy, podría dejarla a su suerte. Aunque sabía que la tendría que vigilar de lejos.

_____________________________________
Azumi pov's

El dolor que sentía era indescriptible. Mi cuerpo se estremecía por cada paso que daba. Mi respiración cada vez era más entrecortada.

Había vomitado de nuevo. Pero ya no dolía como antes, ahora sentía que era un alivio. El ardor se iba por un momento.

Con algo de dolor logre llegar a uno de los pasillos. Podía manejarlo sola, al menos toda mi vida había sido así, y no cambiaría por ahora.

No le prestaba mucha atención a mi alrededor, estaba concentrada en el porqué había aparecido este resfriado.
No entendia lo que me estaba sucediendo, pero si sabía que sí no encontraba medicinas pronto, moriría.

No sé cuánto tiempo me mantuve quieta en aquel lugar, pero un hombre se había acercado a mí.

—¿Buscas pareja? —Preguntó en un tono susurrante y sombrío. Hizo que mi cuerpo se estremeciera casi de inmediato y era una sensación que odiaba tener dentro de mí.

—No, ya tengo una, pero, muchas gracias. —Respondí, tratando de regular mi voz, para no dejar salir el tono sufrido que soltaban mis labios.

—Ah...Cierto, el tipo de cabello rubio. —Escuche sus palabras sin recibir alguna respuesta por mi parte, pero, no le importo y continuó con su oferta. —Lo veo más cansado de lo habitual. Pareces ser una carga eh.

Ahora si estaba furiosa. De acuerdo, muy furiosa.

—Escuche que no duerme, ¿Sabes las consecuencias de ello?

Los Secretos de Borderland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora