Chapter One

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1 de enero 1952

Dicen que en los funerales, el alma del fallecido está presente, viendo a sus familiares, dando el último adiós, pero en realidad, el espíritu de Aiko estaba buscando a su amado en algún rincón del país, deseaba verlo, era del único que quería despedirse, sabía que todos los presentes se olvidarian de ella, menos Akiro, el cuál ni enterado estaba de la muerte del amor de su vida.

25 de diciembre 1951

-¿Crees que soy bonita?

Akiro pov's

Escuche su pregunta, para mí, ella era la mujer más bella de todo el pueblo, sus ojos podrían enamorar a cualquiera que los viera, yo fui uno de los enamorados, y estoy feliz de habermela encontrado en aquella parada de tren.
Nuestro amor era perfecto, pero prohibido, el mundo de cada uno era distinto, pero eso hacía que nuestra unión fuera mayor.
Éramos jóvenes, pero la amo más que a nada.

-Eres más que eso- Sonreí mientras acariciaba con delicadeza su cabello, amaba tocarlo, tocar cada parte de ella, podría estar todo el día así, su compañía me complementaba por completo.

-Dices cosas bonitas- Me dio un beso corto, sus labios se complementaban tan bien con los míos, todo era perfecto.

-Que puedo decir, solo es la verdad

-Eres encantador, Akiro- Su sonrisa era lo que me llenaba de felicidad, no necesitaba nada más para estar completo.

-¿Quieres dibujar? - Cuestione al sacar un libro, dentro de el habían recuerdos de ambos tontamente dibujados.

-Claro que sí, pasame el pincel - Al tocar la hoja, veía como mezclaba los colores y poco a poco creaba formas, que al final, formaron un matrimonio feliz.

-¿Una boda? Aiko, quedamos que el cuaderno era para recuerdos juntos -Bromeé esperando que se riera, pero su rostro quedó en completa seriedad.

-Se que no es un recuerdo pero, es así como imagino nuestra vida en el futuro, podemos huir de aquí, algún día podremos -Al terminar de hablar, me di cuenta de que sí, estaba seguro en pasar el resto de mis días con ella.

-No podemos vivir con esa ilusión, sabes porqué, pero te prometo que saldremos de esto juntos -

-No digas eso, no es una ilusión, Akiro. Solo necesitamos... Dinero. Podemos irnos en unos días, mis padres no están-

-No pienso ponerte en riesgo, hay que tener paciencia -

-No sé porque pienso que solo tenemos esta oportunidad para irnos - Su mirada estaba vacía, por un momento tuve la sensación que lo que decía era veddad.

-Solo...Esperame, ¿si? - Tome sus manos, levantandola del sofá y dándole un abrazo, la abrace como si fuera el último.

-Me gustan tus abrazos, pero ya es media noche ¿Mañana vengo, esta bien? Amo pasar tiempo contigo, pero sabes que de noche todo es peligroso.

-Te amo- Le di un último beso, mientras veía como se marchaba, casi nunca nos logramos ver, quizá se pregunten porqué. Nuestros abuelos eran amigos, casi como hermanos.
Recuerdo haber visto fotos suyas colgadas en mi pared cuando era pequeño. Según me contó Aiko, nunca se separaban, pero llegó el día en el que mi abuelo asesino al de ella a sangre fría, nadie sabe que sucedió esa noche, sin embargo nuestras familias no se volvieron a ver, ni a hablarme de ellos, todo se mantuvo normal, hasta que llego ella y arruinó los planes, nunca creí estar tan feliz con ello. Por mi parte, el abuelo huyó hace algunos años, de hecho, el conseguirá que pueda salir de aquí con Aiko, obviamente él no sabe quien es, tengo planeadas muchas cosas para que todo salga tal como lo planee.

Aiko pov's

Llego la mañana, odiaba pasar por esa etapa del día, solo esperaba el momento en el que llegara el atardecer y poder ir a ver a Akiro.
El pintar me relajaba, y me hacía imaginar la vida que quiero tener, sueño con irme de aquí y dedicarme a esto, quizás mis pinturas no se venderían por miles pero, sería feliz.

-Aiko, llegó tu padre, ¿Iras a saludarlo? -Las visitas de mi madre hacia mi habitación eran demasiado raras, solo llegaba cuando mi papá estaba en casa, mi hogar se volvía más sombrío con él presente.

-Sí, voy en camino- Limpie mis manos con agua caliente, y cumplí mi papel de hija perfecta, nadie conocía mis defectos porque los creían inexistentes, el sueño de ellos era que llegara un hombre a mi vida con suficiente dinero para que no tuviera que trabajar jamás y casarme con él, sería una muñeca de trapo sin pensamiento ni opinión, era el papel que tengo que cumplir hasta el día de mi muerte.

Akiro pov's

Llevo horas esperando aquella carta, un pedazo de papel que definiría mi futuro, aquí o en algún otro país fuera de toda la mierda de mi familia, quería ser feliz acompañado de aquella mujer de ojos hipnotizantes por el resto de mis días.

-¡Akiro! Tu carta - Mi madre se acercaba a mi con aquel sobre entre las manos, al entregármelo, sentí como mi cuerpo se paralizó, su respuesta definirá mi vida.

"Hijo mío, te prometi miles de cosas antes de marcharme del país, logré cumplir muchas promesas, y el día de hoy, te cumpliré uno de tus más grandes sueños, podrás venir a ser escritor a Tokyo , será un camino largo, pero valdrá la pena totalmente. Así como cumplí tu sueño, tu cumplirás el mío, te casaras con la hija de Hiroshi al terminar el año, gracias a él podrás llegar sano y salvo, solo te pido, tratala bien al conocerla y sobre todo, amala. Prometo llegar el fin de semana, mientras tanto, tu arregla tus asuntos allá.

Con amor, tu abuelo"

Sentí como el mundo se me venía abajo, mi corazón se detuvo por un momento, el saber que no estaré con mi amaba me rompió el alma, mi espíritu murió.
No planeaba dejarla, no podría vivir sabiendo que perdí al amor de mi vida.

-Haz tus maletas, ¡Hijo saldrás de aquí! -

-No sé si aún desee irme- Me quede mirando a la nada, necesito quedarme junto a ella.

Mi día se volvió mas cansado, necesitaba decirle, sabría que lo entendería pero, ¿Y su dolor? Que haríamos sin el otro...

Llego la noche y como todos los días, ella entró a casa, su emoción por verme era notable en su mirada.

-Te extrañe bastante. Lamento la demora, estuve preparando unas galletas para mañana y necesitaba terminar.

-Yo soy él que lamenta algo... -No pude acabar la frase sin empezar a llorar, mis ojos se llenaron de lágrimas, las cuales ella noto, su abrazo fue casi inmediato, me sentía amado, y sabía que necesitaba dejarla.

-Mi abuelo me llevara a Tokyo...

-Sin mi... ¿Verdad? -Pregunto en un murmullo, aguantando sus propias lágrimas.

-Perdóname Aiko, solo perdoname -Me acorruque en su pecho, como si fuera un pequeño niño esperando a que su madre le dijera que todo estaría bien, pero ambos sabiamos que era mentira, nos alejaríamos quizás por siempre.

Los Secretos de Borderland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora