Los Secretos de Borderland

Chapter Six

"Muerto"

—¿Dónde crees que este chishiya?—.Preguntó Kuina con su calma habitual. La tranquilidad con la que hablaba en momentos como este, me llenaba de un poco de esperanza.

—No tengo idea, pero, iré a buscar armas, tú regresa con Ann. —. Respondí al notar como mi bate estaba rompiéndose poco a poco.

He de confesar que sentía miedo por mi futuro sin ella, es decir, logré defenderme todo este tiempo pero, su protección nunca faltó en mi camino. Jamás me había expresado de esta manera sobre alguien, Kuina apenas ingreso a mi vida, pero su manera de ser me hizo confiar por primera vez en una persona. Su compañía me hacía sentir querida.

—Bien. Mantente viva entonces —. Respondió, manteniendo su mirada en mis ojos junto con su linda sonrisa, la que rara vez mostraba.

—Trataré eh. —. Tomamos caminos diferentes, por mi parte, lleve mis pasos hacia los escalones que llevaban a la azotea del lugar. Durante un pequeño miembro, llegué a cuestionarme algunas cosas, como por ejemplo ¿Dónde estaba Chishiya? Realmente me preocupaba su paradero.

Hacía horas no lo había visto y la preocupación crecía cada vez más. A pesar de saber que él sería capaz de sobrevivir por su cuenta, también era consciente de lo impulsivo que podría llegar a ser.

Su nombre hacia eco en mi mente. No podía sacarlo de mi cabeza y en cada paso que daba, el miedo de su destino era mayor.

Creo que cuando pienso en él, el universo lo trae hacia mí para convencerme de lo capaz que es para la supervivencia.
pues ahora, él estaba bajando los escalones con tranquilidad. Sus manos en los bolsillos demostraban su calma, sin embargo, su respiración pesada dejaba a entender todo lo contrario.

—Lo asesine. —. Habló al verme, su mirada estaba plasmada en la mía, esperando alguna reacción de aprobación quizá, pero en lugar de ello, mi cara de confusión se mostró.

—¿A quién qué?

—Mate a Niragi—. Respondió con frialdad. Realmente su respuesta no me causó alguna emoción.
En realidad si, calma.
El tono tranquilo con el que uso al hablar hizo que una pequeña sonrisa creciera en mi rostro.
Sentí como un peso de encima se retiraba de mi cuerpo. Por fin él había muerto, la venganza se sentía tan bien. Pero la culpabilidad no tardó en salir.

—Gracias Shuntaro.

—Dije que iba a vengarme de ese bastardo, y creo que lo hice —. Expresó con Orgullo, mientras se dirigía a mi. Tomando mi rostro entre sus manos.

Me quedé en silencio por unos segundos al notar como Chishiya analizaba mi cara, buscaba heridas o rasguños en ella. Tan solo tenía algo de sangre y bueno, los moretones causados por los golpes de Niragi.

—¿Te molesta si te ayudo a limpiarte? —Pregunto con normalidad. Lo cual causó sorpresa en mi al oír sus palabras.

—¿Perdón? —Respondí con una sonrisa de confusión.