"Nos amamos demasiado, tanto que una vida no fue suficiente para ambos"
70 años atrás, una pareja juro amor eterno, quien diría que la vida arrebataria la oportunidad de un final feliz para ambos.
En la actualidad, Chishiya Shuntaro y Azumi Nakamu...
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—¿Creen que ganamos el juego? -
Kuina trataba de mantenernos despiertos con sus preguntas profundas o extrañas. No podíamos dormir, ni siquiera cerrar los ojos por más del tiempo "común" para pestañear. —Espero. Aunque faltan las cartas con figuras. Habiamos estado durante horas en una caravana abandonada, tratábamos de idear algún plan ya que Chishiya no respondia a nuestras preguntas. Estábamos tan cansados que el pensar nos dolía.
Por un pequeño tiempo instante, llegué a pensar en que todo este infierno sería eterno. Y si fuera así, tan solo deseo no perder a mi familia, a ellos.
—De hecho debemos ir a un lugar. —Pronunció Chishiya con su calma habitual. Es decir, al parecer no le importaba ver a sus dos amigas a punto de morir del sueño.
—¿A dónde?
—Solo siganme y, no sé asusten. El "no se asusten" era una clara señal de que estaríamos en posible peligro físico y mental, como todos los lugares a donde nos lleva Chishiya, es imposible salir impune de ellos. Caminamos por más de una hora. Parecía que el destino jamás llegaría a nosotros. El camino cada vez se hacía más largo, y nuestro cansancio crecía al mismo tiempo.
Veía como Chishiya trataba de mantenerse descansado para poder guiarnos. Sentía lástima, pero recordé cómo nos había dejado sin dormir para llevarnos a este horrible lugar, y se me pasó.
—¿Cansado? - Cuestioné en medio de risas. Veía su rostro ojeroso, lamento reírme de ello pero, sabía que él negaría mis suposiciones.
—No.
—Idiotas —Kuina mantenía la calma aunque nos llegase a insultar. Era algo común de ella, estábamos acostumbrados.
—Esperen....Llegamos. —Mantuvimos el silencio al ver cómo Chishiya analizaba cada rincón del lugar; Una estación de tren al parecer.
—Entren. -
Los pequeños pasos que dábamos nos adentraban más al gran lugar, con gran confusión para serles sincera. Ni siquiera lograba ver los rostros de mis acompañantes por la falta de luz. Quizá fue delirio pero, empezaba a oír voces a lo lejos.
—Arisu está aqui—Chishiya detuvo nuestro paso, mientras trataba de analizar las palabras que venían de la siguiente habitación.
Pasaron los segundos, al notar que su charla no era algo relevante, continuamos el camino. Hasta lograr ingresar.
—Así que también encontraste el lugar..... Tal como lo esperaba de ti —Chishiya se adentro aún más al ver el rostro sorpresivo de Alice. Disfrutaba verlo sufrir.
—Nos volvemos a ver—Kuina caminaba en pasos lentos por el lado contrario de él, las vibras intimidantes también me causaron temor a mi.
—Ustedes dos. —. Replicó Usagi con cierto miedo, obviamente, sin mostrarlo.
