Es un lunes como cualquier otro.
El inicio de la semana académica es un horror, montones de tarea que nisiquiera te dejan descansar bien durante el fin de semana, temas que probablemente no te servirán de mucha ayuda durante el futuro.
Siempre soy responsable con esas cosas, pero ser responsable es agotador.
Mientras me acerco a la entrada, el sonido de la campana hace su llegada en mi sentido auditivo.
Mi concentración se ve opacada por un pequeño chillido proveniente de las escaleras posteriores. Al voltear la mirada me encuentro con una chica, que al parecer, se había tropezado por dichos escalones. Una pequeña gota de sangre se resbala por su pálida piel de su rodilla.
Iba a ignorarla, pero no pude dejarla ya que su expresión era bastante triste, algo en ella se veía apagado, debe ser por otra cosa, porque no creo que se haya golpeado tan fuerte.
Me acerco hacia ella y tomo mi pañuelo de tela y lo pongo en su rodilla, esta se retrae un poco debido al reflejo por su herida y probablemente también por que le extraña que un tipo cualquiera se le acercará.
ㅡ¿estas Bien? ㅡpregunto limpiando el poco líquido carmesí que derramó.
ㅡummm, s-si, s-solo me caí, estoy bien.
ㅡpensé que te habían apuñalado o algo así ㅡdigo con un tono de sarcasmo divertido, que al parecer no le hizo mucha gracia porque me mira un poco asustada y extrañada a la vez ㅡlo siento, mala broma.
ㅡtranquilo....ㅡdice levemente.
Debido a mi mediocre chiste, el ambiente se vuelve un poco incómodo, sigo limpiando hasta que nuestros ojos se encuentran.
ㅡes......apuesto ㅡsus palabras se le salen de su boca, porque unos segundos después se da cuenta de lo que dijo ㅡe-eh....¡Yo lo siento!.......¡Yo no dije nada!
Enseguida se levanta y se va corriendo dejándome atónito y con el pañuelo en la mano.
¿soy apuesto?
Me levanto y me voy a mi salón de clases, no me gustaría llegar tarde, especialmente como suele ser el profesor de matemáticas.
Durante el resto del día no tuve algún avistamiento de aquella chica, nisiquiera en la hora del almuerzo o en el descanso.
El bolígrafo baila a través de mis dedos mientras el profesor narra su clase, algunos estudiantes tomaban apuntes, otros prestaban atención, algunos sólo estaban perdidos por el espacio y unos cuantos murmuraban algo de una tal kobeni.
Lejos de eso, nada especial, sólo pasaron las siguientes horas y me fui a casa.
Después de quitarme los zapatos en la entrada mi madre me da la bienvenida como siempre y me voy a mi habitación.
Mi padre no se encuentra en casa, el trabaja como devil hunter de seguridad pública.
Al llegar tomo los libros que necesitaré para hacer mi tarea, que al hacerlo me doy cuenta el polvo acumulado que hay en el estante.
¿cuándo fue la última vez que limpié por aquí?
Soplo para exparsirlo y termino inhalando un poco de este y estornudo. saco mi pañuelo para limpiarme y me detengo al ver un poco de sangre en él.
"E-eh.......¡Yo lo siento!.......¡Yo no dije nada!"
Me río para mi mismo.
***
Al descanso, el tema de esa tal kobeni se vuelve más mencionado el día de hoy, un grupito de estudiantes se dirigían a una zona trasera del jardín, no paraban de decir cosas como: "¿será que lo hará?" O "¿serán lindas?".
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•Last Kiss• [Kobeni Higashiyama x Lector]
Romance___(t/n) era un joven novato devil hunter de 20 años. Responsable pero también despreocupado y un poco terco. Kobeni, una chica tímida y asustadiza de la misma edad, pero con una gran habilidad para cazar demonios. ___ desea impartir justicia en co...